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Pasaron dos semanas desde que Rory y Rafe habían hablado aquel día en su casa. Los primeros días Rory le dejó algo de espacio al kook, no hablaron ni se cruzaron por ningún lugar de la isla. Unos días más tarde, a Rafe le llegó el primer mensaje de Rory, a raíz de eso comenzaron a intercambiar más conversación. Se preguntaban cómo estaban y qué harían a lo largo del día, nada más allá de aquello ya que habían pactado un espacio entre ambos. Pero sabían que se necesitaban y en cierto modo, ese pequeño intercambio de palabras a través del teléfono les hacía el día.

Rory había estado saliendo con los chicos para entretenerse, mantener la mente ocupada y dejar que el tiempo pasara e hiciera lo suyo. Una parte de ella no podía evitar estar preocupada y sufrir, pero ella misma sabía que si se martirizaba de aquella manera solo se haría más daño. Intentó aprovechar ese tiempo para estar más con ella misma de nuevo y darse cuenta de que no todo acaba en Rafe.

Él, por su parte hizo lo mismo que Rory. Salía con su grupo al club de golf, hacían pequeñas fiestas y quedaban para ir al gimnasio. Rafe pasó los primeros días castigándose a él mismo por pedirle a Rory aquel espacio, él la necesitaba y quería volver a tenerla cerca, no entendía por qué le había pedido aquel espacio. Pero Sarah, que se mantuvo a su lado consolándole y ayudándole, le recordó que lo que hizo fue por los dos, por la relación y para que ambos se recuperasen libremente de las heridas hechas.

Poco a poco Rafe recuperó fuerzas, comenzó a salir y a quedar con sus amigos. Agradecía no tener que encontrársela, aunque lo deseara sabía que si lo hacía no podría evitarla ni mucho menos esquivarla, seguramente se quedaría mirándola desde la distancia como un niño que ve el mar por primera vez.

Pero él también necesitaba darse cuenta de que tenía que sanar por dentro, y ver con sus propios ojos, que él es capaz de seguir adelante sólo.


-Creo que os irá bien daros este espacio, os he visto a los dos y sé cómo lo estáis viviendo. Pero de verdad Rory, todo saldrá bien después de esto, no tienes que preocuparte.

-Eso espero... Intento mantenerme lúcida y no darle demasiadas vueltas al tema, pero la idea de perderle me asusta.

Ari apoyó su mano sobre la de Rory, mostrándole su apoyo y dedicándole una cálida sonrisa.- Todo estará bien, Rory. Y si eso no pasa, habrás vivido algo precioso y habrás vivido cosas increíbles con alguien que siempre estará en ti, y eso ni si quiera el tiempo te lo podrá quitar.

-Gracias Ari.- ambas se fundieron en un abrazo mientras Ari le dejaba un beso en su cabeza.

Habían quedado para verse en el bar del club de golf ya que, como ahora Rory y Rafe no se veían las dos chicas no coincidían en las fiestas. Así que optaron por verse ellas dos solas y ponerse al día de todo ya que se habían echo muy buenas amigas.

Rory no estaba segura de querer ir al club ya que Rafe solía frecuentar por allí, pero Ari le aseguró que aquel día él estaría fuera con los chicos.

No tardó en salir el tema de Ari y Kiara ya que la rubia le preguntó a su amiga por ello. Estaba intrigada por saber si había pasado algo más entre ellas ya que las últimas semanas ella había estado bastante alejada de todo.

-Bueno, hemos quedado un par de veces a solas... No te creas que ha pasado nada todavía-

-¿¡TODAVÍA!? - la interrumpió Rory emocionada.

-Shh... Sí, todavía.- rió la castaña.- Pero mañana hemos vuelto a quedar y creo que daré el paso.

-¡Joder Ari me lo he perdido todo estos días! Me alegro muchísimo de que os esté yendo bien. Creo que tienes bastantes oportunidades con Kie, es decir, nunca ha estado con una chica y creo que nunca le ha gustado ninguna, pero las veces que os he visto juntas es diferente. No se comporta de la misma manera amistosa que conmigo y Sarah ¿sabes? - Ari sonrió ante las palabras de su amiga.- ¡Así que juega las cartas que tienes a tu favor!

A contracorriente || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora