A contracorriente || Rafe Cameron

38

RAFE'S POV

Pasé a buscar a Rory por su casa aquella misma noche, iríamos a cenar a un restaurante de Figure Eight y después la llevaría a la playa a pasear ya que había luna llena y sabía que a ella le encantaba ver la luna, siempre hablaba de las posiciones en las que se encontraba y lo que significaba cada una de ellas.

 Yo intentaba entender el porqué según la posición de la luna afecta de una manera u otra a nuestro comportamiento teniendo en cuenta nuestro signo del zodiaco, pero por mucho que lo intentara seguía sin entenderlo, aunque me encantaba verla hablar de aquellos temas. Se notaba que era algo le gustaba y cada vez que me explicaba algo nuevo del tema, le brillaban los ojos y se emocionaba como una niña pequeña. 

Decidí llamar a la puerta de su casa en vez de esperarle fuera y avisarle, debería de ir acostumbrándome a ver  Steven fuera de mi casa trabajando igual que él a mi. 

-Rafe!-me abrió su padre mientras me estrechaba en sus brazos, tuve suerte de que le conocía y nos llevábamos bien, conocía a Steven y era muy protector con su hija, no iba a dejar que cualquiera estuviera con ella. 

Menos mal que yo no soy cualquiera.

-Señor Morgan! Venía a buscar a Rory- le dije pasando dentro, ya que él me había ofrecido el paso.

-Por favor llámame Steven.- rio girándose hacia mi. - Le avisaré de que has llegado, estará acabando de prepararse- yo asentí. Esperaba que subiera a su cuarto a avisarle de que había llegado, pero Steven era totalmente espontáneo, nunca sabías por dónde iba a salir. En lugar de eso, se paró frente a mi, en las escaleras del piso de arriba y comenzó a gritar.- ¡AURORA! ¡AQUÍ HAY UN CHICO MUY PIJO QUE VIENE A BUSCARTE!

Él se giró hacia mi divertido, con una mueca de satisfacción y yo reí por cómo se había dirigido a mi. Solía llamarme así cuando comenzó a trabajar para nosotros, nos veía a mi y a mis hermanas como niños pijos, yo no podía rebatirle aquello, al fin y al cabo éramos una familia adinerada. Aún así no me lo tomaba a malas, sabía que no lo decía despectivamente y él y yo siempre habíamos bromeado mucho entre nosotros. 

-¡YA VOY!- se escuchó la voz de Rory retumbando por toda la casa.

-Qué haréis?- me cuestionó él mientras tomaba asiento en el sofá y e indicaba que me sentara con él.

-La llevaré a cenar a Figure Eight y luego daremos un paseo por la playa.

-A Rory le encanta la playa de noche, de pequeña siempre pedía que fuéramos para ver la luna y las constelaciones- sonrió al recordar el momento.

-Si, por eso la llevaré.

-Entonces, ¿estáis juntos?- esta vez me lo preguntó algo más serio.

-Si, pero no tiene de que preocuparse yo la quiero y la cuidaré, no qu-

-Está bien chaval!- el rio interrumpiéndome y dándome un leve golpe en el hombro.- Confío en ti. Te conozco desde hace años y a tu familia, te meteré caña no te lo negaré, se trata de mi hija. Es lo único que me queda aquí, todo lo que hago es por ella y su bienestar. Desde que su madre se marchó y se la llevó, todo se complicó sabes. No quiero que nada malo le vuelva a pasar, supongo que te habrá hablado del tema...- Suspiró pensativo, no esperaba ninguna respuesta de mi oarte, cosa que agradecí ya que Rory nunca me había hablado de su madre ni de su vuelta a Outer Banks. No me molestó, se trataba de ella y parecía bastante personal, pero aún así tenía pensado preguntarle.- Sé que estará bien contigo, no me decepciones chaval.-me dedicó una sonrisa y me puso la mano en el hombro.

-Le prometo que no lo haré.- le devolví la sonrisa. Fue un momento bastante confortante, me gustó que Steven se abriera conmigo algo más y me diera su aprobación de alguna manera. Justo cuando acabamos nuestra conversación, bajó Rory por las escaleras. Le gustaba hacerse demorar cuando se arreglaba, como en las películas.