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"Bueno, no puedes tener lo que quieras pero puedes tenerme a mi"
—gorillaz; on melancholy hill.
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El baño de chicas ha quedado con la puerta trabada desde afuera, mi cara está dentro del inodoro devolviendo lo que he comido en el auto mientras venía a la escuela, Rindou había insistido en que comer una dona a primera hora del día era una buena idea así que no pude negarme pero ahora que arrojaba la dona y demás cosas me di cuenta que había sido una terrible idea, las manos de Miya me dan palmadas en la espalda, él está de rodillas a mi lado verificando que esté bien, que mi cabello no se me pegue a la cara y aunque él no parecía entender del todo que diablos era lo que me había pasado él estaba ahí esperando a que me calmara para ayudarme. Chifuyu cubre la puerta del baño de chicas diciendo que ha ocurrido algo adentro y que deben a otros más, Kazutora está afuera y sigue luciendo igual de asustado pero ninguno de los dos quiere hablar sobre eso o al menos no ahora que Miya y Chifuyu estaban presentes porque esto era algo que solo nos incumbía a los dos.
Una vez parece que he vaciado todo mi estómago me limpio la boca con un pedazo de papel que mi amigo me da y se apresura a salir dejándome un rato solo en lo que volvía a ponerme de pie y salía del cubículo del baño. Mi corazón sigue latiendo rápido y mi pecho sigue doliendo como si estuviera siendo apretado demasiado fuerte y el aire no pudiera pasar a mis pulmones, Hayase se había ido tan rápido que a penas y habíamos podido notarlo porque yo seguía procesando que Kazutora era el asesino del hermano de Manjiro, que él conocía a Mikey, que todo este tiempo estuve frente a un asesino a alguien que conocía a Mikey desde que estaban en secundaria y lo había pasado de alto y esto solo me confirmaba que ese tal Takemichi era el mismo que Manjiro mencionaba siempre cada que se venía a bajo.
Salí del cubículo hacia él lavabo donde limpio mi boca y amarro mi cabello en una cola alta mal acomodada con Miya mirándome por el espejo con esa cara de preocupación en su rostro.
—¿Vas a decirme que te ha pasado?— me pregunta por fin caminando hacia mi — No te había visto ponerte de esa forma antes, ¿ha sucedido algo malo?
