¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Pero honestamente, señor lo único que quiero hacer es desnudarme enfrente suyo para que pueda mirarme de arriba hacia abajo y me trate como una buena chica"
—mitski; real man.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tener a Miya a primera hora del día en mi casa, con la boca llena de cereal gracias a esa tazón que sostiene entre sus manos y que lleva a todas partes mientras me sigue por la casa realmente me parece gracioso y me resulta mucho más gracioso mientras Sanzu come en la mesa aquellos hot cakes clavando la vista en mi amigo que me sigue como niño pequeño diciendo cosas con la boca llena y haciendo al adulto molestar cada que se acercaba demasiado a mí para decirme algo "secreto" que no era más que comentarios suyos diciendo lo solo que se sentía al no tenerme en clases.
Miya había ingresado a mi casa con varios recados de los maestros preguntando sobre mi gran ausencia y que si quería cuando regresara me harían algunas pruebas rápidas para que yo me lograra poner al día y graduarme como debía, que estaba a tiempo de regresar y que si era por problemas familiares entendían la situación y por lo tanto me ayudarían, aquello solo lo decían por el extraño trato que él director y Mikey mantenían desde aquel problema de aquellos chicos al inicio del curso, pero si era por aquello entonces no iría con mucha más razón y me quedaría organizando todo para mi rápido mudanza a algún tonto pueblo en una provincia donde a penas y supiera como lucia Sky Tokyo por las fotos de las postales que vendieran ahí.
— Este niño — musita Sanzu soltando los cubiertos con fuerza haciendo que Miya detenga su andar con todo y tazón de cereal — ¿Qué acaso ya no es tarde para la escuela?
— ¿Y que ustedes no debería estar detrás del señor Sano como perro faldero?— Miya le pregunta inflando el pecho luciendo seguro y sin temor pero sabía que por dentro mi amigo moría de miedo, confirme eso cuando disimuladamente tomó la tela de mi blusa con su mano por lo bajo mientras Sanzu se levantaba de la mesa y caminaba en nuestra dirección — Le ha dolido ¿verdad?
Mi amigo enarca una ceja con toda esa valentía sacada de la nada y yo solo suelto un suspiro negando varias veces viendo como Sanzu se colocaba a mi lado para plantarme un beso en los labios sin dejar de ver a Miya quien solo chasquea la lengua y lleva a su boca otra cuchara de cereal.
