¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Todo lo que puedo decir es que estaba encantada de conocerte. Esta soy yo rezando para que esta sea solo la primera página y no donde la historia termina, por favor no te enamores de alguien más"
—taylor swift; enchanted.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El auto se estaciona en la esquina de la calle en donde se encuentra la tienda de mascotas, el hombre se gira para observarnos cuando nota que nos hemos quedado mirando a través de la ventana.
— No puedo avanzar más — nos avisa — Los esperaré aquí.
—No será necesario — le digo — Aquí termina nuestro viaje, por favor dígale a mis abuelos que gracias y que me hubiera gustado hablar más tiempo con ellos.
El adulto asiente volviéndose a girar hacia el frente, yo me apresuro a bajar de mi asiento y rodeo el auto para sacar a Miya del suyo, luce confundido, un tanto perdido, es como si él fuera una persona diferente y el chico divertido y dulce se hubiera esfumado por completo después de aquella llamada, una vez el auto ha quedado vacío se aleja en la dirección que ha venido ya que el embotellamiento que la ambulancia y los autos de los oficiales han causado. Nos quedamos parados sobre la acera.
—Miya — le digo sacudiéndolo un poco pero sus ojos solo se cristalizan — Miya necesito que hables o hagas algo. No estás reaccionando y odiaría que te desmayaras o te diera un infarto o algo.
No hay respuesta más que sus lágrimas llenando sus ojos para bajar lentamente por sus mejillas, está mal. Mis manos toman su rostro y yo le planto un casto beso para después abrazarlo, hay mucha gente curiosa que desea saber que ha sucedido en una calle tan tranquila cómo está, con una escuela cerca y un barrio donde lo peor que alguien podía hacer era no poner la basura en su lugar. Desde donde estoy noto el desastre horrible que se ha causada, parece que un auto se ha estrellado de lleno contra la vitrina, hay sangre, restos de vidrio, cajas regadas y la policía se mueve de un lado a otro pero simplemente no puedo reconocer a alguien que pueda ayudarnos. Deje de sostener a Miya en busca de mi teléfono pero casi quise estrellar mi cabeza contra la pared que noté que mi bolso lo había olvidado en el auto.