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La estruendosa calle hace que me duela más la cabeza y las luces de los autos que transitaban por la calle solo hace que me duela más la cabeza, me estoy ganando varias miradas de asco por estar de rodillas sobre el pavimento tanteando con mis manos en busca del collar que Sanzu me ha dado, Mikey ha regresado a dentro dejándome sola y hecha un desastre pero podía entenderle, podía comprender la razón por la simplemente había hecho aquello porque yo había actuado como una tonta, como una verdadera niña inmadura y ahora me atenía a las consecuencias de mis actos de esa forma.
Ese era mi final, esta era la parte que quería evitar y que simplemente yo misma había creado, no puedo ver muy bien el suelo de concreto, encontrar el collar parece casi una misión imposible para cuando veo a una persona colocarse frente a mi es cuando más que nunca deseo enterrar la cabeza en la tierra o huir de ahí.
—¿Buscabas esto, Mimiko?— Sol se coloca de cuclillas frente a mi quedando a la misma altura sosteniendo en su mano el collar que Sanzu me había dado — Te lo daré pero necesito que me contestes dos preguntas con toda la sinceridad del mundo.
— Ustedes enserio siempre quieren ganar algo con todas sus acciones — musité un tanto molesta, ninguna de ellas tenía la culpa de lo que me había pasado pero necesitaba descargar mi enojo con alguien — Dale pero dámelo primero.
Ella niega alejándolo de mi de nuevo guardándolo detrás de su espalda y me invita a ponerme de pie para subir a la acera en donde ambas nos quedamos paradas mirando hacia un punto fijo a lo lejos con todo el bullicio de la calle haciéndonos eco y con el frío de la noche haciéndonos tiritar.
—¿Tu mamá se llama Homura Hayase?— mis ojos se clavan en ella casi de inmediato de solo pronunciar aquel nombre que estaba prohibido pronunciar en voz alta en presencia de mi padre, era extraño escucharlo de nuevo, era extraño que alguien supiera de ella, pero no debía sorprenderme de que Sol supiera aquello cuando ambas trabajaban en el mismo mundo con la diferencia que la chica no trabaja en los barrios rojos de la ciudad, ella trabajaba en Roppongi en un bonito bar rodeado de personas que deslumbraban por todas partes.
Asentí varios segundos después encogiéndome de hombros y mirando al piso. Sol luce satisfecha de dar al clavo con su pregunto y vuelve a enseñarme el collar dándome a entender que va a cumplir su palabra y que solo me quedaba una pregunta más.
—Tu madre trabajo aquí hace dos meses atrás — la escucho decir tomando más desprevenida de antes. No sabía nada de ella, ni donde estaba o con quien estaba pero ahora simplemente me enteraba que ella también había pisado este lugar, que probablemente ella había hecho lo mismo que Hanako, Kaguya y Ayaka habían estado haciendo con los hermanos y Takeomi después de todo eso era lo que debían hacer — Ella conoció a Mikey, esa noche ya era tarde, ya teníamos varias copas encima pero cuando se trataba de Mikey y compañía simplemente no podías ignorarlos, le dije a Hayase que cuidara su boca y se divirtiera hasta donde podía, al principio obedeció pero dos copas más tarde ella estaba contando sus penas y su trágica historia de amor.
