¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Dibujas lo que amas pero no recuerdo haberte escuchado decir que amabas a una mujer, hasta ahora"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Haruchiyo esto es precioso — mi maestro de pintura al óleo me alaba por lo alto sosteniendo mi lienzo por los aires mientras daba vuelta con el — Otra vez la mujer misteriosa, no he vuelto a ver cuadros del chico. ¿Terminaron?
Pegue un respingo por aquello antes de sentirme un poco avergonzado, odiaba hacer retratos porque dejaba en evidencia lo que mi cabeza tanto pensaba por horas mientras sostenía el pincel o el lápiz sobre el lienzo blanco que esperaba llenarse con mis trazos, pero también era lo único que podía hacer. No se hablar, las palabras siempre se quedan flotando el aire, se quedan acumuladas en mi cabeza como una sentencia, no me gustaban porque no podían expresar todo lo que sentía así que termine buscando otra forma en la cual hacerlo, en la cual pudiera transmitir cada cosa que sentía deseando que el resto lo pudiera comprender, lo divertido del arte es que no necesita ser perfecto sino que debe hacerte sentir algo y eso era lo que Mikey decía de mis pinturas, aquellas que le permitía ver porque escondía celosamente los cuadros con su rostro y de la mujer misteriosa que mi mente terminaba plasmando. Los afortunados eran mis maestros quienes veían cada cosa que hacía solo para evaluar la forma en la que continúa con mi desempeño incluso después de haberme graduado hace dos años, el maestro Ichinose sostiene el lienzo como si fuera sumamente valioso cuando no lo era y me mira de nuevo.
—No hemos terminado — le contesto por fin a lo cual el asiente — Es solo que mantenemos distancia, ya sabe cómo son las relaciones.
—No lo se, yo solo sé sobre al arte — me dice — Y el amor junto al arte no se llevan bien, se supone que ambos te hacen sentir algo pero uno te lastima más que el otro así que yo no me centro en eso.
— Yo estoy...yo he conocido a una mujer.
La expresión de mi maestro es asombro, lo veo bajar el cuadro para apoyarlo sobre su mesa y procede a sentarse a mi lado esperando a que yo diga algo. Ichinose es un amigo y mentor, hemos salido a beber juntos algunas veces y solo él me ha escuchado hablar cuando el arte ya no podía transmitir lo que sentía, eran pequeños lapsos en los que yo me abría y despotricaba palabras con el alcohol dentro de mi, pero ahora no estaba borracho, estaba entusiasmado porque sentía algo que jamás había sentido, algo que hacía picar la punta de los dedos y me daba la sensación de mareo cada que si sus ojos se encontraban con los míos. Algo que solo había sentido con Mikey.
