"Y chico si confiesas tal vez seas bendecido, veré si mereces lo que viene después. Cuando todo esté dicho y hecho creerás que dios es una mujer"
—ariana grande; god is a woman.
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La mirada del director viaja desde Mikey hasta mi varias veces seguidas pasando de alto a los otros tres adultos que esperaban cerca de la puerta esperando a que recibieran alguna llamada de nuestra parte para que pudieran acercarse, el director en un tipo algo mayor que pasaba de los cuarenta años fácilmente, tenía un trajo marrón horrible y toda la oficina olía a viejo incienso que me hacía doler la cabeza, había dormido poco y deseaba poder dormir más pero tenía que estar aquí para arreglar este asunto que yo quería dejar morir por la paz antes de que los adultos hicieran algo que no debían.
El director finge escribir algunas cosas en una pequeña libreta frente a él, a penas nos ha preguntado nuestros nombres en todo el rato que llevábamos aquí pero puedo asegurar que él sabe algo, que aquellos tontos también debieron de hablar con él y con sus padres para evitar sufrir sanciones por sus actos pero, estábamos hablando de Manjiro él no iba a irse con los brazos cruzados y por algo había traído a Koko y a Sanzu consigo quienes eran los que nunca se negaban a cualquier orden, el saco del adulto dejó de posarse sobre mis hombros para quedarse sobre mis piernas cuando noto lo mal que me sentía por no poder cubrirlas con las calcetas y la falda como tanto había estado insistiendo mientras me arreglaba en el edificio.
—¿Y bien, que los trae aquí hoy?— Nos pregunta el viejo por fin dedicándome una mirada con una pequeña sonrisa y luego a Manjiro quien se acomoda la corbata de nuevo — Escuche que hicieron un alboroto en la entrada al parar la fila en el lugar donde está específicamente para bajar a los alumnos.
—Eso es solo una pequeñez — musita Manjiro — Por la forma en la que actúa y habla usted ya debe saber que me ha traído aquí para ser solo el cuarto día de escuela. Un intento de abuso sexual llevado a cabo por alumnos de tercer año en su mayoría de la Clase C.
—¿Y usted tiene prueba de eso más allá que solo verbales? — El director corre la silla un poco hacia atrás — Los chicos y sus padres vinieron a verme esta mañana durante la entrada, ellos temían que las cosas fueran a mal entenderse. Según ellos y cito: estábamos en nuestra sala de karaoke cuando la alumna Nanase Mimiko entró por su propia cuenta, la invitamos a irse pero no lo hizo, procedió a sentarse junto a nosotros y luego armo un escándalo por su cuenta lo que llevo que Ueno Miya tuviera una mala interpretación y decidiera atacarnos.
Mentira, todo era mentira, yo no había entrado ahí porque quería y tampoco me había sentado ahí junto a ellos, jamás había hecho eso pero supe que esto iba a ser así, que la víctima sería la culpable y que yo quedaría como una mentirosa. Iba a decir algo pero la mano de Mikey tomando la mía y aquella sonrisa en solo rostro me hizo calmarme un poco sabiendo que él no iba a dejar eso ahí, que él iba a creerme y a ignorar las mentiras que él director soltaba.
