"En las noches lluviosas o en los días solitarios por favor, coloréame con tu luz brillante"
— lee hi; only.
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Lo primero que me encontré al abrir mis ojos fue la cama vacía, las sabanas revueltas y el aroma a lavanda del jabón que aún seguía impregnado en mi cuerpo recordándome que horas atrás había tomado un baño con Mikey, las piernas me duelen y el dolor de cabeza que siento es un tanto molesto pero no es tan fuerte como para que necesite tomar algún tongo medicamento así que me deshago de las sabanas saliendo de ellas, el frío piso recibe las plantas de mis pies haciéndome pegar un respingo por lo desprevenida que me ha tomado, aun llevo puesto la camisa que Mikey me había ofrecido y me dedico a estirar un poco intentando levantarme por completo de una vez por todas, no tengo idea de la hora que es y tampoco tengo conocimiento sobre quienes siguen en el edificio pero lo más probable es que nuevamente desayunaría sola en la gran mesa distrayendo con cualquier cosa que puedo era encontrar de interesante en la sala.
Recordé que tenía que acomodar mi habitación que no había pisado desde ayer y fue así como terminé apresurándome a caminar hasta la puerta para abandonar la habitación de una vez por todas sintiendo un poco de melancolía al ver la cama vacía y revuelta, me preguntaba si algún día podría levantarme y encontrarlo a él aún en la cama o si mi destino era solo hacerle compañía en sus largas y molestas noches viéndolo batallar por dormir y murmurando cosas que no podía comprender. El pasillo está igual de vacío y silencio como siempre sin embargo me detengo frente a la puerta que tiene el nombre de los hermanos escritos, aquellos dos enserio estaban decididos a destacar de todas las formas posibles, no tenía idea si ellos seguían aquí o no pero quería preguntarle un par de cosas antes de bajar a desayunar, toque un par de veces sin recibir respuesta y me termine dando por vencida sin embargo la puerta de a lado se abrió haciendo chillar la madera de esta.
—¿Quien hace tanto ruido tan temprano?— La voz ronca del tipo conocido como Takeomi hizo eco por todo el pasillo — Eres tu ¿Mimiko?— asentí, de todos él parecía el mayor, tenía esa aura de autoridad y me daba la sensación de ser la figura paterna del grupo o tal vez sólo especulaba de más — Los hermanos no están, fueron a Roppongi.
—Será en otro momento entonces — suspire avanzando un poco para colocarme frente a la puerta de él — Un gusto, estaré viviendo aquí un tiempo.
—Kokonoi me la ha dicho todo — me informa haciéndome encoger de hombros — Tratándose del jefe no me sorprende, sabía que él necesitaba aferrarse a algo pronto o no llegaríamos muy lejos.
—Sobre Mikey...— me mordí la lengua, no sabía si estaba bien preguntar a él sobre Mikey pero de alguna forma no quería preguntarle a los demás, sentía que ellos ignorarían el tema de inmediato o que no se pondrían pero Takeomi parecía ser alguien bastante serio y comprensivo a simple vista así que quería intentarlo — ¿Puedes contarme sobre el?
