2. EKKO

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[ONLY; LEE HI]
'canto una canción con la perdona que buscaba desesperadamente'

Después de buscar por un largo rato a Ekko, lo encontraste en un balcón del grande y frondoso árbol

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Después de buscar por un largo rato a Ekko, lo encontraste en un balcón del grande y frondoso árbol. Con sus antebrazos apoyados al barandal, mientras observaba a las personas yendo de aquí y allá.

—Hey! —Lo llamaste, el moreno volteó a verte con una sonrisa, respondiéndote con un asentimiento de cabeza.— ¿Por qué tan perdido?

—Quería estar solo un rato, ya sabes, pensar y esas cosas —Devolvió su vista hacía los niños que correteaban abajo, los observaba con una sonrisa. Por tu parte seguiste sus pasos, apoyándote en el barandal de espaldas, mirándolo fijamente.

—Oh, niño salvador, ¿que estará pasando en esa cabezota tuya?—hablaste en tono burlesco, por su parte te devolvió la miraba con una sonrisa de lado. Se quedaron en silencio unos minutos, hasta que Ekko decidió hablar.

—En todo y nada, también en ti, señorita— se volteó para verte, observándote con una seriedad fingida. Decidiste seguirle el juego, abriendo la boca con "sorpresa" mientras golpeas su hombro suavemente.

—¿En mí? ¿Qué hice para cautivar tú atención?
—Ven, vamos a caminar.—Sentiste lo cálido de su mano en la tuya, con confianza reafirmaste el agarre entrelazando sus dedos. Dejaste que te llevara, a donde suponías, su taller.

—No respondiste mi pregunta.
—Ni lo voy hacer. Camina más rápido, tengo que enseñarte algo.
—Uy, que amargado.

Rápidamente estuvieron en la puerta de su taller, soltó tu mano delicadamente para poder abrir la puerta. Ya los dos dentro del cuarto, decidiste sentarte en un sillón que se encontraba ahí, subiendo tus pies en la pequeña mesa. Observaste al albino rebuscar en sus cajones, hasta que al parecer encontró lo que buscaba.

—El otro día estuve dando un par de vueltas y termine en la tienda de Benzo, rebusque por curiosidad y encontré esto— Se acerco a ti estirando su mano derecha, en la cual viste un collar de plata, con un hermosa placa verde que tenía grabado tu nombre. Tomaste delicadamente el collar, observándolo curiosamente.

—¿Para mi?
—No, tonta, es para la niña a tu lado—rodaste los ojos a su tono sarcástico.

—Solo tenías que decir que si, tonto. ¿Cuándo lo hiciste?
—Hace años, lo encontré en un viejo compartimento, donde solía guardar mi dinero. Es un milagro que nadie lo encontró y se lo llevara, aún que nadie se llevaría esta basura. — lo miraste a los ojos, dándole una sonrisa con una felicidad extrema, sintiendo tus mejillas con el ya reconocido calor.

—Así que, ¿desde pequeño me amas?— el moreno soltó una risa, que para tus oídos era el sonido más fascinante del mundo. Te levantaste del sillón, caminando hasta quedar frente a él.

—Puede ser— respondió vacilante.

—¿Me lo pones?— Él mas alto te miro con una cara rara, entre sorprendida y nerviosa, reíste al entender— El collar, Ekko, el collar.

—Ya sabía— susurró, mientras seguías riéndote diste la vuelta para quedar espaldas, retiraste el pelo de tu nuca así podía ponerte el collar con más facilidad.— Listo.

—Gracias, amor— volteaste de nuevo, ahora quedando cara a cara, tomaste sus mejillas y las acariciaste, lo trajiste hacia ti para dar un pequeño beso en los labios del contrario. Sentiste sus brazos fornidos abrazarte por la cintura, mientras te afirmabas en sus hombros.

—Bailemos — sonreíste mientras apoyabas tu mejilla en su hombro.

—Solo falta la música.

—Yo cantare, 'lala lala lala' — soltaste una carcajada a su canto desafinado mientras se balanceaban lentamente abrazados el uno al otro.

—Yo cantare, 'lala lala lala' — soltaste una carcajada a su canto desafinado mientras se balanceaban lentamente abrazados el uno al otro

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¹・ARCANE; osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora