[MI BUEN AMOR; MON LAFERTE]
❛ 𝗱𝗶𝗺𝗲 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗯𝗼𝗿𝗿𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 ❜
Sus labios se sentían secos y agrietados en ese beso desordenado que me estaba dando, nuestros dientes incluso chocaron un par de veces y la saliva se escurría por mi cuello, sentí sus manos heladas entrar dentro de mi camiseta, acaricio mi cintura y me estremecí. Tome sus hombros intentando separarla, no cedía.—Jinx, basta. — intente hablar cuando sus besos se dirigieron a mi cuello. Por fin se separo, tenia la respiración agitada y los labios hinchados.
—¿Qué pasa? ¿No te gusta? pensé que te gustaba, eso dijiste la ultima vez.—No es eso, solo no tengo ganas, hoy vine a hablar.— se separo de encima mio, sentándose, repetí su acción.
—Bien, conversemos. ¡No creerás lo que hice ayer! Puse una bomba de humo en el dormitorio de Sevika, y después... — la observaba hablar tan emocionada que por un momento se me olvido el por que vine, borre la sonrisa que comenzaba a nacer de mis labios.
—Eso es fantástico, linda. — entable dado que termino de contar su anécdota, su rostro estaba adornado con una sonrisa de felicidad y no pude evitar pensar en lo hermosa que es, lamentaba tanto ser yo quien borrara esa sonrisa. —Lo que diré es serio, préstame atención, estoy... Cansada, no puedes seguir exigiendo que te quiera. No estoy bien, ni tu tampoco.
—Cambiaré, te prometo que lo haré, ahora todo estará bien, estaremos bien, ¿si? lo juro.— se echo al piso frente a mi de rodillas, sus manos estaban sobre mis muslos, las apretaba tan fuerte que comenzó a salir sangre, rápidamente las tome para separarlas. La peliazul intento entrelazar nuestros dedos y por la conmoción del momento la deje.
—Tú no cambiarás.— hizo el ademán de hablar pero la interrumpí. — No me vas a convencer, nada va estar bien.
—Por favor, no me dejes ¡No me puedes dejar! — Jinx se derrumbó frente a mi, sus mejillas comenzaron a empaparse debido a las lágrimas que salían de sus bonitos ojos. Desenlace una de nuestras manos, la dirigí a su mejilla intentando consolarla, se apoyo en ella aceptando el gesto.— Por favor, quédate... Aún que sea hoy.
—No me pidas que te de una ultima noche, no va pasar. Este es el adiós definitivo, bonita. — parlotee en voz baja, Jinx en cambio apretó los labios con sus azulados ojos que seguían llorando.
— ¿Por que lo dices así? Cómo si fuera tan fácil, cómo si yo no sintiera nada. ¿Qué hice mal?— su voz salio entrecortada y con sollozos de por medio, la mano que posaba en su mejilla la lleve a mis ojos, comencé una batalla con mis propios ojos para no llorar.
—Sigues pensando que puedes jugar a pedir sin nada a cambio, estoy cansada. Y puedo amarte cómo a nada en el mundo. —me separe de ella.— Pero esto es solo un amor de mentiras y tú como mi buen amor, debes entenderlo, ¿verdad?
qn triste, yo si