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Me encontraba en los puesto de frutas y verduras del mercado de Zaun, hoy me tocaba a mi venir y hacer las compras para alimentar a tres idiotas, una niña además de un viejo gruñón. Las frutas estaban carísimas y se miraban horribles, Powder se va enfadar si no llevo naranjas, amo hacer compras.
Seguí revisando en otros puestos e incluso intente regatear con algunos vendedoras, afortunadamente funciono y obtuve 5 naranjas por el precio de dos. Finalice las compras y me dirigí a casa, de pronto escuche la conversación de dos señoras, me escabullí en un puesto cercano, haciendo como que veía ese inútil telescopio.
—¿Escuchaste de la explosión en Piltóver? —¡Si! Esos cuatro niños si que son tontos, seguro los vigilantes los atrapan...— escuche sus risas mientras mis ojos se abrían por la sorpresa, ¿acaso dijo cuatro niños, explosión y Piltóver? Los chicos están en problemas, tengo que decirle a Vander.
Salí corriendo a casa, en el camino me pasaron unas y mil cosas en la cabeza de lo que podía haberles pasado, llegue luego de estar unos 10 minutos corriendo, entre por la puerta trasera y tire las bolsas en la mesa de la cocina. Nunca había subido las escaleras tan rápido, mi mirada choco con la del mayor, quien se encontraba sirviendo cerveza, rápidamente me dirigí a él intentando buscar una explicación o consuelo.
—¿Qué esta pasando? ¿sabes algo de los chicos? Me dijeron que irían a buscar algo, pero nunca me dijeron que era, ¿tu los dejaste ir?—bombardee al mayor con preguntas, quien me observaba esperando que terminara.— oh no, llevaron a Powder con ellos ¡es una niña, por el amor de dios!
—¿Terminaste? — negué, comencé a rascarme el cuello de la angustia, Vander tomo mis hombros evitando que siguiera dañándome.
—¿Y si los atraparon? No, no, ellos está bien, ¿verdad? mi mente es la que está mal.— comencé a temblar, la ansiedad del momento me estaba comiendo viva.
—No dejes que los malos pensamientos te invadan, están bien. Tranquilízate, respira, — ordenó por lo que le hice caso, si seguía así me iba dar una embolia. — Inhala y exhala, muy bien.
—Lo siento, es que me preocupan mucho, me asuste mucho cuando en el mercado dijeron la palabra "vigilantes" y "atrapar". — Vander me abrazó, devolví el gesto mientras sentía sus grandes manos acariciar mi cabello.
—Están bien, no son tontos, sabrán como salir de eso. Tú tranquila, yo nervioso. —solté una risilla al mismo tiempo que nos separamos, a lo lejos escuchamos la disputa de unas clientes. — Iré allá antes de que alguien muera, cuida aquí y despacha a quien te lo pide, quédate tranquila ¿si?
Asentí y lo observe irse, me recargue en la barra mientras esperaba algún cliente. A los minutos escuche la puerta siendo abierta y ahí los vi, cuatro figuras de distinto tamaño que se encaminaban a los dormitorios, lleve mi vista a Vander quien también me miraba, asintió y cómo si el mismo diablo me correteara fui detrás de ellos.
—¡Son unos tontos irresponsables!— grite al abrir la puerta de la habitación, ahora estaba furiosa.—¡Están todos golpeadas! ¿cómo se les ocurre explotar un edificio? No, más bien, ¿cómo se les ocurre llevar a Powder?
—Está lista, por algo la llevamos, tiene que comenzar a ver el mundo que nos toco vivir. —escuche a Vi, me dirigí primero a la pequeña para asegurarme de que no tuviera alguna herida, tome su rostro delicadamente limpiando un poco de suciedad con un pañuelo que tenia en el bolsillo.
—¿Estás bien?— me asintió, finalmente la deje para caminar a Mylo, quien si tenia algunas cortadas en sus brazos. — Violet, Powder es una niña, entiendo que quieras prepararla para el mundo pero esta no es la forma.
Escuche a la pelirosada gruñir mientras seguía pasando un trapo con alcohol en las heridas del bronceado, yo debería estar gruñendo y mandándolos a la mierda pero no podría con el remordimiento de dejarlos solos en una situación así. Cuando estaba por pasar a Claggor escuchamos la puerta abriéndose, era muestro tutor quien no se miraba muy contento.
—Salgan, hablare con Vi, ______ quédate para que la cures, por favor. — los tres restantes salieron de la habitación mientras yo me acercaba a mi pareja, comencé a pasar cuidadosamente el trapo por las heridas de su cara.
Vander empezó con su discurso de padre responsable y aun que se le notaba enojado supo mantenerse a raya cuando Vi le contestaba, finalmente termino, se fue de ahí con una bolsa que contenía chatarra. Acabe mi tarea de curarla y la mire, cabe destacar que estaba evitando mi mirada.
—Pensar en ti me vuelve loca, ¿puedes dejar de hacer estupideces un día?— por fin me observo cuando hable, sus ojos conectaron con los míos y sus extremidades no tardaron en enredarse en mi cuello abrazándome, correspondí pasando mis brazos por su espalda.
—Perdón, de un momento a otro todo se fue al carajo.— susurró en mi oreja, asentí y deposite un beso en su mejilla.
—Te perdono solo por que te quiero y no sabría que hacer sin ti. ¿Solo yo, verdad? —Solo tú, mi chica, solo tú.
Nos dimos un pequeño pico, suspire mientras seguía entre sus brazos. Algo malo está por pasarnos, estoy segura.
...
—¿Por qué tengo un mal presentimiento? — era la hora de dormir, así que me encontraba acostada con Violet a mi lado quien me abrazaba por detrás.
—Tan paranoica cómo siempre. —su voz se escuchaba adormilada, cerré mis ojos con una sonrisa dejándome caer en el mundo de los sueños.
...
—No te rindas, por favor, no te rindas. — apenas podía escuchar la voz de Violet, la explosión me había dejado aturdida y sentía una gran presión en mi pecho. — No cierres los ojos, aguanta un poco más...
Lentamente deje de escuchar su voz, tal vez cerrar los ojos no es tan mala idea.
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jijijiji, upsi.
miren el mensajito en mi perfil, porfis, me interesa saber que piensan.
