21. VI

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[EVERYTHING I WANTED;
BILLIE EILISH]
⁽❛ 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼 𝘁𝗲 𝘃𝗲𝗼, 𝗮 𝘁𝗶 𝗰𝗼𝗻𝗺𝗶𝗴𝗼,
𝘆 𝘁𝘂́ 𝗱𝗶𝗰𝗲𝘀 ❜

Las cosas entre tu y Violet estaban tensas, tenían toda la semana discutiendo; las disputas entre ustedes eran graves, Vi terminaba trozando algo, tú tenias ataques de ansiedad

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Las cosas entre tu y Violet estaban tensas, tenían toda la semana discutiendo; las disputas entre ustedes eran graves, Vi terminaba trozando algo, tú tenias ataques de ansiedad. Sentían que la relación estaba en las ultimas, no sabían que hacer para arreglarlo y ninguna de las dos siquiera lo intentaba, sólo seguían discutiendo.

Estabas aterraba a la idea de estar sin tu amada, era tu razón de vivir. Vi estaba igual, sin ti era un viajero en el océano; perdida en el inmenso mar azul. Las dos eran dos bombas listas para estallar, una disputa más para que el casquillo desapareciera y explotaran.

Estabas en su habitación, sentada sobre la cama leyendo un libro, levantaste la mirada cuando tu novia paso por el umbral. Observaste su estado, se veía muy cansada, tenia moretones en el rostro y pareciera que se revolcó en la tierra.

—Es algo arriesgado lo que te manda Caitlyn a hacer, ¿no crees? — fuiste la primera en hablar, te acercaste a ella sacudiendo la tierra de su ropa.

—No estoy de humor, no empecemos, por favor.— cerró los ojos al sentir tus manos acariciando sus mejillas golpeadas.

—¡Mira como llegas! Y todo por ella.— los ojos de la pelirosa se abrieron con furia, dio un paso hacia atrás, retirando con rudeza tus manos de su rostro.

—Gracias a "ella" tenemos un lugar en Piltóver, malagradecida.— abriste la boca asombrada por cómo te había dicho,  odiabas discutir pero te habías ofendido demasiado y eso no iba a quedar así.

—Solo quiero que llegues bien a casa, sin terminar prácticamente molida por los trabajos de mierda que te mandan hacer.— exclamaste lo más calmada que pudiste, el enfadó se estaba apoderando de Vi y te asustaba su ira.

—¿Piensas qué soy débil y no puedo con "mi" trabajo?— habló llena de coraje, rodaste los ojos al ver que ya sacaba conclusiones sola, cómo siempre.

—No, Violet.

—¿Entonces para qué mierda hablas? — dio un golpe a la pared, intentando soltar su furia. Estabas aterrada, tu novia ya estaba en un estado incontrolable.— ¡Todo quieres que sea a tu maldita manera! ¿Querías que todo fuera fácil? ¡Pues eres una estúpida!

La pelirosa se encontraba gritando un millón de barbaridades, desde que tenias la culpa hasta que debería haber escuchado el consejo de Caitlyn. Sólo podías respirar agitadamente con tus manos sobre tus oídos intentando no escuchar las cosas que decía.

—¡Cállate de una puta vez! — gritaste cansada. Violet se acercó a ti, tomando tú cuello y apretándolo, asustada arañaste su brazo en un intento de que te soltara, te soltó no sin antes darte una cachetada y también empujándote contra la cama.

Quedaste en blanco, petrificada en la cama cuando los recuerdos de tu infancia vinieron a tu mente, las veces que aquel hombre se quedaba en casa sólo para golpear a tu madre, las ocasiones cuando peleabas con tú progenitora sobre escaparse de aquel toxico hogar. Así mismo el más importante y doloroso de todos, el recuerdo de tu "padre" abusando de ti y golpeándote justo cómo tu novia había echo.

—Lo siento, lo siento mucho.— Vi reacciono antes que tú, pidiéndote disculpas que no podías responder debido a tú estado de pánico.

Cuando por fin reaccionaste, te levantaste de la cama para correr al baño, Violet lo impidió agarrando tu brazo y agarrastrandote a ella intentando abrazarte, golpeabas su brazo mientras lagrimas escurrían por tus ojos.

—¡Suéltame, papá, por favor! — gritaste despavorida, sentías el miedo de esa noche volver, sintiéndote insegura en los brazos de tu novia. Impactada por como la llamaste te soltó, dejándote el paso libre para escapar, encerrándote en el pequeño cuarto.

Te apoyaste sobre la puerta, sollozando mientras caías al suelo. Te abrazaste a ti misma al sentir tus temblores, respirabas agitadamente mientras sudabas levemente, sentías tu cuerpo cansado y no parabas de pensar en cómo tu amada te había lastimado. Pasaste una mano por tu nariz al sentir un líquido caliente, era sangre; te había golpeado tan fuerte que provocó una pequeña contusión.

—Dije que mientras esté aquí, nadie va a lastimarte...—percibiste la voz de Vi al otro lado de la puerta, se escuchaba cómo si también estuviera llorando.— Y terminé lastimándote yo.

Apretaste el abrazo sobre ti misma, no respondiendo a los llamados de ella, querías calmarte un poco más antes de abrirle la puerta y hablar sobre lo sucedido.

—¿Puedes abrir, pastelito? Por favor, hablemos.— a las insistencias de la pelirosa tomaste el plomo de la puerta, abriéndola y viendo que también estaba sentada en el piso.

Abrió sus brazos esperando que fueras abrazarla por tu cuenta, dudaste un poco antes de lanzarte sobre ella y seguir llorando. No hubo palabras, sólo lágrimas y besos, esperando que este horrible capítulo de su relación acabara para entrar al siguiente.

Tú respiración y lágrimas fueron descendiendo quedando dormida sobre ella, Violet se dio cuenta, te agarro en brazos llevándote a la cama. Te acomodo y arropo, quedaste entre sus brazos.

—Tengo miedo, bonita. ¿Sería capaz de hacerlo otra vez?— susurró acariciando tú rostro dormido que seguía teniendo rastros de lágrimas y el rojizo de tú mejilla por el golpe.

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¹・ARCANE; osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora