part. 2
[DOIN' TIME; LANA DEL REY]
❛ 𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗲𝘀 𝗺𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗮, 𝗺𝗮𝗹𝗵𝘂𝗺𝗼𝗿𝗮𝗱𝗮
𝘆 𝗲𝘀𝗰𝗮𝗻𝗱𝗮𝗹𝗼𝘀𝗮, 𝗱𝗲𝗳𝗶𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 ❜
"mafia.au!"—¿Por qué tengo que hacerlo yo?—cuestionaste irritada, te habían dado el informe de lo que te tocaba hacer en esté trabajo y no estabas contenta con tú puesto.
—Eras la única que queda, te necesitamos— habló Jayce apurado, la misión de hoy los tenían apresurados, debían hacer todo con mucho cuidado o todo sería en vano y el jefe terminaría enojado.
—¿La única que queda?—la extrañeza e irritación se notaba en tú pregunta; la que hacia esta clase de tareas era Caitlyn por lo que te parecía raro ser la "única" que quedaba.
—Eso te pasa por llegar tarde a la junta, ahora ve con Sky—Viktor pasó por tu derecha gritándote mientras corría detrás de Jayce.
—¡Causarán problemas en mi matrimonio!— alardeaste irritada, disté media vuelta gruñendo mientras jalabas tus cabellos, condujiste tus piernas hasta el taller de Sky dispuesta a cumplir con tú labor.
Jinx te iba a matar, coquetear con viejos verdes era lo peor de este trabajó y más si tu novia era una celosa de primera.
Abriste la puerta del estudio de la morena viéndola en su maquina de coser, te volteo a ver dedicándote una sonrisa; se la devolviste como pudiste y te lanzaste en el sillón de la habitación.
—Cait debería hacer esto, ¡yo no tengo su magia para encantar hombres!—golpeaste tú cabeza con un cojín mientras escuchabas la risilla de Sky.
—Te avisaron que llegaras temprano, bonita—refunfuñaste por milésima vez, lo sabías y ahora te odias por llegar tarde.
—¡Lo sé! pero me quedé hasta tarde viendo una serie—los labios de la morena soltaron una carcajada; sí, la razón de tu impuntualidad era muy estúpida sabiendo tus obligaciones al día siguiente.
La observaste aún riéndose, viendo como caminaba a un perchero; tomó una prenda y recogió unos zapatos de una repisa para ir hacía ti. Te tendió un vestido negro corto con dos trozos de tela que pasaban por tú cuello, dejando parte de tus pechos y abdomen descubiertos. También te lanzo unos tacones negros de punta redondos, soltaste un gruñido mientras te vestías.
—Cámbiate, te explicaré el plan mientras tanto.
Era simple, tú seducías a Marcus Itō; un mafioso indignó que le debía mucho dinero a Silco, era una cantidad enorme de producto y dinero por lo que el jefe quería su cabeza, literalmente, en su pared.
Estarías acompañada por Jinx y Ekko, este último siendo tú ayudante a la hora de seducir al hombre, Jinx estaría como una vigilante para que Marcus no se pasara con sus manos. Silco también iría con ustedes, distrayéndolo al hablarle sobre llegar a un acuerdo, cosa que era errónea; hasta que llegaras tú para llevártelo al lugar del secuestro.