[HAPPIER; OLIVIA RODRIGO]
'espero que seas feliz, pero no como lo fuiste conmigo'
‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾ 𝐀𝐂𝐓 𝐈 ‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾Mis piernas estaban ardiendo de tanto correr, ser perseguidos por los vigilantes era la adrenalina que no sabía necesitaba, seguimos corriendo por unos cinco minutos más hasta que logramos perder a los hombres.
Me apoyé en la pared, tomando grandes bocadas de aire y me relajé, el cansancio era horrible. A mi costado izquierdo mire a la pequeña Powder en la misma situación pero unas 100 veces peor.—¿Quieres agua, Pow?— escuché la voz de Vi, quien se acercó a su hermana dándole la botella de ella, la menor tomó y me ofreció la botella. Le agradecí con una sonrisa y tome un gran trago, pasándosela a Mylo y de él a Claggor.
—Que buen maratón, ¿cuándo lo repetimos? — habló Mylo, lo miré con burla.
—La próxima tú serás la carnada, niño maratón.
—Hoy tuvimos suerte, esos idiotas deben de estar buscándonos, vámonos ya —Al escuchar la voz de Clarggor nos pusimos en marcha para irnos, Vi tomó la mochila con lo que habíamos robado y yo tomé a Powder en brazos, la pequeña estaba que no podía ni mover las piernas.
—Puedes dormir si quieres, linda — añadi para Powder, asintió para acomodar su cabeza en mi hombro, cuando escuche su respiración pesada supe que había seguido mi sugerencia.
Rápidos y sigilos llegamos al ascensor que nos llevaría a casa, saliendo de este saludamos a algunas personas conocidas que encontramos. Al llegar a "la última gota" Vander nos recibió con una cara seria, oh no, aquí vamos de nuevo.
—Quiero hablar con ustedes. _____ deja a la pequeña en su cama y vuelve aquí. — asentí yendo al cuarto que compartimos las tres, acomode y arrope a Pow con las cobijas, acaricié su cabello para ir de nuevo arriba, donde Vander esperaba con los brazos cruzados.—¿Ustedes son estupidos o se hacen? Les dije que Piltover estaba fuera del mapa, no pueden ir ahí y meter sus narices en donde se les dé la haga, si los llegan a atrapar no hay alguna forma de sacarnos, también...¡Que mierda hacia Powder con ustedes!— el gritó del mayor hizo que cerrara los ojos, Vander enojado es muy peligroso y también da mucho miedo.
—Quería acompañarnos, le advertimos pero hizo sus ojos de cachorro triste, no pude decirle que no. — Habló la pelirosa a mi lado. Tomé su mano y la apreté ligeramente.
—Vander, aceptó que somos estupidos, idiotas y los más insolentes de todo el subterráneo. Estás en todo tu derecho de regañarnos, pero ya lo hicimos y no lo podemos deshacer, perdónanos. — hablé lo más calmada que pude, no quería que Vander nos regañara, mucho menos a Vi que era la maestra de los planes. El mayor soltó un suspiro pesado y se restregó su mano en el rostro.