Pasión Secreta[En Físico]

Promesa

MELANIE

La sorpresa fue tan grande e inesperada que olvidé por un momento todo a mi alrededor. Había dejado de lado el gran sueño de ser maestra de música, puesto que en largos meses no había una respuesta por parte del instituto. Daba por muerta aquella oportunidad, y mi mente se ocupó en otras cosas para no tratar de pensar en lo que no fue. Hace cuatro meses, recién terminaba con Rubén, mi único propósito era irme lo más lejos posible de todo y olvidarlo el dolor de su traición, empezar una carrera al otro lado del mundo y pensar en mí y nada más que en mí...

Sin embargo, ahora mi vida ha dado un gran giro que no me esperaba, pero que no quiero que termine nunca. Cayendo de vuelta a la realidad, la emoción y la felicidad de haber sido aceptada en el instituto, se convirtió en una dolorosa flecha que atravesó mi corazón y lo desgarró con la punta de la misma, deslizándose salvajemente por aquel órgano tan vital hasta dejarlo hecho añicos.

Quiero cumplir mis sueños; es todo lo que he soñado incluso desde que era tan solo una niña. En el mismo instante en el que mi amor por la música despertó, no hubo ningún otro sueño que impidiera desea, Pero costear una maestría especialidad es algo que nunca me permitiría pagar por lo que mi amor por las pantas me llevó a lo que actualmente estudio hoy. Por el otro lado, está mi madre, Katie y ahora Keith; los únicos que realmente me atan a la tierra de un olvido. ¿Podría estar lejos de ellos por un año completo? ¿Podría dejar de lado el amor y la compañía de los que realmente me importan por un sueño? ¿Podría dejarlo ahora que estamos juntos? ¿Podría estar lejos del calor de sus besos y la comodidad de sus brazos?

Mama estaría muy orgullosa y feliz por mí.

Katie, aunque con tristeza, también se alegraría por verme hacer lo que realmente me gusta.

Y, Keith... ¿él que pensara de los kilómetros de distancia que nos separaría, a pesar de saber cuan feliz se ve por mí?

¿Es normal sentirme tan contrariada? Es la primera vez que me debato entre querer un sueño y quedarme junto al dueño de mi corazón. Los dos son tan importantes para mí; los dos me hacen suspirar profundamente de añoranza; cada uno me deleita con una felicidad para nada fingida.

-Te dije que te iban a aceptar, Mel - escuchar la voz de Jordán me sacó de mis pensamientos-. Eres extraordinario. Aunque vaya a extrañar a mi pareja en el escenario, no voy a mentir en lo feliz que me siento por ti. Esa beca te lo merecías más que nadie en el mundo; aprovecha cada segundo allí para ser mejor tanto en lo personal como en lo profesional. Y, por favor, nunca te olvides de este pobre hombre. Avísame cuando te vayas, así para ir a despedirte. Tengan bonita noche - sin esperar respuesta alguna se marchó.

-Vayamos a cenar, mi amor.

-Sí... - salimos del orfanato tomados de la mano.

De camino al restaurante el silencio fue incomodo, ninguno de los dos sabíamos que decir ante el pronto viaje que debía realizar. Es la única oportunidad que tengo en la vida y, aunque duela dejar el hogar, la amistad y el amor, hay que ser conscientes de que los sueños se deben atrapar con las manos y no soltarlos hasta cumplirlos. Las personas siempre estarán allí; esperando u olvidando un recuerdo.

-¿Qué opinas?

-Ya te lo dije, bonita; me siento muy feliz de que vayas a cumplir tus sueños. No sabía que el gusto por la música fuese tan grande. Soy feliz al ver esa sonrisa llena de ilusión y esperanza cuando abriste aquel sobre.

-Keith, el curso dura un año; un completo año en el que estaremos muy lejos el uno del otro.

-Están los teléfonos, también puedes venir en vacaciones o puedo ir yo - sonrió melancólico-. ¿Cuándo te irías? Porque si va a ir, ¿o no?