jeonghan se enamoró sólo para darse cuenta de que nunca podría ser correspondido. perdido entre la tristeza y el rechazo se encontró con alguien que blasfemó amarle.
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41. He knows;
Contarle a Seungcheol lo que sucedía en mi vida amorosa fue el momento más incómodo de mi vida. Creí que solo tendría que salir de clóset una vez. Estaba equivocado. Tres días después de la conversación que tuvimos no tocamos el tema de nuevo, por un breve momento pareció esfumarse. Hasta que, un día de camino a casa, Seungcheol me miró extrañado y escupió su duda como la pregunta más casual.
―¿Y Jisoo? ¿Por qué hoy no estuvieron juntos?
Vernon le miró con confusión y yo casi me ahogó con mi propia saliva.
― ¿Por qué tendría que ir siempre con Jisoo? ―cuestionó Vernon con el tono de voz más inocente que jamás oí en otro chico de nuestra edad.
Sentí un sudor frío recorrer mi nuca.
Seungcheol parecía ser quién no entendía el curso de la conversación. Oh, claro; en algún rincón de Seungcheol se mantenía viva una pequeña llama de esperanza de que tendría el mismo coraje de contarle a Vernon como lo hice con él. Buscó mi mirada haciendo una pregunta silenciosa. Por supuesto que no había hablado con Hansol; es decir, cómo lo haría. Estaba seguro de que le molestaría saber ahora luego de tanto tiempo, sobretodo después de que él confió en mí desde el primer momento en el que comenzó a recibir las cartas de Seungkwan.
―Creo que tienes razón ―sentenció después de ver pánico puro en mis ojos.
Hansol frunció sus cejas y presionó sus labios en una mueca, notando lo nervioso que estaba Seungcheol que, no podía evitar verme a mí, tratando de esquivar otro desliz. Está hecho, pensé. Vernon podía ser inocente y distraído, pero tratarle de tonto era un error. Separó sus labios y los formó en una bonita "o" algo conectó en su subconsciente y entonces su confusión se disipó.
Volvió a sonreír como si la situación actual fuera bastante divertida. Soltó una risilla y entonces me codeó el brazo.
―Lo sé desde hace unos días ―dijo sin perder su buen humor.
Detuve mi andar abruptamente. Ellos imitaron mi acción.
Seungcheol y yo nos giramos a él con asombro, Hansol río con más ánimos, se sujetó el estómago y cuando no pudo contenerlo más, estalló en carcajadas.Tomó aire como pudo y me señaló con el dedo índice aún doblado, partiéndose de risa.
― ¡Estás rojo!
― ¿Cómo lo sabes? ―preguntó Seungcheol.
Vernon no se molestó en responder de inmediato, estaba ocupado burlándose de mi avergonzada expresión.
― ¿Te lo dijo Jisoo? ―pronuncié bajo.
Me llevé una mano a mi rostro en un intento de ocultarme de la vista de ambos. Pensé en Jisoo y la usual y juguetona expresión que solía llevar la mayor parte del tiempo. No me sorprendería que lo hubiera dicho así, sin más, mientras conversaba con sus amigos. Mi corazón se estremeció; oh, ese hombre era demasiado transparente. No estaba seguro de sí era mayor mi vergüenza o mi emoción.