ROUGE

Eat

23. U kissed me, tho;

Arrastré los pies hasta la cafetería, a la par que camina junto a Seungcheol y Vernon. Escuchaba como Vernon hablaba sobre algo gracioso que había sucedido el día de ayer en su casa, y de lo molesta que había estado su madre después de la broma inocente que le juraron él, su hermana menor y su padre. Todo fue idea de su padre así que Vernon había logrado de salvarse de un gran castigo, pero por la forma en la que contaba la historia no parecía arrepentirse de nada.

Seungcheol se rió, casi un poco alto, lo suficiente para que algunos chicos a nuestro alrededor se giraran a ver, sólo por un par de segundos antes de volver a lo suyo. Vernon se mantuvo contando el resto de la historia y yo pasé una mano por los cabellos sueltos que me caían sobre los hombros.

A veces era mucho problema tener el cabello largo y comenzaba a pensar en cortarlo, lo suficiente como para que fuera fácil llevarlo. Me detuve a considerarlo un poco, Seowoo se pondría triste si le contaba que ya no necesitaría de su ayuda para cepillarlo ni mucho menos para peinarlo cuando ambos estábamos en casa y nadie veía. A ella le gustaba trenzar mi cabello y decorarlo de distintas formas. Se lo permitían siempre y cuando no me obligará a salir a la calle luciendo de esa manera.

- ¿Qué comerás?

La voz de Seungcheol resonó en mis oídos a tan corta distancia que sentí como mi piel se erizaba, más sin embargo, mi expresión fue impasible y por lo tanto nadie notó nada, ni siquiera él.

-No lo sé, pizza.

Seungcheol frunció sus labios a manera de disgusto y después negó repetidamente con la cabeza. Mis hábitos alimenticios no eran los mejores, pero al menos tenía el menú de mi madre para equilibrar las cosas.

-Comes muchas porquerías -replicó.

No tuve como rebatir eso y simplemente me encogí de hombros, continué mi camino e hice fila esperando a que fuese mi turno para poder ordenar. Seungcheol se colocó detrás de mí y Vernon nos siguió de cerca. Su anécdota había terminado, y ahora los ojos se le iban a cierta parte del comedor escolar, donde se encontraban algunos chicos de la clase cuatro, y por supuesto, el interés quizá-amoroso de Vernon. Seungkwan.

Esperé dándole la espalda a la persona delante de mí y mientras Seungcheol decía algo sobre la clase de química me dediqué a mirar con diversión a Vernon, quién, tal vez, no se daba cuenta, pero se comportaba de una forma muy obvia, o al menos yo lo veía de esa así. La manera en la que sus ojos escaneaban la cafetería en cuanto no tenía nada más que decir, y después simplemente se mantenían fijos en un punto, en alguien.

Me llevé las manos a los bolsillos del pantalón de tela del uniforme y busqué el dinero suficiente para pagar mi almuerzo, tomé la bandeja y salí de la fila, quedándome en un borde de la línea final, aguardando por Seungcheol y Vernon, aunque imaginaba que hoy tampoco comería con nosotros, no después de esas miraditas que había mandado desde que habíamos hecho fila para comprar el almuerzo.

-Oigan, veríamos ir a saludar a Mingyu y los chicos...

Vernon mantuvo los palillos en sus manos y la mirada en su comida mientras la picoteaba, haciendo un leve puchero con sus labios, tratando de sonar casual.

- ¿Deberíamos? -cuestionó extrañado Seungcheol.

Aparté la mirada de la pizza y miré a Vernon por encima de mis pestañas, viéndole sonrojar al instante. Mis labios intentaron formar una sonrisa que yo me esforcé en estrangular y me llevé el refresco de cola que había comprado a la boca para disimular mis crecientes ganas de decir algo más para acorralarle. No lo hice y después busqué una manera de sacarle de la curiosa pregunta que Seungcheol soltó.