jeonghan se enamoró sólo para darse cuenta de que nunca podría ser correspondido. perdido entre la tristeza y el rechazo se encontró con alguien que blasfemó amarle.
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39. I used to like you;
Paso a paso continué mi andar por el instituto.
Abandoné a Jisoo y mi almuerzo, para seguir a una distancia prudente a Seungcheol que se había cansado de correr y había solicitado una prudente distancia de dos metros.
―Para, hablemos de esto ―dije mientras me daba la espalda.
Seungcheol tardó un momento en reaccionar a mi voz, parecía estar absorto en su mente. Tal vez seguía pensando en lo que vio.
Sentí un nudo en la garganta, solo nos vio besarnos; no estábamos haciendo algo malo.
―Hey ―volví a decir, forzando mi voz ―, hablemos.
Seungcheol parecía fingir no escucharme.
Le seguí por todo el instituto hasta llegar a la pista de atletismo, éramos los únicos aquí, pero me sentía como un idiota por seguirle sin obtener una respuesta de su parte. Todos mis miedos se estaban volviendo realidad, no pude evitar pensar preguntarme cuál sería su reacción si supiera que me gustó. Si por un momento hubiera cruzado por mi mente ser sincero con él antes de Jisoo, antes de Gemsuk.
¿Asco? ¿Rechazo?
Quería que por lo menos me lo dijera de frente. Presioné con fuerza el móvil que sostenía en mi mano, la pantalla estaba estropeada.
―Hey, Seungcheol ―le volví a llamar.
No dudé en lanzarle el celular a la cabeza cuando me ignoró de nuevo. El golpe fue fuerte y eso le detuvo, se quejó de dolor, pero no me importó. Imbécil. Se llevó una mano a la parte posterior de su cabeza y giró su cuerpo encarándome.
― ¿Estás loco? ―exclamó.
Las emociones se mezclaron cuando le vi de frente. Estaba molesto, pero aún sentía miedo, un ligero temblor en mis manos que no sabía identificar que lo detonaba. Seungcheol tragó saliva cuando vio mi rostro.
―Te estuve siguiendo como un idiota por toda la escuela ―repliqué molesto ―, y eres tan estúpido que solo con golpes entiendes.
Al diablo, estaba furioso.
― ¿Acaso te doy asco ahora? ―solté ―. ¿Te decepciona saber que resultó ser cierto lo que todos decían?
Seungcheol me miró en silencio, asombrado. De pronto, parecía que el golpe en su cabeza no dolía más, hizo un ademán de responder a mis preguntas, pero su boca no emitió ningún sonido. Jadeó pesado.
Cerré mis puños con fuerza conteniendo las ganas de volverle a gritar que era un imbécil.
― ¡Di algo!
Seungcheol simplemente me miró.
― ¡Di algo, idiota!
― ¡Por qué no me lo dijiste! ―espetó, su grito fue una mezcla de emociones que no pude distinguir, miró unos segundos al piso confundido ―. Todo este tiempo te defendí porque esos comentarios parecían molestarte, pero hoy... tú estabas besándote con un chico...
― ¿Y qué? ―escupí.
Seungcheol se molestó al oírme bramar como si no estuviese entendiendo el sentido de sus palabras.
― ¡Te lo acabo de decir, idiota! ―replicó. Me estaba cuestionando si realmente estábamos teniendo una conversión ―. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no confiaste en mí? Yo no entiendo mucho, pero eres mi amigo... ¿Somos realmente amigos?
Eso me dolió.
Me quedé sin palabras y de repente noté que Seungcheol estaba conteniendo las ganas de llorar. De verdad, estaba lastimado.
―Yo...
―Sé que debí notarlo pero, ¿por qué no me contaste? ―su voz se debilitó.
Le miré fijamente sin saber realmente cómo responder, de pronto había olvidado que estaba molesto con él. Seungcheol me miró cabizbajo de pronto los dos nos habíamos quedado en silencio, estábamos frente a frente solos en la pista de atletismo. Estaba seguro de que el almuerzo terminó y ambos habíamos perdido la clase.
―Tienes razón, no te lo dije ―comencé a decir con un tono de voz más calmado ―. Somos amigos, pero también somos chicos, y yo... no estaba seguro de cómo reaccionarías. No quería arruinarlo.
Mis manos volvieron a temblar, y esta vez supe que se trataba de miedo, me sentía nervioso, estaba siendo sincero de una manera que me resultaba vulnerable. Estaba tan acostumbrado a ocultarme entre los demás que era extraño y aterrador, era aterrador estar confesando lo que realmente sentía.
― ¿Arruinar qué?
―Nuestra amistad.
El aire parecía escaparse de mis pulmones con cada palabra que pronunciaba, mis fuerzas para gritar se habían ido. Seungcheol no apartaba su mirada de mí y en ese momento supe que tenía que decirlo. Tenía que por lo menos ser completamente sincero esta vez.
Sonreí débilmente.
―Solía quererte más que como un amigo ―confesé ―, así descubrí que podían gustarme los chicos, y eso me llenó de miedo. No podía simplemente decirlo, sabes. Por eso digo que eres un idiota, no me culpes de todo.
Seungcheol alzó las cejas en total sorpresa. Eso era mejor que una mueca de asco.
Aparté la mirada de él y miré al cielo, exhalando con fuerza, me lleve una mano al rostro en un intento de ocultarme, a pesar de haber decido guardármelo, lo había confesado. Sentí un peso menos sobre mis hombros, un secreto menos.
―Supongo que esto es peor que verme besar a un chico, ¿eh? ―intenté aligerar el ambiente y me forcé a bromear.
No funcionó, Seungcheol no me siguió el rollo y me estremecí al creer que sólo había empeorado la situación.
―Jeonghan...
― ¿Qué?
Contuve la respiración, preparándome para lo peor.
―Lo siento ―musitó ―, En serio, no lo sabía.
Reí.
¿Acaso acababa de disculparse? ¿Por qué?
No puede evitar mi risa, lágrimas corriendo por mis mejillas. Estaba llorando.
