9. You little...
Coloqué el vendaje tratando de crear la presión correcta. Pero bueno, no tenía tanta experiencia con la técnica.
—¡Auch! Duele...
—¡Cállate!Jisoo escondió la cabeza entre sus hombros mientras miraba por el rabillo del ojo a otra parte. Ambos nos encontrábamos en la enfermería de la escuela luego de que nuestro partido terminará con un desenlace inesperado.
Durante la última ronda todo se había vuelto más reñido quizá debido a que estaba jugando mejor de lo que esperaban o simplemente el hecho de que algunos si les importaba lo que un partido no oficial sin ningún tipo de reconocimiento dictaminará. Y en medio de toda la riña entre el juego yo terminé siendo empujado por un movimiento de Mingyu al tratar de rebotar el balón que había lanzado con la intención de encestar de nuevo y volver aún más grande la brecha que nos separaba en el marcador; el punto es que perdí el equilibrio e iba a caer de espalda contra el suelo, pero Jisoo estuvo en el momento y en lugar equivocado, terminé cayendo sobre él y lastimándole el tobillo derecho y algo así como haberlo sofocado, no me la creí tanto, no era una ballena.
—¿Has hecho esto alguna vez?— preguntó sin la intención de ser grosero.
Levanté la mirada hacia él. Él se encontraba en una silla y yo arrodillado frente a él junto con el kit de primeros auxilios. Había sido técnicamente mi culpa lo de su tobillo por lo que fui yo quien tomó la responsabilidad de llevarle a la enfermería. Lo que no me esperaba es que la enfermera se encontrará ausente. Jisoo cojeaba de su pie y parecía dolerle. Simplemente pensé en que sería una buena idea.
—Puedes hacerlo tú.
Jisoo soltó una sonrisa mientras intentaba cubrirla con su mano, sus ojos parecieron curvarse felices y negó de inmediato, intentando reestructurar su pregunta de hace un momento.
—Gracias...—hizo una pausa y lo pensó un segundo—. Por traerme hasta aquí y vendar mi tobillo...
Su comentario me hizo retomar lo que había dejado. Esta vez Jisoo hizo su mayor esfuerzo por no quejarse. Y yo traté de ser más delicado. Al final el vendaje salió mejor de lo que esperé y le terminé colocando un poco de cinta de tela que venía en el kit. Miré por último sus piernas tratando de encontrar otra herida. Jisoo estaba usando deportivos que le llegaban por debajo de la rodilla. No noté nada a simple vista y decidí que mirarlo demasiado sería raro e incómodo.
—Seguro que la enfermera te dará algo para el dolor— dije poniéndome de pie—. Con eso aguantaras.
Guardé todas las cosas del kit y lo tomé para devolverlo de donde lo había sacado. Jisoo no esperó cuando vio que estaba dispuesto a cruzar por la puerta.
—¿Te irás?
—La clase está a punto de terminar— repliqué.La expresión de Jisoo fue más clara que el agua. Él asintió como si entendiera, pero todo su rostro gritaba que deseaba que me quedará y por un segundo pensé seriamente en ignorar eso y volver antes de que se acabará el tiempo para tomar una ducha. Rodé los ojos e hice mi camino de nuevo a él, cogiendo otra silla para sentarme a un costado a esperar a que la enfermera volviera.
—¿No te ibas ya?
Me crucé de brazos y suspiré prolongadamente.
—Es mi disculpa por caerte encima.
Jisoo me miró con una sonrisa que parecía no desgastarse. Yo no le miré en ningún momento, pero eso no le importó. Sentí como volvían esos ojos curvados de felicidad y me pregunté que tenía de bueno estar en la enfermería con un tobillo lesionado y un chico apestando a sudor junto a él.
Sentí una presión en mi hombro y puede imaginar de inmediato que estaba sucediendo, pero quise descartar esa idea. Miré a Jisoo por el rabillo del ojo y mis peores miedos se hicieron realidad. Jisoo tenía su cabeza recargada en mí como si fuéramos una pareja sacada de alguna novela cliché.
—Es tan frustrante verte ir y no poder seguirte— suspiró.
Su comentario fue... Debió guardárselo para sí mismo. No respondí y en cambio di una honda respiración en señal de incomodidad; pero él pareció no entenderlo o sólo no le importó. Quise moverme un poco pero nada de lo que hice surtió efecto. No le quería así de cerca y al mismo tiempo no quería simplemente pararme. Estaba herido y sólo por eso lo iba a soportar un poco, aunque su falta de sentido sobre el espacio personal estuviese muy dañada.
—¿Te comió la lengua el gato?
Moví mi codo para intentar golpearle y él dejó escapar un risilla como si su broma hubiese surtido el efecto deseado.
—Debes dejar de decir cosas cursis, es de maricones— comenté con cierto modo burlón, no estaba de humor para reñir con él.
—Pero soy uno. Tú lo has dicho.Sacudí mi cabeza.
—Se supone que deberías negarlo.
—Es la verdad.
—¿Honesto como un niño bueno?— dije riéndome.
—Sólo me gustas y ya; no tiene gran ciencia— dijo de modo más soñoliento, como si estuviese quedándose dormido.No podía creer que estuviésemos hablando sobre eso en la enfermería de la escuela, en realidad no pensé siquiera que el tema vendría a colación. Pero ahí estábamos los dos, hombro a hombro, la cabeza de Jisoo acurrucada tratando de tomar una siesta, matando tiempo en lo que volvía la enfermera; encerrados en una pequeña habitación de cinco metros cuadrados, hablando sobre la situación "no amorosa" en la que nos encontrábamos. O más bien sobre el acoso de Jisoo a mí.
—En cuanto la enfermera crucé esa puerta me iré— declaré sin la mínima intención de continuar el anterior tema.
Jisoo se tomó un par de segundos para responder y cuando lo hizo fue casi medio dormido.
—Gracias por quedarte.
Su voz fue casi nula y sus palabras algo barridas agregándole que un sutil bostezo escapó de sus labios al finalizar. Y por alguna razón me sentí un poco conmovido al hecho de que el Jisoo herido era demasiado agradecido, a diferencia de su forma arrogante y burlona de ser habitual.
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161019En este fic me visualizo al Jeonghan como esas personas que puede gustarles alguien y no problem, pero que siente cosita cuando alguien gusta de él.
Resubido 14 Diciembre 2021
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ROUGE
Fanfictionjeonghan se enamoró sólo para darse cuenta de que nunca podría ser correspondido. perdido entre la tristeza y el rechazo se encontró con alguien que blasfemó amarle.