Lunch

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42. My lovely boyfriend gets shy;

Respiré hondo cuidando de no emitir ningún sonido en mi acción. Bajo la sombra de un gran árbol, alejado del bullicio de los estudiantes y profesores, Jisoo y yo compartíamos la hora del almuerzo, sentados en una banca de estudio que se adaptaba perfectamente a una mesa comedor. Miré de reojo a Jisoo que sostenía el bocado en sus labios, atento a su celular leyendo un texto de mensaje. Su atención robada por un instante, me produjo la necesidad de recordale que estábamos ahí, solos. Detuve abruptamente el curso de mis pensamientos, cerré los ojos y reflexioné lo que acababa de pasar por mi mente. Estaba celoso. De una manera infantil, podría catalogarlo como un capricho; deseaba toda su atención, casi de una forma egoísta. Estaba ya tan acostumbrado a recibirla sin solicitarlo que, ahora parecía un crimen no recibirla. Me removí, inquieto. ¿Qué más daba admitirlo ahora?

Examiné por el rabillo del ojo a Jisoo de nuevo, continuó con la mirada fija en su celular, digitó una respuesta sólo con su pulgar libre, fluído. Pensé en preguntar de quién se trataba, incluso en bromear sobre lo concentrado que estaba. Ninguna de las dos opciones las llevé acabo. Permanecí espiándole, silencioso, me rendí. Dejé de lado mi almuerzo y entrelacé los dedos de mis manos sobre mi regazo, me dejé caer en su hombro lentamente. Miré alrededor en busca de una distracción para la sensación cosquilluda que comenzó acunarse en mi estómago. Sentí a Jisoo tentarse bajo mi toque, buscaba encararme y giró su rostro a mí. Ahora, tenía su atención. Oí el sonido de los palillos cuando los guardó en su respectivo recipiente y su celular caer delicadamente en la banca. Sea quién fuere ya no era prioridad de Jisoo.

― ¿No tienes hambre? ―preguntó genuinamente preocupado.

Negué débilmente, sin moverme mucho.

― ¿Todo bien con los chicos?

Ya lo sabía, la mayor parte, claro omitiendo los momentos vergonzosos que pasé, Jisoo tenía un amplio conocimiento de cómo iba todo con mis amigos. Este sólo era un gesto más de amabilidad,  no tenía idea de qué estaba sucediendo, pero estaba dispuesto a escucharme, aunque eso significará darme un pequeño empujón.

Decidí que era oportuno preguntar ahora que estaba deseoso de escucharme.

― ¿Quién era? ―pregunté.

Jisoo río por lo bajo, suave y enternecedor. Deseé verle en ese momento, pero mantuvé mi cabeza acunada en su hombro.

―Mi madre, preguntó si no olvidé mi almuerzo y sobre lo que podría elegir para mañana.

Su respuesta fue simple y honesta. Me sentí eufórico de saber eso, sólo saber. "Oh" gesticulé. Estaba hablando de comida con su madre.

― ¿Pensaste que estaba hablando con alguien más?

Su voz continuó con un matiz suave y dulzón, la pregunta, simple curiosidad. Lo analicé por unos instantes, realmente no tenía idea quién pudiera ser, sólo me concentré en lo callado que había estado mordisqueando su comida. El almuerzo parecía ser corto a su lado, y cada segundo era valioso.

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