Apologetic

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19. I'm not mat at you;

En un abrir y cerrar de ojos las cosas de nuevo habían cambiado drásticamente. Seungcheol otra vez se paseaba en los recesos conmigo y Vernon. Se había acercado con una sonrisa tímida mientras Vernon escupió su sopa instantánea, no lo esperaba. Y, aunque, Vernon se disculpó por ser tan grosero al reaccionar así, no tardó en invadirlo con preguntas que le incomodaron, por supuesto. Seungcheol no se quejó y volvió a contar la historia sobre como Geumsuk le había pedido terminar su relación, omitiendo la parte en la que yo estaba metido en todo esto, porque sí, la chica se sacó todo. Y, es que ni siquiera yo esperaba que en medio de su ruptura ella dijera que yo estaba enamorado de Seungcheol. Sentí un retorcijón en el estómago y sonreí fugazmente, todas y cada una de las veces que ella me había visto a los ojos, era justo como lo pensaba, ella lo sabía.

En pocos días, todo volvía a ser como antes. Seungcheol se pasaba la mayor parte del tiempo conmigo, y había pasado de ser un alma solitaria en pena, a volver a ser Jeonghan, el mejor amigo de Seungcheol de quien no se despega. Y, por un momento todo eso se sintió bien, me sentía bien estando al lado de Seungcheol, me agradaba escucharle reír y hacer bromas, e incluso cuando intentaba hacerme molestar, como los días que asistíamos a la secundaria y nada nos preocupaba, no me incomodaba.

Pero, había momentos en los que salía de la pequeña burbuja en la que me encontraba, porque quizá Seungcheol lo había olvidado en el calor de la borrachera y probablemente ahora era un sueño borroso, a diferencia de mí, lo recordaba; me besó, y era estúpido, porque el problema no era en sí el beso, sino qué siempre que lo recordaba no podía evitar volver a revivir la ocasión en la que Jisoo había hecho exactamente lo mismo, y es que ambos habían sido apenas y un roce, efímeros y puramente piel contra piel, aun así, se sentían completamente diferentes. No había punto de comparación. Me aterraba, sí lo hacía, porque cuando recordaba a Jisoo susurrando las últimas palabras antes de acercarse a mí no podía evitar sentir mi corazón estremecerse y anticiparme a la emoción de lo que le seguía. Y, era ese momento en el que tan rápido como mi corazón se aceleraba sentía un agudo dolor en el pecho. "Lo siento" fue lo último que dijo antes de darse la vuelta e irse.

A veces, sólo cuando me encontraba encerrado en mi habitación me preguntaba por qué no le seguí, porque yo también lo sentía, lamentaba no haberle tratado quizá con un poco más de amabilidad o haber dicho algo más cuando caminamos juntos de regreso a mi casa. Debí sonreírle un poco más, no lo sé, debí haber hecho más. Siempre me repetía eso, pero qué más podía hacer. Le había dejado ir y me reusaba a llorar sobre algo del pasado. Yo le dejé ir sin decir ni una palabra, porque en su momento eso me había parecido lo mejor. Y, ahora, le veía de vez en cuando sólo por los pasillos junto a sus amigos, parecía feliz y de nuevo volvía a tener esa sonrisa con la que siempre encaraba mis crueles palabras, y lucía casi como si nunca hubiese estado al borde de las lágrimas suplicando un poco de compasión de mi parte, que muy en el fondo sabía que él hubiese querido recibir.

Vernon en ocasiones hablaba de Jisoo, y aunque yo le escuchaba pacientemente, ansiaba ñque dejará de hablar y cambiará de tema, porque me dolía, me hacía sentir mal y algunas veces se volvía insoportable. Lo había arruinado y para ese momento ya no me importaba realmente sí era correcto o no, pero quería, realmente quería volverle a ver. Pero, justo cuando ese pensamiento cruzaba por mi mente me mordía la lengua y volvía a quedarme en mi asiento, esperando a que Vernon terminará de contar la divertida historia y simplemente respondía con cualquier comentario, buscando desviar el tema a otro asunto. No podía, no sentía tener el derecho de volver a Jisoo de ninguna manera.

Y continué así, me esforcé durante la semana de exámenes finales y volví a casa junto a Vernon y Seungcheol para jugar videojuegos cada viernes, me concentré más en las clases y me esforcé por subir mis notas. La mamá de Seungcheol se sorprendió cuando volví a deambular por su casa, pero no hizo muchas preguntas y eso yo lo agradecí muy en el fondo. Volví a tener la vida de hace unos meses, pero ya no me parecía tan divertida. No me gustaba pasar todo el tiempo con Seungcheol y me molestaba ir a los recesos, y mantenerme a la espera de una ruidosa aparición, que nunca llegaba.

—Oye, ¿te encuentras bien?

Seungcheol se sentó junto a mí en las gradas. Era la hora de la clase de educación física, seguíamos rotando junto con las otras aulas de segundo grado, y ahora de nuevo nos tocaba compartir el gimnasio junto a los chicos de la clase de Jisoo. Fingí haber tenido dolor de nuevo en la pierna que me había fracturado y el profesor simplemente me creyó sin decir mucho.

Entorné a los ojos de Seungcheol cuando le noté poniéndose muy cómodo. Hoy iban jugar soccer y yo estaba más que dispuesto a verles correr de un lado a otro, aquí, sentado, en la fría y plana grada.

—No sé de qué hablas —dije, desinteresadamente —. Si es sobre mi pierna sólo incomoda un poco, igual no quiero arriesgarme.

Mi respuesta no pareció complacer a Seungcheol. Y lo odiaba. Odiaba que me conociera tan bien.

—Si tú lo dices, pero yo hablaba sobre... ¿Cómo decirlo? Últimamente, parece que no eres tú mismo.

—Estás imaginando cosas.

—Jeonghan.

—Estoy bien, deja de molestar.

El silencio se hizo presente. Escuchamos perfectamente cuando el profesor hizo sonar su silbato haciendo venir a los primeros equipos que se enfrentarían, a la cancha.

—Si es por lo de esa noche, lo siento.

Dejé de mirar a la cancha para encarar a Seungcheol que se removía incomodo a un costado de mí, no me estaba mirando y parecía como si le costará formular las palabras, le oí tomar una fuerte respiración y por un instante me sentí sin palabras porque era tan extraño verle de esa forma.

— ¿Qué dices?

—Digo que lo siento.

—Sería genial si aclararas el porqué.

Seungcheol frunció sus labios y tragó en seco antes de girarse a verme por un instante.

—Estás enojado por el beso, ¿verdad?

Sus palabras me tomaron por sorpresa, y en verdad no lo esperaba venir. Seungcheol recordaba el beso que me había dado en medio de su borrachera, que parecía tenerle en otra dimensión. Y por alguna razón, reí, girando de nuevo a ver el partido que había comenzado y sin más le respondí.

—No seas idiota, no estoy molesto por eso. Ni siquiera lo recordaba ya.

°*°*°*°*°*°*°

Leí a alguien decir que quería especial por navidad, pero lo que saben es que no tengo espíritu navideño ;u; pero igual pondré a trabajar las manos, a ver que sale.

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Resubido 14 Diciembre 2021

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