Idiot

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8. I'm good at playing;

Durante varias semanas el profesor Jae había estado ausente debido a una lesión grave, llevábamos tres semanas sin entrar al gimnasio, hasta que la directora decidió que mezclarnos con otras clases era mejor a tener que ver a la clase dos deambular por toda la escuela.

No es que odiara hacer deporte, sino que odiaba lo que implicaba; cambiarme en un lugar aglomerado de chicos mientras soltaban sucias bromas o hablaban de cosas sin sentido, o el hecho de que las duchas eran abiertas, tampoco me gustaba sudar. Así que, Seungcheol decía que no me gustaba el deporte en sí, era mucho más fácil que admitir, que estar alrededor de tantos chicos me generaba incomodidad.

Abrí el pequeño casillero que tenía frente a mí y coloqué la maleta dentro, la otra clase estaba ya en el gimnasio esperando que saliéramos, el profesor había mencionado algo de que jugaríamos en equipos de cinco, probablemente baloncesto, ya que podía escuchar perfectamente el sonido del balón rebotando contra el suelo y el sonido tan característico cuando dribleaban.

Saqué la camisa holgada y mis deportivos negros que hace tanto no usaba, ate mi cabello en una coleta descuidada y sin pensarlo dos veces retiré mi camiseta y la tiré dentro del casillero, procedí a quitarme los zapatos y sentí el frío de las baldosas en la planta de mis pies desnudos, sentí que la piel se me erizaba, y un escalofrío subió por toda mi espina dorsal; podía escuchar el parloteo de todos, riendo y contando bromas tontas mientras otros sólo explotaron en risas.

Miré por el rabillo del ojo a mí alrededor, nadie estaba realmente mirándome, bajé mis pantalones de inmediato y los aventé junto con mi camisa. Tomé los deportivos y en un rápido movimiento me los coloqué. Volví a mirar a mí alrededor y logré divisar a unos chicos de mi aula. Incluso aquí algunos esparcían rumores acerca de cómo lucía. Era molesto. Desvié mi vista lejos de ellos como si no les hubiese notado que me miraban mientras murmuraban cosas y me puse la holgada camisa que tenía el enorme número "trece" detrás, de color negro haciéndole juego a mis deportivos, me coloqué los tenis y en el preciso momento que terminé, cerré de un golpe mi casillero al igual que otros chicos y fui hacia el gimnasio.

Vernon ya se encontraba jugando con algunos chicos de la otra clase, reconocí perfectamente a tres de ellos. Jun, Mingyu y Jisoo. Descarté la idea de acércame a ellos y fui a donde se encontraba Seungcheol sentado en las bancas; observaba atentamente el partido mientras el balón iba de un lado a otro en la cancha. No dude en caminar a donde estaba él y sin decir una palabra me senté junto a él.

Seungcheol me miró y sonrió, sentí un hormigueo, me sentí extraño. Hace mucho que no nos hablábamos realmente, su vida ahora sólo giraba entorno a Geumsuk.

— Hey— dijo con alegría —. ¿Por qué esa cara?

Pasó su mano sobre mis cabellos y los revolvió mientras mantenía su gran sonrisa y se acercaba más a mí, su toque fue suave y dulce, pero simplemente buscaba fastidiarme, sabía que no me gustaba que enredará mis cabellos de esa manera.

Tomé su mano y la aparte, tratando de ocultar el hecho de que sí, me gustaba. Me gustaba que él hiciera este tipo de cosas porque me hacía sentir especial, como si yo realmente le importara.

—Te he dicho que odio que hagas eso.

Él rió, encogiéndose de hombros.

—Es por eso que lo hago— llevó su mano de nuevo a mi cabeza y solté un quejido mientras alejaba su mano de nuevo.

—¡Eres un gruñón!

Seungcheol comenzó a reír mientras se llevaba las manos a su estómago. Lo fulminé con la mirada mientras deshacía la coleta y volvía a tratar de acomodar mi cabello, pero fue inevitable dejar de verle mientras reía.

ROUGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora