Jisoo

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32. Don't be a drama queen;

Después de que la película terminará y que me quedará sordo por todos los gritos que soltaron los presentes durante el film, decidimos irnos. Jisoo me acompañó a la parada del bus y esperó que yo me fuera primero.

Al llegar a casa, sólo me encontré con Seowoo en la sala, quién estaba viendo Weekly idol. Me acerqué a ella y me senté a su lado en el sofá, empujando sus piernas de la pequeña mesa que teníamos enfrente. Mamá siempre le reñía por lo mismo, no tenía remedio. A mi pequeña hermana le gustaban mucho los programas de variedades, sobre todo aquellos donde ponían muchos divertidos juegos, también le gustaba ver como humillaban a sus idols, y sólo por eso yo a veces veía el programa con ella.

—Oppa, ¿a dónde fuiste esta tarde? —preguntó dejando de lado el programa que aún no terminaba.

Me giré a ella, arqueando una ceja, mientras esperaba ansiosa por mi respuesta.

—Fui a ver una película.

— ¿Con quién?

Fruncí el ceño. Seowoo era un poquito entrometida, pero siempre lo hacía con disimulo, ahora parecía incluso estar desesperada.

—Me ofrecieron un boleto gratis, nada importante.

—No me has respondido, oppa.

Esta vez, ella me miró con mucho más atención y casi sonreía anticipándose a mi respuesta.

— ¿Por qué tanta curiosidad?

Seowoo hizo una mueca, insatisfecha con mi respuesta. Ella esperaba que le contará todo ya. Soltó un pequeño resoplido y me miró discretamente por unos segundos, considerando si sería una buena idea contarme la verdad o no. Al final decidió contármelo.

—Hoy que te has ido, mamá ha mencionado algo,... en realidad varias cosas.

— ¿Cómo cuáles?

Seowoo se llevó una mano a su boca para ocultar el movimiento de sus labios y se acercó a mí, como si estuviese a punto de contarme un gran secreto.

—Ella comenzó a decir que tú no eres así. Mencionó que últimamente usas demasiado tu móvil, y que incluso te ha visto sonriendo a la nada más de una vez. Mamá sospecha que te gusta alguien.

Bueno, sabía que a mamá no podría ocultárselo por mucho tiempo.

— ¿Ah, sí?

Seowoo asintió, fervientemente.

—Entonces, ¿es cierto? ¿Oppa tiene a alguien especial?

Sus ojos parecieron resplandecer de nuevo y se inclinó un poco más, presionándome a que le respondiera de una vez. A Seowoo le encantaba el romance y todo lo que tuviera que ver con él, como cualquier chica de secundaria, y eso incluía mi vida amorosa.

Pensé en lo fácil que sería negarlo todo y decirle que ya era hora de abandonar los manhwas que estaban haciéndole alucinar más de la cuenta, pero negar a Jisoo que nunca lo hizo conmigo, me hacía sentir pesado. La culpa era muy castrante. Ugh, bueno no importaba; era una niña de doce años, sería feliz con sólo saber lo mínimo.

—Vale, mamá tiene razón.

Seowoo dio un salto y cogió mis manos comenzando a chillar de la emoción.

— ¡Oh! ¡En serio!

—Sh, baja la voz —susurré.

— ¡Pero, es que...!

Callé sus gritos cubriendo su boca con la palma de mi mano y me llevé el dedo índice de mi mano contraria a mis labios, haciendo un ademán de que guardara silencio. Mamá estaba en la segunda planta seguramente, y lo último que necesitaba ahora era que ella también comenzará a hacer preguntas, preguntas más específicas.

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