Dreadful

344 48 11
                                    

18. Vernon's Julieta;

Tomé el bus a la escuela más temprano ese día, no tenía mucho interés en dormir últimamente y me costaba bastante conciliar el sueño. Y en realidad no se sentía como descansar, sólo era un parpadeo, algo que demoraba horas; pero, para mí, parecía como si sólo fuesen segundos. Era lunes por la mañana y había tomado el primer bus que se detuvo a unas cuantas calles de mi casa, usualmente me topaba con más de alguien de mi escuela, chicas que iban juntas un grado abajo, o algunos chicos cayéndose de sueño. Hoy era diferente, había compartido el bus con personas que nunca antes había visto, o la mayoría, todos eran personas mayores, vistiendo sus trajes de oficina y bebiendo café para poder sobrellevar el día que les esperaba. Me quedé en la parte trasera observándoles, las manías que tenían y los gestos que hacían mientras veían sus celulares o luchaban por no quedarse dormidos. Una mujer incluso iba arreglándose el peinado ahí mismo sin importarle, y entre miradas a esos extraños el camino al instituto se hizo relativamente corto.

Cuando crucé por la puerta principal sólo vi al guardia de seguridad y nadie más, nadie de mi aula ni siquiera de otra que yo pudiera recordar. La escuela sin alumnos lucía más gris de lo que ya era. Caminé con la mirada baja, viendo como daba un paso más cerca al edificio. Todo estaba tan callado que cuando escuché los pasos de alguien más por donde los casilleros fue casi escandaloso.

Seguí mi camino a mi casillero para poco después darme cuenta de que había alguien más, no parecía estar buscando sus libros, y sólo tuve que pensarlo un segundo más para darme cuenta de que se trataba del casillero de Vernon, de nuevo.

—Hey, ¿qué haces?

Mi voz logró perturbar a la persona que se encontraba delante de mí. Sabía que a Vernon le dejaban cartas, pero después de que el chico bajito fuera descubierto creí que él mandaba todas las cartas directamente, sin ocultarse, ni mucho menos husmeando en su casillero como en las veces anteriores.

—Rayos.

Fruncí el ceño. Esa no era la voz que recordaba.

—Te hice una pregunta —dije, un poco más brusco.

El chico dejó escapar un suspiro y con una lentitud extremadamente desesperante decidió encararme. Alzó las manos, en una de las cuales sostenía un sobre, esta vez color lila.

—Sólo venía a dejar esto.

—Tú...

Me miró extrañado, y por un momento sé que me vi estúpido; era el chico que había visto antes con Jisoo, su amigo el parlanchín que le reñía cuando no le prestaba atención.

— ¿Tú eres amigo de Jisoo?

Frunció el ceño, pero por alguna razón él simplemente asintió, derrotado. Y en ese momento tuve el impulso de hacer otra pregunta, quizá tonta, pero no pude detenerme para cuando abrí la boca.

—Tú escribes las cartas, ¿verdad?

No tuve respuesta de su parte, pero el sonrojo que invadió por completo su rostro me dio una pista grande. Las palabras se le amontonaron en la boca, tratando de explicarme, inútilmente, como es que había terminado frente al casillero de Vernon con una carta que yo sabía que contenía. Y a diferencia del chico anterior, a este lo estaban comiendo los nervios.

— ¿Te gusta mucho Vernon?

Mi pregunta le hizo tragar en seco y de nuevo sus mejillas se coloraron violentamente, y sintió la necesidad de esconder la carta que llevaba en sus manos, pasándola a su espalda; no estaba mirándome directamente, pero sabía cuánto deseaba salir corriendo de ahí antes de tener que responder a esa pregunta que había lanzado sin ninguna pisca de tacto.

—No vas a decírselo, ¿verdad?

Su voz escapó con un ligero temblor, y sabía que el miedo le invadió. Jisoo lo dijo antes, no pensaba decírselo nunca a Vernon. Dispuesto a expresarle cuanto le amaba por medio de letras, pero jamás se lo iba a decir de frente, me pareció castigo suficiente.

—No es mi asunto —repliqué.

Después de un largo momento, tuvo el valor de mirarme, casi incrédulo.

—Pero, sabes... un día lo va a descubrir —le dije e hice una corta pausa mientras le miraba frente a frente —. ¿Qué vas a hacer cuando sepa que eres tú quien le escribe?

El rostro del chico se deformó en una mueca, mantuvo sus labios presionados, como si ya le hubiesen dicho lo mismo un montón de veces antes, y por un momento creí que me gritaría algo. Yo no era quien para decirle lo que era más que obvio.

—Yo sólo lo enfrentaré —musitó muy bajo.

Su voz fue un doloroso lamento.

—Lo sabía desde que mandé la primera carta —confesó, y sonrió, fallando en el intento —, así que no importa que me odie, ya lo esperaba.

°*°*°*°*°*°

¿Alguien de aquí es multifandom? Me da curiosidad  saber.

Lamento haber demorado tanto, pero a mi familia le gusta mucho la party, ahre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lamento haber demorado tanto, pero a mi familia le gusta mucho la party, ahre. Felices fiestas n.n

161230
Resubido 14 Diciembre 2021

ROUGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora