Family

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28. She's about to find out;

Me encogí de hombros cuando sentí una ligera brisa helada, el invierno se acercaba cada vez más y el fin del semestre también. Las personas pasaban a nuestros costados esquivándonos sin siquiera mirarnos, ocupados en sus propios asuntos mientras que algunos hundían las manos en los bolsillos de sus ropas a causa del gélido frío. Jisoo caminaba junto a mí en silencio, mientras yo contaba mentalmente las calles restantes para llegar a casa.

Era sábado, seguramente Seowoo y mi madre estarían en casa desde hace rato ya. Sólo esperaba que mamá haya preparado un poco más de comida o de lo contrario estaría un poco cabreada y me reñiría, una vez que Jisoo se fuera, claro está.

— ¿Recuerdas a mi hermana? —pregunté simplemente para hacer un poco de conversación.

Jisoo se giró a verme y asintió, estiró la comisura derecha de sus labios y rodó los ojos hacia arriba tratando de recordar el nombre de mi hermana menor.

—Seowoo, ¿no?

—Sí —hice una pequeña pausa y decidí seguir hablando —. Es muy posible que ella esté, así que te diré de antemano que quizá, muy probable, no pare de hablar... Y es algo rara.

Él rió, pero se mantuvo asintiendo en señal de que lo entendía. Me sentí un poco incómodo por tachar a mi hermana de rara, pero ella era demasiado cuando mis amigos iban a casa y lo último que quería es que Jisoo se sintiera hostigado por Seowoo.

—En serio es algo rara...

—Es tu hermana, me agrada —declaró.

Suspiré por lo bajo cuando dejé de contar y nos encontramos frente a la puerta de mi casa. Acerqué mi mano al timbre y toque dos veces seguidas para que supieran que era yo. Escuché el golpeteo de las pisadas de alguien, que parecía correr hasta el recibidor. Juraba que era Seowoo, porque nadie se encaminaba a la entrada a tal velocidad como si de una maratón se tratase.

La puerta fue abierta de golpe y entonces pude ver a mi pequeña hermana con algunos cabellos rebeldes sobre su rostro mientras una gran sonrisa prevalecía en su nívea cara. Sus ojos fueron rápidamente de mí a Jisoo, y justo en ese momento le vi actuar un poco cohibida.

—Oppa, papá está en casa —anunció, volviendo sus ojos a Jisoo y encogiéndose de hombros y agitando su brazo con delicadeza hacia mi invitado.

— ¿Papá?

"Oh, rayos."

Seowoo se giró a verme y asintió.

Fruncí el ceño, escéptico. Papá era ingeniero civil, y vivía de los viajes que hacía a otros partes de Corea e incluso del extranjero a hacer lo que mejor sabía hacer: construir edificios; grandes, fuertes y lujos edificios. Le veíamos muy pocas veces, nunca se quedaba por mucho tiempo. Siempre intentaba tener contacto con nosotros, pero no era algo por lo que me quejara. Papá pagaba las cuentas y siempre recordaba las fechas importantes aun cuando no estuviera aquí. Le gustaba saber sobre nosotros más allá de la escuela, y yo sabía que podía pasar horas hablando con mi madre a altas horas de la madrugada, durante la tarde o cuando fuera. Pocas veces sus días libres coincidían con nuestras vacaciones y sólo eran un par de semanas antes de que volviera a ser llamado para un nuevo proyecto. Por lo que, sí. Escuchar que papá estaba aquí sonaba a mentira.

Dejé salir el aire de mis pulmones de golpe, resignado. Y giré a ver a Jisoo quien había estado en completo silencio, a excepción de cuando Seowoo le saludo.

—Conocerás a mi padre —dije e hice una pequeña pausa cuando recapacité sobre lo mal que sonaba, o cómo podía interpretarlo Jisoo —. Si quieres...

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