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29 | ¿Qué es el amor?

Alexander Adams

Thomas baila tango con algunos diez tragos de tequila encima, su esposa no necesita estar ebria para seguirle el ritmo.

- Falta que tenga una rosa en la boca. - me dice Andrew viendo lo mismo que yo.

- Eso solo aumentaría lo ridículo que se ve.

Le hablo pero mis ojos están enfocados en el cabello azabache que se mueve con el aire que entra por la ventana, tiene la mirada ida y un platillo de comida en las manos, Chloe a su lado está haciendo dormir a Alice y se que ella se encuentra pensativa por esa razón.

Mi entorno está rodeado de niños, algunos en camino y otros que ya te babosean la camisa, ella no puede evitar pensar en ese 5%.

- ¿Que te sucede? - inquiere Andrew.

No le digo ya que es algo muy personal de mi esposa, simplemente me encojo de hombros y trato de seguirle el ritmo a su conversación.

- Nada importante, ¿Que tal va todo con Chloe?

Bingo.

Sus orbes brillan de otra manera, la pregunta lo distrae al completo y separa los labios para hablarme de ella.

- Creo que piensa que soy un acosador, la veo como uno.

Ruedo los ojos y me enfoco en él luego de echarle una última mirada a mi mujer.

- También te comportas como uno, dejas mucho que desear.

- Gracias por tu amistad. - me responde irónico.

- Fuera de todo chiste deberías hacer algo con lo que te está pasando con ella, eres tan obvio que se da cuenta. Cuando regreses de Grecia quiero que me tengas buenas noticias.

Parece pensativo unos instantes hasta que mira en dirección a la castaña y termina asintiendo.

Eso es lo malo en Andrew, su corazón late por alguien pero su coincidencia todo el rato le está recordando a su difunta esposa, debe de hacer su vida, si vive estancado en ella nunca será feliz.

(...)

Dejo la botella de corona sobre la mesa y observo en dirección a la barra, Bella está bebiendo como si no hubiese un mañana, tiene a Chloe a su lado pero su gesto se encuentra ensombrecido.

Andrew a mi lado mira también en su dirección.

- ¿Le sucede algo?

Me encojo de hombros intentando no pensar en que la atormenta pero no puedo hacerme el tonto mucho tiempo que ya estoy yendo hacia su lugar. Me posiciono detrás de ella, el aroma al channel que le regale inunda mis fosas nasales.

Coloco mis manos en sus hombros y la giro en el taburete, sus orbes azules tienen una sombra de melancolía que me cohibe.

— ¿Quieres irte? - le pregunto.

Ella asiente lentamente antes de bajar del taburete, se despide de Kouzouni y Chloe, deposita un beso en la frente de Alice para luego salir del salón junto a mi.

Se acomoda en el asiento del copiloto, con la mirada perdida y sus manos jugando entre si en su regazo. Liam viene siguiéndonos atrás cuándo arranco el camino hacia casa.

La miro se reojo, las luces de la ciudad iluminando su rostro decaído y ni así deja de ser la mujer hermosa con la que me case.

No sé tratar temas femeninos pero se que ella no tiene problemas normales, después de todo su loco ex novio está involucrado en la trata de personas, lo que significa que tiene a personas peligrosas alrededor y yo no la puedo descuidar.

Cuando estaciono frente a casa ella no pierde tiempo para bajar y entrar, me quedo unos minutos hablando con Liam acerca del refuerzo, antes se seguirla.

El estómago se me revuelve al encontrarla sentada en la cama, con el cabello alborotado y la mirada cristalizada.

— Perdón por darte tantos problemas, soy una carga para ti. - dice entre lágrimas y no me mira.

Frunzo el ceño porque no tengo idea de que mierda la hizo creer aquello.

— ¿Una carga? Que yo sepa eres mi esposa y te lo he dado a entender muchísimas veces, tienes un anillo que te lo recuerda. - me adentro a la habitación con pasos lentos.

Bufa y sube la mirada para encontrar la mía, no veo nada de lo habitual en ella.

— Lo soy, porque tienes que cargar conmigo, porque debes de limpiar tu conciencia haciendo algo por una mujer, salvandola. - rueda los ojos y se levanta - Tengo miedo, sí, no lo voy a negar, vivo con miedo de que entren a la casa cuando te vas a trabajar, de que me devuelvan a ese martirio.

> Tengo miedo de ver al responsable del que no pueda quedar embarazada y quedar paralizada del miedo, nuevamente. Estoy harta de ser débil y temerosa pero es algo que no controlo.

Sus inseguridades se ven reflejadas en sus palabras y nunca antes me había dado cuenta de ello, se le nota la preocupación en la mirada cuando acerca su rostro al mío y con una mano acaricia mi mejilla.

— ¿Y si por mi causa te lastiman? No puedo vivir con ese pensamiento castigándome.

— No pasará nada, ni a mí ni a ti. No eres mi carga, no me siento obligado a estar contigo, cada que estoy en la empresa solo pienso en venir a casa y recibir tus mimos, escuchar tu risa y verte organizando algo. No es obligación eso, no siento que le debo algo a la vida, no es por lo sucedido con mi hermana que estás aquí.

Ella se aleja con los ojos llorosos, el labio le tiembla y niega.

— No me mientas, no me hagas eso nunca, porque no soy suficiente como para que me pienses tanto, nadie me añora de esa manera.

Es mi turno de bufar y acercarme a ella, coloco mis manos en sus dos mejillas y pego su rostro al mío.

— Yo lo hago, eres suficiente y más para mí, no sé cómo hacer que eso te entre en la cabeza.

— ¡Pero no me amas como yo lo hago! Porqué estoy dañada, no te puedo dar hijos, no puedo ser mamá y eso me jode cada que lo recuerdo.  - rompe en llanto y algo se me atora en el pecho ante la palabra amor.

¿Qué es el amor?

Un sentimiento puro que es una mezcla de felicidad, orgullo y pasión, dónde la alegría se hace presente estando con la persona que te transmite ese sentimiento.
El corazón te late frenéticamente cuando la ves reír o hablar, en la cabeza se te clavan todos sus hábitos para no olvidarlos y le prestas más atención que a ninguno.

Ella me ama y yo... Yo también lo hago.

— ¿Que te hace pensar que yo no correspondo tu amor? Porque te amo Bella.

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