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30 | Progresar

Isabella Adams

Quedo estática ante sus palabras, las inseguridades intentando persuadirme diciendo que miente pero su mirada me grita lo cierto de sus palabras.

Nota mi duda ya que se apresura a besar mi rostro con cariño, sus labios se llevan todo rastro de mis lágrimas.

— Te amo, te amo mucho y que te estés haciendo esto a ti misma me lastima. - murmura pegado a mi piel.

El corazón me late tan fuerte que siento que va a escaparse de mi pecho. Las lágrimas se detuvieron y solo quedó un leve recuerdo de la angustia.

— ¿Enserio? - es lo único que puedo decir.

— Si Bella, nunca hablé más enserio en mi vida.

Frunzo los labios y le permito a mi cuerpo relajarse en sus brazos, apoyo mi cabeza en su pecho cuando lo abrazo y siento que somos uno.

— ¿Entonces si soy suficiente para ti?

— Eres más que suficiente y si te sientes dañada por la imposibilidad de ser madre podemos comenzar algún tratamiento, no me importa cuanto cueste con tal de que seas feliz y dejes de atormentarte. No creas que no noto la manera en la que miras a Melissa o a Alice.

Me separo de su cuerpo y frunzo el ceño mirándolo fijamente, sus orbes oscuros reflejan miedo y cariño, estoy segura de que los míos reflejan lo mismo.

— ¿Solo para que yo sea feliz? - inquiero preocupada ya que no me gustaría que haga otra cosa solo por mi.

A partir de ahora las cosas deben de hacerse por y para los dos. Él entiende el fin de mi pregunta porque me sonríe.

— Yo sería muy feliz de tener un hijo contigo Bella, ya no te lastimes pensando cosas que no son porque no quiero a nadie más que a ti.

Besa mis labios castamente y yo no puedo evitar el amor que seguramente me desborda hasta por la mirada, si fuese posible tendría dos corazones en lugar de ojos cada que lo miro.

— ¿Entonces somos una pareja normal de casados?

Él se ríe roncamente, aprisionandome más en sus brazos.

— Siempre lo hemos sido Bella, solo que no admitiamos nuestros sentimientos.

(...)

— Y el que él se abriera de esa manera ante ti, ¿Te hizo sentir mejor contigo misma?

Asiento entrelazando las manos en mi regazo.

— Corrió bastante las inseguridades que me estaban atormentando, parecían una nube negra propuesta a opacar toda felicidad de mi vida.

El terapeuta asiente y yo solo pienso en cuanto dinero ganará conmigo, le doy bastante trabajo con mis traumas.

— ¿Y con respecto a luchar por ese 5%?

La sonrisa que surge en mi rostro es inevitable.

— Primero iremos a hacernos unos estudios, luego decidiremos cuando comenzar el tratamiento, seguro en unos meses ya que estamos recién casados.

No quiero perder tiempo con mi esposo, quiero que disfrutemos una etapa siendo una pareja que se aman y ya luego comenzamos el tratamiento.
De solo imaginar una mini copia mía y de Alexander me emociono, el verme en un tiempo con un vientre abultado me haría llorar.

— Estás progresando Isabella, felicidades, aunque hubiese preferido que te ahorraras estar ebria para abrir tu corazón ante él.

Ruedo los ojos, ese tequila me ayudó a expresar todo lo que tenía guardado dentro.

— Son muchas las cosas que me atormentan día a día, los recuerdos siempre quedarán en mi cabeza como un recordatorio de lo sucedido, no puedo simplemente pretender que nada me pasó y hacer mi vida pero el saber que él me ama aminoro un poco el mal en el que estaba metida.

— Aunque siento que falle por no ver eso se que junto a Alexander superarás todo lo vivido, espero permitas que te ame y que esas inseguridades no lo arruinen porque tú eres muy importante en la vida de muchas personas y te admiro porque no cualquiera pasa lo que tú.

Todos somos humanos, por supuesto que cada uno lucha sus batallas de diferente manera, pero somos fuertes a nuestra forma de serlo y con las ganas de aferrarnos a la esperanza.

(...)

Despacio entro al despacho de mi esposo para utilizar la Mac, se encuentra trabajando y yo estoy aburrida, no tengo nada para hacer y ya la casa está limpia.

No me quiero sentir como una inútil así que me siento frente a la Mac y mientras la pantalla se ilumina noto la imagen que tiene en un cuadro sobre el escritorio, es de nosotros en la luna de miel.

La sonrisa se apodera de mi rostro hasta que noto la que está a un lado, con delicadeza la tomo en mis manos y el pecho se me aprieta ante la imagen de Sophia, tiene una mirada inocente y sonríe a la cámara con alegría, sus rasgos son parecidos a los de Alexander y él se ve feliz de tenerla.

No imagino el dolor que ha de haber sentido cuando sucedió todo, las anécdotas que escuche de ella hace que la quiera sin haberla conocido y lo que le pasó me llega.

Dejo el cuadro en su lugar y entro al navegador para buscar lo que quiero.

Pego un salto en mi lugar cuando la puerta se abre con brusquedad y los ojos preocupados de mi esposo me enfocan.

— Joder casi me muero del susto, creí que no estabas. - camina hacia mi.

— Pues aquí estoy. - deja un beso en mis labios y mira la pantalla.

— ¿Universidades? - parece sorprendido.

Asiento con una pequeña sonrisa.

— Quiero tener mi título de diseño, el que toda esa mierda me quitó.

No me voy a dejar vencer, tuve una vida antes del secuestro y la voy a tener luego de él, no perdí tanto tiempo, todavía puedo tener todo lo que un día soñé.

— Tengo contactos en la universidad a la que fui yo, puedo ayudarte y hacer que tengas menos papeleo, en otros lugares puede tardar meses. - me dice, el brillo del orgullo centellando en sus orbes.

— ¿Harías eso por mi?

— Haría todo por ti Bella.

La emoción me asalta el tórax y me es inevitable no arrojarme a sus brazos y llenar su rostro de besos, es el más hermoso ser que pude conocer.

— Gracias amor.

— Estoy orgulloso de ti, el doctor me llamó para avisar de tu progreso en terapia. - pasa un mechón de cabello detrás de mi oreja. - Vas a superar todo y yo no te voy a dejar sola.

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo. - besa mis labios y yo ya gane con el hombre que amo.

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Y la maratón llegó a su fin, espero les haya gustado ❤️ nos leemos el fin de semana que viene. 🥰