Seira se sentó al lado de Baji en la mesa, el comedor era un lugar muy acogedor y la mesa estaba llena de diferentes platillos.
El ambiente la abrumaba, era tan diferente a lo que estaba acostumbrada... Por un instante se imaginó en su casa, al lado de su hermano, como si aquel incidente nunca hubiese sucedido.
Comenzaron a comer, Baji la miraba de vez en cuando mientras hablaba con su madre, como si quisiese comprobar que todo estaba bien:
- Y dime Seira... ¿Desde cuándo sales con mi hijo?
Al escuchar aquello el chico se sonrojó y terminó golpeando la mesa avergonzado mientras la de ojos azules se atragantaba con la comida y tosia:
- No estamos saliendo - contestó Baji rápidamente - nunca saldría con una chica tan poco femenina y agresiva
Su madre colocó una mueca de disgusto en un el rostro y la miró:
- Es una lástima, Baji parecía muy preocupado por ti cuando te trajo, haríais una linda pareja juntos, perdonale.
Seira reía mientras miraba de reojo al chico que parecía ordenarle con la mirada a su madre que se callara.
La cena terminó más rápido de lo que le hubiese gustado, la madre de Baji insistió en que podía quedarse a dormir, pero ella se negó varias veces. Si no volvía a casa su padre terminaría por matarla. Se había saltado las clases y ni siquiera había vuelto para la hora de la cena.
Fuiste hasta la puerta cuando viste bajar a pelinegro con una sudadera puesta:
- Te acompaño, es tarde, aunque no creo que necesites protección, en todo caso los demás deberían protegerse de ti - bromeó con su típica sonrisa
Tras despedirse ambos salieron por la puerta riendo:
- Tú deberías protegerte de mi - contestó haciendo referencia a su comentario
El joven la observaba de arriba abajo con ambas manos en la nuca, por alguna razón la veía muchísimo más hermosa que horas antes. Su camiseta le quedaba algo grande y holgada, pero le gustaba como le quedaba y su sonrisa era genuina, como si solo sonriese para él:
- Sí, tienes razón - susurró para el mismo
La chica disminuyó sus pasos y se acercó a él peligrosamente:
- ¿Qué acabas de decir?
Baji agarró a la chica por el cuello con su brazo y despeinó su cabello:
- Que eres bastante fea - contestó
La chica respondió aquello con una patada en el tobillo y echando a correr mientras sacaba la lengua:
- Tú eres aún más feo, deberías peinarte
Entre risas y pequeños golpes llegaron a su casa, la chica paró de golpe haciendo que Baji se chocase con ella:
- ¿Vas a estar bien? Aún podemos volver a ...
- Estaré bien - le interrumpió - por favor no le cuentes nada de esto ni a Mikey ni a Draken, simplemente olvídalo
Asintió con la cabeza y con un semblante serio, parecía no querer dejarla ir:
- Toma - puso un objeto en el bolsillo de su sudadera - deberías usarla
Tras decir esto corrió hacia la puerta de su casa y entró. Baji se quedó allí unos segundos y metió su mano en el bolsillo sacando el objeto que la chica había dejado allí, una goma de pelo. Sonrió al verlo y cuando llegó a casa se la probó frente al espejo un par de veces mientras recibía comentarios de su madre.
La ojiazul entró en casa, en frente de la entrada, parado, estaba su padre, apestaba a cerveza barata y tenía los ojos rojos:
- ¿Dónde has estado? - preguntó demandante
- Fui a casa de una amiga a hacer un trabajo
La agarró del pelo y tiró hasta que la chica cayó al suelo:
- No me mientas, esa camiseta es de hombre, eres una pequeña puta malagradecida como tu madre ¿Quieres llevar la misma vida que tú hermano? ¿Quieres morir? Prefiero matarte yo - golpeó con fuerza la pared - quieres irte al igual que tu madre, esta mañana he hablado con ella, no esperes que vuelva
Un golpe resonó en toda la casa y un pequeño grito de dolor se escuchó en cada recoveco de aquel lugar.
Seira corrió hasta el baño y se encerró en el, su padre la perseguía pero ella fue más rápida. Echó el pestillo y se sentó en el suelo con las manos en los oído mientras la puerta retumbaba por los golpes de su padre. Gritos y amenazas fue lo único que salía de la boca de aquel hombre que prometía matarla, así fue durante quince minutos. La chica pensó que la puerta se caería, pero afortunadamente no fue así.
Comenzó a llorar involuntariamente, y se abrazó a su misma. Levantó la mirada y observó la camiseta de Baji, tenía el mismo olor que su casa, un olor refrescante. La abrazó, estaba agradecida de haberlo conocido.
No sabía cuánto tiempo llevaba sentada en las frías baldosas del baño, pero al parecer fue el suficiente para que su padre se durmiera y así salir de allí.
Subió las escaleras en silencio hasta su habitación, la marca del golpe en su cara estaba algo hinchada. Abrió la puerta de su habitación con cuidado y en completa oscuridad cuando alguien la agarró por la espalda y cubrió su boca, la chica comenzó a patalear:
- Shhh soy yo, tranquila - era la voz de Mikey
Observaste la ventana estaba abierta y comprendió como había entrado, la soltó lentamente:
- Estaba preocupado por ti
Observó tu rostro con preocupación, había varias cosas que no le gustaban:
- ¿Tu padre te hizo ese golpe? - su mirada era increíblemente oscura y sería
- No, me caí cuando volvía y...
- No me mientras Seira - la interrumpió - todos esos golpes...
La chica apartó la mirada, tenía miedo, ni siquiera podía mirar a Mikey a la cara, estaba avergonzada.
El rubio la atrajo hacia él y la abrazó, apretó con fuerza la camiseta de la chica, sabía que era de Baji, no le gustaba. Le quedaba mal, estaba convencido de que su chaqueta la quedaría mejor:
- Mátalo - susurró en su oído - no mereces el infierno que vives
Seira lo miró a lo ojos con miedo, y volvió a ocultar su cara en su cuello, no quería mirarlo a los ojos.
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Blue Fire (Tokyo revengers)
FanfictionDe tanto temer al monstruo se acabó convirtiendo en él. Esta es la historia de Seiryu, el dragón de ojos azules que obsesionó al diablo.