Después de inspeccionar un poco sus pertenencias se puso lo más recatado que encontró, un vestido largo y negro con escote en forma de V.
Miró su teléfono, parecía ser un desechable, a penas tenía contactos y todos ellos tenían un mote.
De pronto alguien empezó a dar golpes a la puerta, sonaba fuera de sí y gritaba su nombre enfadado:
- Seiryu abre la maldita puerta - dió otra golpe - por dios vas a volverme loco ¿te has acostado con el imbecil de Hanma? Abre, rápido
Terminó por ceder, se armó de valor y abriste la puerta, necesitaba respuestas a cerca de la foto que su yo del futuro siempre llevaba encima.
Al abrir la puerta se encontró con un hombre alto. Llevaba un peinado mullet y el cabello rosado. Sus ojos eras desquiciados y de color celeste. Tenía dos cicatrices a ambos lados de su boca y llevaba un traje y varios piercings.
Fingió conocerle y no tener miedo, se apoyó contra el marco de la puerta y lo miró con los brazos cruzados guardando la calma:
- ¿Qué haces aquí? No recuerdo haberte llamado - a juzgar por su manera de hablarla intuía que aquello no era la primera vez que pasaba
- No me jodas Seira, no estoy de humor - sacó una pequeña pastilla del bolsillo y la metió en su boca, no sabía que era, pero no parecía bueno para la salud
- Si vas a matarte hazlo en otro sitio - dijo moviendo la mano
El chico la miró de forma penetrante y la acorraló contra la pared:
- No quiero volver a ver a Hanma salir de aquí ¿Me oyes? Joder, nosotros nos acostamos ayer en esa cama
- ¿O que? - le retó la chica
- O le mato y traigo ante ti su cadáver despedazado
Seira, sonrió disimulando su miedo, ¿Quién narices era aquel chico? Y ¿Por qué estaba tan obsesionado con ella?
- No te creas tan especial y vete antes de que mis guardaespaldas estén aquí, todo esto me parece ridículo, tengo negocios y tú no formas parte de ellos - mintió
Tenía que buscar a Takemichi o a alguien conocido en esta línea temporal, debía preguntarles a cerca de Baji y la foto que traía con ella:
- Estás avisada, sabes que siempre voy complemente enserio nena, llámame cuando te apetezca pasarlo bien de verdad
Dicho esto el chico se agachó, plantó un beso en sus labios mordiendo el labio inferior con fuerza y se fue. Poco después llegaron dos de sus guardaespaldas:
- ¿Quién es ese? - señalaste al tipo que acababa de besarte
- El es Sanzu señorita, uno de sus muchas parejas sexuales y uno de los más intensos.
Se extremeció al escuchar aquello y otro de los hombres trajeados interrumpió la conversación:
- Tiene una cita a las cuatro con el señor Kisaki
Lo miró de mala manera y movió la mano restándole importancia:
- Cancelala, quiero que busquen a Takemichi Hannagaki o a Ken Ryuguji
Ambos hombres se miraron entre sí y tras hacer una reverencia se marcharon rápidamente, podía notar de lejos el miedo que le tenían. Entró en la habitación y sacó su bolso, dentro habían diferentes cosas, entre ellas, una pistola, unos preservativos, una lista de canciones y la foto.
Miró la foto, no, Baji no estaba en ella. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, tenía un mal presentimiento.
Después cogió la lista de canciones y la observó unos minutos, no entendía porqué tenía eso allí. Eran bandas de rock y canciones de las mismas.
Minutos más tarde sus guardaespaldas ya estaban ahí:
- Hemos encontrado a Ken Ryuguji, se encuentra en el corredor de la muerte en prisión, hemos pedido permiso para que usted pueda verlo.
No esperó a que le contasen más, salió de allí y se montó en un coche lujoso que habían conseguido para ella. Estuvo en el lugar indicado en menos de media hora.
Entró a la sala de visitas que estaba reservada únicamente para Draken y para ella. Al entrar lo vió, tenía la cabeza rapada y le miraba con odio:
- Vaya... Si tenemos aquí a la gran Seiryu - dijo con ironía
Se sentó en frente suyo, al mirarla a los ojos su mirada pareció suavizarse como si hubiese visto en ella restos de lo que un día fue:
- ¿Qué haces aquí?
Seira no esperó mucho y sacó la fotografía que tenía guardada para mostrársela:
- ¿Dónde está?
Draken la miró como si no supiese a que se refería, la chica entró en pánico:
- Baji, donde está Baji - dijo algo más alterada al ver sus ojos
El del tatuaje del dragón abrió la boca sorprendido, aquello no podía ser real:
- ¿Quién eres?
No entendía que estaba ocurriendo, pero tenía algo claro, aquella mujer no era Seira, al menos no la que él había conocido:
- Draken por favor - suplicó
El chico chasqueó la lengua y miró la fotografía con los labios fruncidos:
- Baji murió
La chica abrió la boca y volvió a cerrarla sin saber que decir, sintió un nudo en la boca del estómago que no la dejaba respirar y la ahogaba:
- Mikey lo mató hace años, si llevas esa foto encima es porque no lo has olvidado
La chica dejó escapar el aire y bajó la vista. Draken la miraba con los ojos entrecerrados, ella no era Seiryu la líder de "cursed temple" ella no era la chica que condenó a toda la Toman después de la muerte de Baji. Sus ojos eran inocentes y su mirada sincera.
Entraron en la habitación, el tiempo estancia se había acabado y venían a llevarse a Draken, no tuvo tiempo para preguntarle qué hacía en la cárcel:
- No se exactamente qué está sucediendo, pero Baji murió hace mucho tiempo, esa foto que tienes deberías tirarla - hizo una pausa para mirarla - cuídate
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Blue Fire (Tokyo revengers)
Fiksi PenggemarDe tanto temer al monstruo se acabó convirtiendo en él. Esta es la historia de Seiryu, el dragón de ojos azules que obsesionó al diablo.