10 capítulo

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Mikey la abrazó con fuerza y acarició su cabeza, hubo un largo rato de silencio que ninguno tenía la voluntad de romper.

Después de algunos minutos, el chico la sonrió y la montó es su moto para llevarla a casa.

Ambos llegaron en pocos minutos, riendo ya que Mikey se había tragado un bicho por culpa de ir hablando con Seira en la moto.

Ambos llegaron muy animados, a la pelinegra le dolía la tripa de tanto reír y el rubio daba palmaditas en su hombro divertido.

Al llegar, la chica detuvo su risa al ver a Baji en frente de su casa, esperaba apoyado en la pared con una bolsa en la mano. Rápidamente sintió el impulso de correr hacia él, pero se detuvo al ver la aterradora mirada de Mikey.

Baji miró la escena con el ceño levemente fruncido y apretó el agarre en la bolsa que llevaba en la mano derecha:

- Seira, vine a verte

Mikey la seguía por detrás y al llegar frente al moreno la abrazó desde atrás por la cintura:

- Baji-san, no te había visto, Seira aceptó ser la nueva comandante - dijo con voz animada

El de ojos avellana la miró como si buscase una explicación. La situación comenzó a ponerse tensa y Seira se soltó del abrazo de Mikey cambiando de posición y quedando al lado de Baji.

El rubio miró la mano que había apoyado en su cintura, parecía absorto en sus pensamientos. Al final alzó la mirada después de algunos incómodos momentos y dedicó una brillante pero falsa sonrisa:

- Nos vemos mañana

Seira le agradeció haberla traído y volvió a posar sus ojos en el castaño que no tenía una expresión muy contenta en el rostro:

- Y ... ¿qué haces aquí? - preguntó para tratar de romper el incómodo vacío

- Vine a verte y a darte esto - tendió la bolsa frente a ella - mi madre hizo comida y quería que te la diese

Un sentimiento completamente nuevo rodeo a Seira. Era cálido y agradable, no sabía describirlo con palabras:

- Gracias, me hace muy feliz

Al ver la cara sonriente de Seira Baji tuvo el extraño deseo de abrazarla, su antigua molestia por la presencia de Mikey se había esfumado:

- No es nada, ni siquiera fue idea mía, fue idea de mi madre, creo que sigue queriendo juntarnos

La pelinegra rió alegre y abrazó al chico. Baji tardó algunos en corresponderla, se sentía un poco avergonzado. Seira era bastante más bajita que él, pero lo abrazaba con muchísima fuerza, acarició su cabeza con cariño:

- Mañana vendré a buscarte - dijo molesto y chasqueó la lengua - dile a Mikey que no es necesario que venga él a por ti, deberías aprender a manejar una moto así no molestarias a los demás, tonta

- A me gusta que me lleves

Baji sentía que le faltaba el aire, su rostro ardía y sentía que su corazón iba a salir de su cuerpo:

- A mi me gu-gusta llevarte - hizo una pausa apartando la mirada - así que no dejes que otros te traigan

La contraria no contestó y simplemente se limitó a hacer un gesto con la cabeza y sonreír:

- Nos vemos mañana

La chica lo vió desaparecer al girar la callejuela, su corazón estaba acelerado, miró la bolsa, dentro traía un bento. Estaba feliz, hacia años que no comía uno casero.

Entró en casa y se sentó en la mesa del comedor para empezar a comer, tenía mucha suerte puesto que no había tenido que gastar dinero en comprar comida.

Sacó el empaque y vio caer un papelito al suelo, parecía que este había estado pegado en alguna parte de la caja:

" Esta comida la preparó Baji con mi ayuda, el seguramente no te lo diga, no para de hablar de ti, espero que la disfrutes "

La chica comenzó a comer entusiasmada y loca de vergüenza. De pronto un sentimiento de soledad la invadió y pensó de nuevo en aquella foto y en lo que Takemichi le había dicho.

Se llevó el último trozo de comida a la boca con la mirada baja. Estaba comenzando a obsesionarse con la idea de que Baji no estuviese en la foto.

Las horas pasaron rápido y Seira continuaba pensando en aquel viaje al futuro tenía muchas preguntas, ¿Por qué quería a Mikey muerto? ¿Que había ocurrido para aquel cambio tan radical? ¿Por qué Kisaki le había pedido matar a Takemichi? Pero sobre todo ¿Por qué no estaba Baji en aquella foto?

Siguió cavilando sobre aquello hasta que escuchó un ruido en la puerta. Una vez más su padre llegaba borracho, con una botella de cerveza barata en la mano y la cara blanca:

- Esa maldita mujer... Voy a matarla - susurró entre quejidos

El hombre entró en el comedor donde estaba la chica sentada. La miró y avanzó tambaleandose hasta ella.

La pelinegra estaba muerta de miedo. Aquella persona se había convertido en un extraño para ella:

- Todo - hizo una pausa hasta quedar en frente de ella - todo es culpa tuya, arruinaste mi vida al igual que esa estúpida mujer

La chica se levantó de su asiento con las piernas temblando y un nudo en el estómago:

- Quiero matarte, quiero verte muerta al igual que tú hermano. Ya no volveré a ver cómo alguien me abandona

Rápidamente la cogió del cuello con fuerza, la chica cayó al suelo con su padre encima, la estaba ahorcando, di hubiese seguido algunos segundos más, la hubiese matado, pero aquel no fue el caso ya que el hombre se desmayó por el exceso de alcohol en las venas.

La chica corrió hasta su cuarto y se encerró allí. Tenía ganas de llorar, pero no tenía lágrimas. Quería desahogarse y permitirse llorar, pero ni siquiera podía hacer eso. Le costaba respirar.

Observó la camiseta de Baji encima de su cama, se le había olvidado devolvérsela. La cogió y la estrechó entre sus brazos para intentar calmarse.

Algunos minutos pasaron, la chica consiguió volver a la normalidad y llegar a una conclusión para desvelar el misterio de la foto, volver al futuro.

Tendría que encontrase con Kisaki, quizá si repetía la misma acción que hizo para volver al pasado, podría ver al futuro.

Blue Fire (Tokyo revengers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora