Blue Fire (Tokyo revengers)

22 capítulo

Chifuyu notó el cambio de Seira al momento, parecía haber escuchado la noticia más horrible del mundo:

- Fue un accidente - recalcó - sin embargo entre ellos se creó una enemistad

La pelinegra no contestaba, se mantenía inmersa en sus pensamientos, ¿había una posibilidad de que todo aquello no fuese casualidad? De que quizá... ¿Mikey supiese desde el principio quién era? Se llevó el dedo pulgar a la boca y mordió su uña. No podía ser ¿Que ganaba él de todo aquello? Simplemente no tenía sentido.

Chifuyu tocó su hombro con amabilidad, pensó que le había afectado demasiado saber que Kazutora había matado a alguien, pero él sería el que podía llegar a asustarse si supiese que aquello no le importó lo más mínimo:

- Ven Seira sígueme, tenemos que ir a un sitio

La lluvia comenzó a caer y la ojiazul simplemente seguía al rubio sin mediar palabra. Seguía inmersa en sus teorías, por su mente pasaban mil pensamientos, pero ninguno contestaba a porque Mikey haría algo así.

Llegaron a la entrada de un cementerio, la chica seguía en su mundo, sin embargo, el lugar comenzaba a hacérsele familiar, como si ya hubiese estado allí.

De pronto, recorrieron un par de pasillos hasta llegar al del final, en él, agachado se encontraba Mikey, frente a él una lápida que decía "Tumba familiar de los Sano"

Chifuyu observó cómo perdía todos sus colores al ver que el capitán la miraba a los ojos. Takemichi llegó unos minutos después y observó la escena en silencio.

Seira comenzó a girar su cabeza lentamente hacia la tumba que se encontrada en frente. Parecía acabar de acordarse de algo importante.

Takemichi y Draken observaron el nombre de la tumba "Haruto" de pronto la chica se abalanzó sobre Mikey y lo agarró del cuello mientras esté seguía manteniendo una mirada fría:

- ¿Por qué Mikey? - gritó la chica - ¿Por qué? - volvió a gritar aún más alto - ¿Qué significa esto?

Todos los presentes parecían no entender lo que ocurría, ninguno allí salvo el capitán entendía la reacción de la chica.

Draken se disponía a quitarle a Seira de encima cuando vió como Mikey acariciaba su mejilla:

- Mi hermano me pidió que te cuidara, el último deseo de su mejor amigo fue que pudieses vivir una vida emocionante en la que hicieses muchos amigos, yo solo quería cumplirlo

Seira relajó su agarre y lo miró a los ojos, nadie se atrevía a decir nada o a interrumpir el momento, de los ojos de la chica comenzaron a salir lágrimas que caían hacia el rostro de Mikey.

Había aguantado mucho tiempo y fingir que no le echaba de menos comenzaba a ser increíblemente duro.  Tenía miedo, de no superarlo, de que su padre llegase a matarla, de ver morir a Baji, de descubrir la verdad detrás de todo su futuro y aquel cambio tan drástico en ella.

Ocultó su cara en el pecho de Mikey y se permitió llorar, este acariaba su cabeza y la abrazaba mientras todos miraban.

Nadie podía notar la turbia sonrisa satisfecha en los labios del rubio al tenerla llorando encima de él.

Unos minutos después la lluvia seguía cayendo, la chica se dió cuenta de la situación y se apartó rápidamente. Mikey se levantó primero y le tendió la mano para ayudarla a levantarse lo cual hizo con sencillez, como si fuese una pluma.

Después miró a Takemichi que se encontraba con la boca abierta sin procesar la situación:

- Sé que te enteraste de lo de mi hermano - agarró la mano de Seira - se que no se puede hacer nada, pero mi corazón aún no lo ha admitido

Los cuatro comenzaron a andar, Chifuyu, Draken y Takemichi seguían al capitán y a Seira en silencio mientras esté hablaba:

- La moto que Baji y Kazutora iban a robarle a mi hermano era la que este iba a regalarme por mi cumpleaños, es todo lo que me queda de él

Miró a Seira y ella le devolvió una mirada triste, casi melancólica, recordaba con lujo de detalles a Sinichiro, su hermano no dejaba de hablar de él. Siempre le decía que era la mejor persona que había conocido y que sería capaz de seguirlo hasta el mismo infierno.

La chica no era capaz de comprender aquel sentimiento con su corta edad, pero después de unos años llegó a la conclusión de que quizá se trató de amor.

Llegaron hasta el lugar donde estaba aparcada la moto y Mikey apretó su agarre en la mano de la chica:

- Ya perdoné a Baji, pero por mucho que quiera - hizo una pausa y su mirada se oscureció - no puedo perdonar a Kazutora

Todos se tensaron en un momento, sin embargo Seira podía ver algo más oscuro en él, algo que los demás no veían. De pronto giró su cabeza hacia ella y sus ojos se abrieron:

- Tampoco puedo perdonar que Baji se fuese con Kazutora

Aquella frase parecía ir dirigida especialmente hacia ella, parecía tratar de convencerla de algo. De buscar si ella estaba de acuerdo o no.

En su mente comenzaron las dudas y por un momento se sintió completamente derrotada e intimidada, no sabía cómo actuar, ¿Acaso era verdad? ¿Baji había elegido a Kazutora?

Por un momento sintió un pinchazo en el pecho que no la dejó respirar con normalidad. Mikey acarició el dorso de su mano con su dedo pulgar.

Chifuyu apretó los dientes y agarró el brazo de Seira apartandola un poco del rubio, ¿Acaso era él el único que se daba cuenta de la situación? Su mirada se transformaba cuando estaba con ella:

- Me dijiste que tenías que ir a casa temprano ¿Verdad Seira?

La pelinegra se soltó del agarre de Chifuyu de un tirón seco, Mikey lo miró, parecía advertirle que no cruzase la raya:

- Iré con Mikey, hay algunos malentendidos que me gustaría aclarar con él

El nombrado sonrió de manera inocente, casi dulce y la montó en la moto:

- Vamos Seira-chan, nos vemos luego Ken-chin