40 capitulo

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- Hola a todos, gracias por vuestro apoyo en la historia ❤️ siento tener publicaciones tan lentas, la universidad no me deja mucho tiempo libre

Despertó empapada en sudor, estaba temblando y a penas podía coger aire. Estaba segura, lo que acababa de vivir era un recuerdo, aquello había pasado, todo aquel dolor era real, pero algo no andaba bien ¿Por qué estaba viva? Claramente había recibido una bala en la cabeza, había visto su propio cuerpo sin vida, entonces, ¿Qué hacia allí? Y sobre todo ¿Por qué no podía volver al pasado?

Necesitaba respuestas, necesitaba saber el porqué de todo aquello y solo había una persona que podía dárselas. Debía enfrentarlo. Todo empezó con él y debía terminar de la misma forma.

Pensó en su hermano unos segundos, habían pasado tantos años que había comenzado a olvidar sus rasgos, viéndose a sí misma en el espejo en aquel futuro se había dado cuenta de que eran más parecidos de lo que pensaba, o eso creía ella, quizá le reconfortaba pensar que aún había algo que los unía, a pesar de que siempre creyó que ella se parecía más a su madre, la sonrisa de Haruto era mucho más brillante y amplia que la suya, siempre lo fue, al igual que la de Baji.

Los tatuajes en su piel, dejaban marcados unos bonitos y brillantes colores, la gente solía detenerse a verlos, especialmente sus compañeros sexuales, preguntándose si tendrían algún significado o si Seira simplemente era una masoquista.

Ella se preguntó exactamente lo mismo la primera vez que los vió y fue la primera vez que se encontró a sí misma tratando de entenderse realmente, sin embargo, después de aquel sueño las palabras de su padre volvieron a su mente "desearía haber podido amarte" entonces lo supo, aquellos tatuajes tapaban heridas. Las heridas que él dejó.

Pensó en el Mikey de su sueño tumbado al lado de su cadáver. Se preguntó si alguna vez alguien la había amado de verdad, por lo que era, su padre no fue capaz de ello y su hermano tampoco. Él la quiso, pero nunca fue una prioridad para él, él deseaba vivir, experimentar y luchar junto a Shinichiro, era demasiado joven para aprender a apreciar lo que tenía en aquel momento y de forma indirecta condenó a su única hermana a un infierno de abusos.

Entonces como siempre en esas situaciones Baji tomó todo espacio en su mente. Su sonrisa y su positivismo eran rasgos que contrastaban mucho con la mirada melancólica de Seira y sus muecas torcidas. "Polos opuestos se atraen" se dijo a sí misma " Pero quizá no puedan estar juntos " recapacitó. Quizá el único tipo de amor que podía esperar era el de Mikey, un amor roto y enfermo... Maltratado. Aquel era el único tipo de amor que conocía después de todo, el único que le habían demostrado.

Todo aquello era una locura, aún quería venganza, quería demostrarle que jugar a tener poder tenía consecuencias y que no iba poder ganarla, sin embargo, también quería respuestas, necesitaba saber qué clase de relación habían tenido, como acabaron en todo eso. Se preguntaba cuál era la mejor forma de acabar con todo aquello. Si Kisaki cumplía su cometido podría hablar con Mikey sin preocuparse de ser atrapada o secuestrada.

Como era costumbre desde que estaba allí alguien comenzó a tocar la puerta insistentemente:

- Pensé que había dejado claro que no quería interrupciones - dijo la chica

Al ver que nadie entraba se levantó de su sofá y fue caminando hasta la puerta, en su mano izquierda agarró una daga que solía guardar en su mesita de noche.

Abrió la puerta y delante de esta se encontró a Hanma agachado y debajo de este uno de sus guardias más jóvenes con la cara magullada tratando de resistirse a los golpes del más alto:

- Princesa tu seguridad es un poco débil, deberías asegurarte de contratar a gente competente

Tenía un cigarro en la mano izquierda y con la derecha agarraba de la camisa al pobre muchacho ya desmayado.

Seira sonrió y se agachó hasta quedar a al altura de su cara, de la manga de su vestido sacó la daga y la dejó a unos centímetros del cuello del hombre:

- ¿A que se debe tu intrusión?

El de gafas comenzó a reír mientras pegaba una última calada a su cigarro y lo apagaba en su víctima:

- No has cambiado nada, hablemos dentro

La mujer se hizo a un lado y cruzó la puerta de su habitación seguida del trajeado. Sirvió dos copas de whisky y le tendió una a Hanma, que la recogió gustoso. Después se sentó en el sofá de terciopelo e hizo una señal para que la ojiazul se sentase a su lado. Esta obedeció:

- ¿Por qué haces eso? - preguntó

La chica levantó la ceja sin saber a qué se refería y pegó un trago de su bebida extrañada:

- Nunca te sientas a mi lado - agarró su cintura y la levantó como si fuese una pluma, colocándola encima de su regazo - siempre te sientas aquí

Seira casi le escupe todo el whisky en la cara ante este acto, aquello no parecía algo común que estuviese acostumbrada a hacer. Trató de moverse pero su gran mano tatuada se mantenía firme:

- ¿Te importa si fumo?

Seira no contestó y se acomodó para mirarlo a directamente a los ojos, Hanma le mantuvo la mirada y aún con la mano izquierda en la cintura de la chica sacó un cigarro:

- Tengo en encendedor en el bolsillo izquierdo, si no te importa cogerlo y encenderlo

La chica suspiró y sacó el mechero de gas del bolsillo derecho de su pantalón, Hanma la miraba divertido:

- No te recomiendo moverte mucho princesa

La peliazul hizo oídos sordos a su provocación, aún algo tensa por la situación y prendió su cigarrillo. Tenía ganas de golpear su cara, no entendía el porqué de sus nervios:

- Vete al grano Hanma, estoy cansada de tus juegos de ... - no fue capaz de terminar la frase

El oji ámbar la besó para callarla y le pasó el humo del cigarro de boca a boca:

- Kisaki se está esforzando por traerte a Mikey y es la primera vez que siento que esto es mala idea Seira

La nombrada se estremeció al escuchar su nombre, desde que entró en el internado el único que la llamaba por su nombre era Kazutora.

Se acercó peligrosamente a Hanma, este no tuvo ninguna reacción especial ante esto, al contrario colocó su mano detrás de su nunca y la atrajo aún más hacia él:

- Admítelo Hanma, admite que en el fondo te da miedo sentir que estás solo es por eso que estás preocupado de que nos maten

Hubo unos segundos de silencio, Hanma parecía absorto en sus pensamientos mientras se invadía en los ojos aguamarina de la chica:

- A ti también te da miedo - susurró

Blue Fire (Tokyo revengers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora