— ¡ Alec ! — exclamó Jane al ver al chico en el pasillo — Te he estado buscando.
Alec se volteó hacia ella, y una pequeña sonrisa nerviosa se dibujó en su rostro. Desde lo ocurrido la noche anterior, no habían vuelto a hablar. Un escalofrío recorrió la espalda de la chica al verlo sonreír y sintió como si el mundo dejase de girar por un momento.
— Hola, Jane — saludó él con timidez mientras sus mejillas se ponían rojas.
— ¿ Está todo bien?
— Sí, más o menos — negó con la cabeza como si intentase retirar un pensamiento — Necesito hablar con Jace.
— Creo que ahora mismo está un poco ocupado.
— Nada es más importante que lo que le debo decir.
— No creo que sea un buen momento, Alec...
En ese momento, unos gritos provenientes de la habitación de Jace llegaron hasta ellos. Sonaba como si una gran discusión estuviese en curso.
Alec se precipitó hacia la puerta y la abrió de golpe, seguido por Jane.
—Por todas las dimensiones posibles, ¿qué sucede aquí? —dijo Alec mirando alternativamente a Jace y a Clary con asombro—. ¿Estáis intentando mataros, vosotros dos?
—En absoluto —respondió Jace —Clary ya se iba.
—Estupendo —dijo Alec—, porque necesito hablar contigo, Jace.
—¿Es que nadie en esta casa dice alguna vez: «Hola, encantado de verte»? —inquirió Clary sin dirigirse a nadie en particular.
—Me alegro de verte, Clary —dijo éste—, excepto por el hecho de que en realidad no tendrías que estar aquí, claro. Isabelle me ha contado que has llegado aquí por tu cuenta de algún modo, y me siento impresionado…
—¿Podrías dejar de animarla? —inquirió Jane.
—Pero es que realmente…, realmente necesito hablar con Jace sobre algo. ¿Puedes darnos unos minutos?
—Yo también necesito hablar con él —replicó ella—. Sobre nuestra madre…
—Pues yo no tengo ganas de hablar —dijo Jace—, con ninguno de vosotros, si queréis que os diga la verdad.
—Te equivocas —indicó Alec—. Realmente sí quieres hablar conmigo.
—Lo dudo —dijo Jace, que había vuelto la mirada de nuevo hacia Clary—. No viniste sola, ¿verdad? —preguntó lentamente, como dándose cuenta de que la situación era aún peor de lo que había pensado—. ¿Quién vino contigo?
—Luke —respondió Clary—. Luke vino conmigo.
Jace palideció.
—Pero Luke es un subterráneo. ¿Sabes lo que la Clave les hace a los subterráneos no registrados que entran en la Ciudad de Cristal, que cruzan las salvaguardas sin permiso? Venir a Idris es una cosa, pero ¡entrar en Alacante! ¡Sin decírselo a nadie!
—No —dijo Clary en un medio susurro—, pero sé lo que vas a decir…
—¿Que si tú y Luke no regresáis a Nueva York inmediatamente lo descubriréis?
—Jace. —Alec interrumpió el silencio, con un dejo de pánico deslizándose en su voz—. ¿No te has preguntado dónde he estado durante todo el día?
—Eso que llevas es un abrigo nuevo —respondió él, sin mirar a su amigo—. Imagino que has ido de compras. Aunque desconozco por qué estás tan ansioso por darme la lata con eso.

ESTÁS LEYENDO
Ciudad de Cristal ( III )
FanfictionTras el reciente descubrimiento de sus habilidades, Jane se mantiene a raya, intentando ocultarlo por el mayor tiempo posible. Intentando salvar a la madre de Clary, los chicos emprenden un viaje a la Ciudad de Cristal. Allí Simon ha sido encarcelad...