Cuando Jane y Jace llegaron, Maellartach hendía el aire hacia Clary. Con un rápido movimiento, Jace hizo a la espada salir volando por los aires. Arrancada de la mano de Valentine, el arma se precipitó al interior de la oscuridad. Los ojos del hombre se abrieron de par en par; su mirada descendió veloz, clavándose primero en la ensangrentada mano que había empuñado la espada… y luego se alzó y vio qué le había arrancado la Espada Mortal de la mano.
Jace, con una espada sujeta en la mano izquierda, estaba parado en el borde de un montículo de arena. A su lado se encontraba Jane, apenas a treinta centímetros de Valentine.
—Clary —dijo Jace, sin apartar los ojos de su padre—. Clary, ¿estás bien?
No obtuvo respuesta.
—No puede responderte —dijo Valentine—. No puede hablar.
Los ojos de Jace centellearon.
—¿Qué le has hecho?
Alargó la espada hacia Valentine quien dio un paso atrás. La mirada en el rostro de su padre era de cautela, pero no de miedo.
—Una runa de quietud. No la lastimará. —Los ojos de Valentine se clavaron en Jace, como si se empapara de su visión—. Supongo —dijo— que no han venido a unirse a mí. A ser bendecidos por el Ángel junto a mí.
La expresión de Jace no varió. Tenía los ojos fijos en su padre adoptivo, y no había nada en ellos… no subsistía en ellos ni una brizna de afecto, amor o recuerdo. Ni siquiera había odio. Sólo… desdén, pensó Jane. Un frío desdén.
—Sé lo que planeas hacer —dijo Jace—. Sé por qué estás invocando al Ángel. Y no te dejaré hacerlo. He enviado a Isabelle a advertir al ejército…
—Las advertencias les servirán de poco. Ésta no es la clase de peligro de la que puedas huir. —La mirada de Valentine descendió veloz a la espada que sostenía Jace—. Baja eso —empezó— y hablaremos… —Se interrumpió entonces—. Ésa no es tu espada. Ésa es una espada Morgenstern.
Jace, sonrió, con una sonrisa dulce y siniestra.
—Era de Jonathan. Está muerto.
Valentine se mostró anonadado.
—Quieres decir que…
—La he cogido del suelo donde él la ha dejado caer —respondió Jace, sin emoción—, después de matarlo.
Valentine pareció atónito.
—¿Has matado a Jonathan? ¿Cómo has podido hacerlo?
—Me habría matado a mí —dijo Jace—. No he tenido elección.
—No me refería a eso. —Valentine meneó la cabeza; todavía parecía aturdido— Crie a Jonathan… le adiestré yo mismo. No había un guerrero mejor.
—Al parecer —repuso Jane—, lo había.
—Pero… —Ya la voz de Valentine se quebró—. Pero era tu hermano.
—No. No lo era. —Jace dio un paso al frente, empujando la hoja un centímetro más cerca del corazón de Valentine—. ¿Qué le sucedió a mi auténtico padre? Isabelle me ha explicado que murió en una incursión, pero ¿lo hizo realmente? ¿Lo mataste igual que mataste a mi madre?
—Yo no maté a tu madre. Ella se suicidó. Te saqué de su cuerpo sin vida. De no haberlo hecho, habrías muerto con ella.
—Pero ¿por qué? ¡No necesitabas un hijo, ya tenías uno! Dime la verdad —dijo Jace—. No más mentiras… como que somos de la misma sangre. Los padres mienten a sus hijos, pero tú… tú no eres mi padre. Y quiero la verdad.
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Ciudad de Cristal ( III )
FanfictionTras el reciente descubrimiento de sus habilidades, Jane se mantiene a raya, intentando ocultarlo por el mayor tiempo posible. Intentando salvar a la madre de Clary, los chicos emprenden un viaje a la Ciudad de Cristal. Allí Simon ha sido encarcelad...