ARTHUR

DUELO NOCTURNO

ARTHUR

A veces me lanzo a la aventura de imaginar sin saber lo que saldrá. Muchas veces las cosas se salen de control y ocurren situaciones que no tenía planeadas. Ahí es cuando me doy cuenta de lo poderoso que soy, cuando las situaciones que imagino no las tenía planeadas pero más allá de mi palacio mental lo tengo todo fríamente calculado. Sólo yo puedo sorprenderme y cuando alguien más lo hace, muy lejos de llamarme la atención, me siento ofendido e irritado.

Me siento muy satisfecho conmigo mismo y mi forma de vivir. Mi imagen en el espejo es suficiente para recordarme que soy mejor que Dios. ¿Lo he dicho ya? Soy mejor que todos los demás, me hallo en un punto medio, donde participo en sus ridiculeces, me cuelo por sus debilidades, asumo un papel en el que soy su reflejo en todo momento y finjo estar en total desacuerdo con la malevolencia humana. Por otra parte, es divertido ver cómo caen ante mi, no veo personas, veo fichas que muevo a mí antojo, objetos sin ningún valor.

A pesar de que su presencia me enerva, deben mirarme, deben idolatrarme, pues soy magnífico y me lo deben todo, soy sublime y nadie me merece. Incluso pretender que me usan cuando en realidad soy el abusador, se me hace pesado a estas alturas.

Si no me siento admirado, observado y amado, haré lo que sea para conseguir ser el centro de atención. Otra de mis facilidades es el no tener que hacer mucho para lograrlo, ellos solos van por mi cendero, ellos solos se guían al matadero. No los juzgo por eso, cualquiera caería ante alguien como yo.

Mi fuerza deriva de la falta de emociones o empatía, acabo fingiendo según lo que me convenga. Cuando me propongo acabar con la buena imagen que alguien tiene sobre sí mismo, mi puntería es la mejor. Descalifico todas sus cualidades, repitiéndoles una y otra vez todo lo que hacen de manera incorrecta, acto seguido, me elevo en mi trono haciendo que mis elegidos se sientan culpables por todo, desequilibrarlos, que duden de ellos mismos a tal punto que necesiten nada más que mi aprobación, la que por cierto, nunca les doy.

«Saco de defectos», acaban diciéndose a sí mismos tras haberlo mencionado yo. Desde mi infancia llevo ensayados mis pasos, gestos, lenguaje no verbal en general, para comenzar de una manera escurridiza, miradas despectivas, insinuaciones, críticas indirectas y comentarios fuera de lugar.

Con el tiempo he podido darme cuenta de que aquellos con vínculos familiares quebradizos o pérdidas recientes de algún ser querido, son sabuesos que muerden con más facilidad.

Necesitan a alguien como yo que les aporte la seguridad que no tienen. Necesitan de mi comprensión, le brindo esa gota de afecto y respeto de la que difícilmente querrán prescindir, pues una vez que alguien comienza a tratarlos como lo que realmente no son y a jactarse de ellos, se sienten importantes, inalcanzables. Precisamente mi labor se basa en paulatinamente, quebrarlos, hasta dejarlos aún más lejos del punto de partida.

La fase de dominio, mi favorita. Esa donde una vez que la presa ya está débil y depresiva, puedes hasta hacerles creer que es paranoica, dramática e invalidar cualquiera de sus emociones. Lo más sorprendente, es que acabaran por convencerse de ello. Mis alusiones son clave para sus auto-verdades y auto-imagen. La versión falsificada de ellos es la que necesito.

Mis artes de manipulación van más allá de mis presas, se expanden por todo su círculo de amistades, familia y cualquier persona del exterior.

Mi exquisita perversión interna da miedo a la par que fascina e intriga. Acaban entendiendo que es mucho más ingenioso ser mi aliado que mi enemigo, pues hago las cosas de una manera tan natural cuando quiero, que hasta el mayor narcisista que en bromas se hace llamar sociópata, termina rigiéndose por mis caminos.

Líder o chiflado sigo siendo mejor que ellos, es la ley del más fuerte, eso nunca cambiará. La gente suele ignorar a los débiles que acaban por convertirse en "especiales" cuando por arte de magia hacen algo que cualquier persona común podría hacer.

O me admiras o no eres nadie, así de simple.

No sé cómo me sentiría si por azares de la vida me llego a encontrar con alguien como yo, sería una guerra incansable por denigrar al otro. Pero sin asomo de duda puedo decir que ganaría yo.

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AUTORA: No sé que decir jajajaj.

Actualizaré pronto.🖤🔪🩸

Pdt: Arthur me das miedo, no te voy a mentir.

Pdt#2: Me inspiré a escribir muy por encima las tácticas y estratagemas de Arthur y voila.