🖤NOTA DE LA AUTORA:Bueno esto no forma parte del hilo normal de la historia, es solo algo que me apetecía mucho hacer porque me encanta la interacción entre Chase, Lilith y Andrew 🖤🌼*****
~Lilith Freya Windsor~
Sus uñas se clavan en mis caderas, me muevo y salto a mi antojo sobre su polla erecta. No me quejo de la proposición de Chase, le pone duro vernos follar a Andrew y a mi.
Estamos en su apartamento y mientras él sirve la carne sobre el plato yo me dedico a alimentar a Andrew, saltando sobre él en la silla.
Por cada vez que tenga un orgasmo le doy un pedazo de carne. Chase solo me mira sujetarme de la mesa y arrugar el mantel mientras me muerdo el labio, él tiene el cinto listo junto al plato para que a la primera que Andrew o yo jadeemos, castigarnos.
Salto como loca sobre el pene del rubio cuando Chase le ata las manos a la silla y lo agarra de cabello, llevando su cabeza hacia atrás.
—Abre la boca —ordena Chase.
Giro mi cuello para ver el espectáculo mientras mi trasero cabalga a Andrew.
Chase le escupe en la boca y el rubio lame sus labios para luego morder el inferior.
—¿Cómo se dice? —pregunta el castaño, tirando aún más del cabello del rubio.
—Gracias... señor. —suspira—. Mierda Lilith, no pares, no pares ahora, por favor —me ruega.
Con sus caderas intensifica las embestidas y me detengo para mirarlo con el rabillo del ojo, su polla aún dentro de mi.
—Los niños buenos se tienen que ganar los orgasmos, Andrew. —Me levanto, su polla aún erecta se pega a su vientre, dejando un hilo de semen.
Me mira ingenuo y con mis ojos atisbo cada detalle en él antes de acariciar su cabello y pegarme a su oído.
—¿Por qué no te portas bien y haces a Chase correrse en tus hermosos labios? —los acaricio con mi dedo pulgar y él lo chupa —Eso me haría muy feliz, podría incluso dejarte venir dentro las veces que quieras —paso mis dedos por mi sensible punto lleno de nervios para luego meterlos en su boca.
Alzo la mirada y veo a Chase sonreír orgulloso. Me inclino de nuevo hacia Andrew.
—O...¿prefieres que sea Chase quién te haga gritar de placer?
—¿Por qué no ambos, señorita Lilith? —interviene Chase.
—Chúpale la polla al señor, Andrew, ¿si? —él asiente rápidamente con la cabeza y abre la boca.
Chase suelta unas cuantas carcajadas antes de bajar sus pantalones, dejando a la vista su miembro que sin ser tocado ya estaba goteando.
Opto por sentarme sobre la mesa, recargando mi trasero sobre el plato de carne que Chase preparó. Me abro de piernas frente a Andrew. En lo que le hace una mamada yo me masturbo.
Chase separa la cabeza del rubio de su pene y golpea su cara con él. Se coloca los pantalones una vez más a fin de buscar algo en la habitación. Al volver nos dimos cuenta de que se trataba de un dildo de conejo rosa.
Se arrodilla ante mi.
—¿Sería tan amable de correrse en ésto y luego metérselo en la boca, señorita Windsor? —dice Chase con un acento alemán.
Sin más lo tomo e introduzco en mi vagina, soltando un suave pero sexy gemido. Andrew mueve su lengua en círculos alrededor del pene de Chase y chupa todo el tronco hasta llegar a la punta, saliva comienza a caer al suelo y el chico de ojos negros la chupa junto al líquido que sale de la polla del castaño.
En minutos llego al orgasmo, siento mis piernas temblar, meto el juguete en mi boca y me doy cuenta de que algunos de mis fluidos cayeron encima del plato con carne . Chase explota en los labios de Andrew y éste lo traga todo, limpiando con su lengua los alrededores de su boca.
Los gemidos y jadeos se hicieron notar más que nunca cuando al terminar solo se escuchaban nuestras respiraciones agitadas.
Chase se sienta en el sofá y palmea su muslo, utiliza dos de sus dedos para invitar a Andrew a sentarse sobre él.
Me tomo el trabajo de desatarlo, al hacerlo me besa y deja en mí algunos restos del semen de Chase. Acto seguido hace el intento de introducir el pene de Chase en su trasero pero no está lo suficientemente lubricado. Ayudo en eso trayendo uno de tantos lubricantes que Chase conservaba en su habitación.
Meto dos de mis dedos en Andrew, los que entran con mucha facilidad. Una vez estando seguro de poder hacerlo, el rubio se deslizó por completo sobre la polla del castaño, acción ante la cual gimió de una forma muy femenina y excitante.
Me aproximo a la mesa y de la carne que previamente salpiqué con mis fluidos le brindo a Andrew y él la come con tanta satisfacción que al palpar mi entrepierna noto como la humedad llega hasta mis muslos.
Chase tiene ambos brazos detrás de su cabeza, sus ojos se mantienen fijos en su polla entrando y saliendo de Andrew, de vez en cuando suelta un quejido pero en su mayoría se mordía el labio para contenerlos, incluso comenzaba a sangrar un poco.
Mis ganas desenfrenadas de ser follada me llevaron a con el dildo rosa, tumbarme en el sofá con ellos y brindarme placer a costa de verlos follar.
Son sexys como el demonio.
—Para no saber montar a caballo, cabalga usted muy bien, señorita Windsor. —comenta Chase con la respiración entrecortada.
Andrew chilla de placer, se comienza a masturbar mostrando su prisa por alcanzar el orgasmo pero no lo permito.
Saco el juguete de mi, agarro a Andrew por el cuello y lo obligo a mirarme.
—No. No lo hagas, mírame, Andrew —le doy una pequeña cachetada. —Como vea una sola gota de semen salir, te voy a castigar y no seré gentil.
—Lo siento, no creo aguantar —se derrite en un orgasmo y su semen me llega a salpicar.
—Te lo advertí —le sonrío y beso su mejilla.
Le tomo del brazo, al tenerlo de pie apoyo mis manos en sus hombros, él entiende lo que quiero que haga y se arrodilla ante mi.
El cinto de Chase permanecía en la mesa así que lo tomé. El ruido del material impactando contra su piel me llegó a quemar a pesar de no ser yo la damnificada.
Cómo era de esperarse, el color rojo no tardó en aparecer, marcando su blanca piel y excitando cada milímetro de mi cuerpo.
Nunca llegué a pensar que infligir dolor pudiera llegar a excitarme de esta manera.
Chase era todo aprobación hacia mi, su mirada orgullosa viéndome lastimar la espalda de Andrew era el motor para sujetarlo más fuerte y hacer de mis golpes más dolorosos.
Los gritos de dolor de Andrew me matan. Exenta de toda culpa, le saco las lágrimas y las gotas de sangre brotan de sus heridas.
—¿Será que somos el trío perfecto? ¿O hacemos los tríos perfectos? —pregunta Chase con un tinte macabro.
—Ambas. ¿No es así, Andrew? —paso mi lengua por una de sus heridas llevándome un poco de sangre.
—Si. —inclina su cabeza hacia adelante y veo una lágrima caer al suelo.
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AUTORA: Me consuela ver a Chase y Lilith interactuar de manera normal aunque sé que en la novela ya ni se pueden ver JAJA
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ARTHUR
Tajemnica / ThrillerTodos queremos alcanzar la felicidad, pero ¿a qué costo alcanzará Lilith la suya? Misterios e intrigas rondan el edificio y a las personas que residen en él. Sus vidas dan un vuelco inesperado cuando personas del inmueble comienzan a ser secuestrada...