<Andrew Hirsch>No pude dormir esa noche. Wilder fue quien abrió la puerta para mí esa mañana. Me traía el desayuno en una bandeja metálica. Al principio dudé en si comer o no, pero luego pensé que Chase encontraría maneras más trágicas de darme fin si eso era realmente lo que quería.
«Cuanto antes dejes de intentar escapar, mayores serán tus probabilidades de hacerlo», las palabras que Wilder había dicho se me quedaron grabadas en la cabeza.
No sé cuánto tiempo llevo en la habitación amarilla. Ver el sol decaer es lo que hago al tiempo que sentado en la cama, pienso en todo lo que he hecho, todo lo que quería hacer, todo lo que pude haber hecho y no hice. ¿En qué momento las cosas se complicaron tanto?
Algo hizo contacto con la cerradura de la puerta, al instante supe que alguien la estaba abriendo y me levanté de la cama, tomando dos largos pasos hacia atrás, casi pegándome a la pared.
Es Lilith.
¿O no?
Cerró la puerta de un golpe.
—¿Lilith?
—Tienes cara de querer morir, sabes que me lo puedes pedir y lo haré encantado.
No, no es Lilith.
Se sentó en la cama, sin despegar sus ojos de los míos. Con la yema de los dedos toco la pared, intentando no despegarme de ella en ningún momento.
—Ven, siéntate —Palmeó el colchón un par de veces—. No muerdo.
—No, gracias.
—¿Estás asustado, Andrew? —pregunta inocentemente.
—¿Tu qué crees?
—Creeré lo que me digas.
—Si, si estoy asustado, y mucho.
—¿Temes que te mate? ¿O le temes a tener que matar a Lilith para salvarte?
—Nunca le haría daño a Lilith. Nunca —recalco.
—Te está temblando la ceja. —Soltó una carcajada, tocándose el vientre con una mano mientras que con la otra, me señalaba de manera burlona.
—¿Qué viniste a hacer? ¿Dónde está Chase?
—¿Hablas de Arthur? —detuvo las risas en cuestión de segundos.
—Si.
—Fue a recoger a nuestro invitado del día de hoy y a unos amigos. —Se miró las uñas y las tocó un poco.
—¿Qué?
—Andrew, tenemos que hablar.
—No quiero hablar contigo, quiero hablar con Lilith. —Sin darme cuenta ya mi tono de voz superaba el de una conversación normal.
—Ella no va a salir por ahora, ¿entiendes? Tienes que hablar conmigo.
Avanzo hasta la cama, vigilando cada movimiento que hace, siento mis músculos contraídos y la tensión acumulada en mi garganta que no me permite tragar debidamente.
La cama se hunde cuando me siento. Wilder subió las comisuras de sus labios hacia atrás en una amable sonrisa antes de apretar mi muslo. Su tacto es caliente, delicado. Mi respiración se aceleró.
—¿De qué querías hablar? —Desplazo su mano hacia un lado.
—De ti, y de Lilith.
Me quedé en silencio y él continuó.
—Quería decirte esto de una manera más —Dudó un poco, sus ojos viajaron por el cuarto, quizá en busca de la palabra adecuada—, osea menos... —Mueve las manos sin control sobre su regazo—. No quería decirte que te ibas a morir de una manera tan ruda.
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ARTHUR
Mistério / SuspenseTodos queremos alcanzar la felicidad, pero ¿a qué costo alcanzará Lilith la suya? Misterios e intrigas rondan el edificio y a las personas que residen en él. Sus vidas dan un vuelco inesperado cuando personas del inmueble comienzan a ser secuestrada...