Mi corazón va a mil cuando veo como se la llevan, esto está mal, está mal...maldita sea.
No sé qué pueda suceder, mientras tanto estoy en un maldito infierno.
—El médico no quiere decirme más nada, joder!—noto el desespero del Sr Fox. En ese momento recibe una llamada, la cual atiende bruscamente.
Puedo escuchar la fuerte respiración de Valentino, el cual se resguarda en los brazos de su novia que intenta calmarlo, Mía fue un rayo de luz en la oscuridad en la que se encontraba, pasamos tanto tiempo aquí en el hospital, días y noches que llegó a contarme cómo sucedió todo, quizás se los cuente en algún momento.
No se cuántas horas pasaron y los médicos aún no aparecían a decirnos nada sobre Brenda.
Una segunda llamada despierta al Sr Fox de su asiento. Atiende confundido, algo dormido, está agotado, al igual que todos aquí. Su actitud cambia de un momento a otro, cuelga el teléfono—Debo irme, cualquier cosa, sea mínima me llaman y vendré enseguida.
Debe volver a su trabajo, es uno de los tenientes más importantes, ha estado ausente desde que Brenda entro al hospital.
Me paro algo mareado del suelo donde estuve sentado durante horas, a mitad del pasillo me encuentro a mi padre.
—Blake, hijo...—me mira preocupado.
—Papá, qué haces aquí?
—Vine a ver cómo estaba todo.
—Entro nuevamente a operación, los médicos no salen hace horas, estoy muy asustado—me duele el pecho y me quiebro.
Él me abraza, hace tanto no lo hacía, y me alivio, pero la preocupación y miedo siguen instalados en mi.
—Vamos a casa Blake, debes descansar.
—No puedo dejarla, no ahora
—Blake debes descansar un poco
—Ve amigo—me dice Valentino saludándome.
Suspiro—Cualquier noticia, lo que sea que te digan, llámame si?—afirma y me voy.
Esta anocheciendo nuevamente, subo al auto—Llevame a la residencia.
—No, iremos a casa, a tu verdadera casa.—Sonrió de lado—Te haré de comer, tomarás una ducha y descansarás un poco.
—Y volveré aquí—digo.
—Y volverás aquí—repite.
Llegamos y mi padre me prepara una sopa de verduras, luego me voy a bañar, me veo como la mierda, hasta más flaco, pálido, parezco que me he enfermado, con mis ojos hinchados y labios secos.
Me acuesto mirando el techo.
—Ahora te ves mejor.—Se acerca a mí cama—Todo estará bien Blake, saldrán adelante, ella es joven, luchadora por lo que veo.
—Lo es.—Afirmo—Gracias.
—Gracias a ti, por darme esta oportunidad de poder recuperar la relación contigo.
No se en que momento logro dormirme, luego de mucho tiempo sin dormir bien, me levanto y bajo las escaleras, me han preparado el desayuno, me siento como un niño pequeño y consentido.
Suena mi celular, es el Sr Fox, solo espero que sean buena noticias.
—Blake
—¿Esta todo bien? ¿pasó algo? enseguida voy—digo de inmediato
—Blake, tranquilo muchacho, necesito que vengas a la central.
—A la central?
—Si, te espero aquí.
Justo veo a mi padre entrar y le pido que me lleve.
Al llegar saludo y busco al Sr Fox.
—¿Que paso? Brenda?
—Ella está mejor, pero sigue en terapia—me avisa—pero quiero decirte otra cosa.
Me alivio saber que mejoro—Si, dime.—respondo
—La sospechosa quiere hablar contigo.
—Sospechosa? osea que...
—Emma Scott solicito hablar contigo.
No sabía cómo reaccionar, ni lo que podía llegar a suceder luego de hablar con ella. Estaba seguro de que algo bueno no sería.
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Pd; está historia puede tener ciertos errores, es un borrador, al finalizar todo será corregido.
