Parte III, Capítulo 1

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Se le quedó mirando sin atreverse a pestañear, con miedo de que al hacerlo la cara de Tom desapareciera y fuera la de James la que ocupara su lugar. No podía suceder, él estaba muerto y nada ni nadie se lo iba a devolver...nadie, excepto Tom, que le miraba con el miedo brillando en sus ojos también.

— ¿Quién es James, Bill?—repitió Tom, aunque en el fondo ya sabía la respuesta.

—El chico que amaba—contestó Bill en voz baja.

—Murió, ¿verdad?—preguntó Tom.

—Y tú llevas su corazón—apuntó Bill—Por eso me has besado, ¿verdad?

—No...no lo sé—susurró Tom.

— ¿No lo sabes?—repitió Bill sintiendo que le temblaba el labio.

—Solo sé que desde que te vi no puedo dejar de pensar en ti—explicó Tom—Que mi corazón dio un vuelco aquí en mi pecho, y todo lo que he estado sintiendo...no era yo, ¿verdad?

Se quedaron mirando en silencio, con miedo de ser el primero en admitirlo o negarlo. ¿Qué les daba más miedo? ¿Pensar en la posibilidad de que alguien del más allá les hubiera juntado "a la fuerza"? ¿O qué entre ellos dos hubiera algo muy fuerte difícil de ignorar?

— ¿Crees que puede ser posible?—susurró Bill tras unos silenciosos minutos.

— ¿Qué me pongan el corazón de tu novio con sentimientos incluidos?—susurró Tom a su vez.

Se quedaron mirando de nuevo sin saber que decir, con la respiración entre cortada. Los dos pensaban lo mismo, era de locos creer que una persona moría y otra recibía algo de él y empezaba a tener recuerdos, sentimientos de la otra persona, llegando hasta alguien que le echaba mucho de menos y no se terminaba de creer que lo había vuelto a recuperar tras tanto tiempo.

—Perdóname—dijo de pronto Bill.

— ¿Qué?—preguntó Tom sin entender.

—Esto no puede ser—contestó Bill—Me he dejado llevar por una ilusión.

— ¿Tú crees?—murmuró Tom.

—Ya no sé qué creer pero...solo sé que James está muerto y tengo que aprender a aceptarlo—dijo Bill con firmeza—La familia de James fue muy amable al donar sus órganos, no puedo ir por el mundo pensando que quien haya recibido algo suyo va a venir a buscarme y enamorarse de mí nada más verme.

—A mí me ha pasado—murmuró Tom—No me lo termino de creer pero sé que es así. Me...me tocó su corazón, el centro de su ser. Tengo recuerdos de James, y nada más conocerte ya sabía como era de dulce tu risa, sobre todo tras hacer el amor...

Dejó de hablar al ver la cara que puso Bill, y como se sonrojaba hasta las orejas mientras negaba.

— ¿No?—repitió sin entender.

—James y yo jamás...no llegamos a...—tartamudeó Bill.

Tom no lo entendía, fue el primer recuerdo que tuvo de Bill mientras le operaban. Recordaba cómo fue, él estaba tumbado en una cama y le vio caminar desnudo hasta un espejo, parándose ante él y girándose para verle y sonreírle ampliamente.

— ¿Lo soñé?—murmuró para sí mismo.

—Tom, los dos hemos pasado por una mala experiencia que nos ha marcado—empezó a decir Bill—Lo mejor es...que no nos volvamos a ver, que cada uno siga con su vida o trate al menos de hacerlo.

— ¿Y qué hago con todo esto que siento?—preguntó Tom llevándose una mano al pecho.

Pero Bill no le supo contestar porque en el fondo él tampoco sabía qué hacer con ese amor que sentía crecer de nuevo en su corazón. Pero... ¿era por Tom por quién lo sentía? ¿O porque creía que James habitaba en él?

Listen to your HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora