capitulo 5

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Luz miró a los demás. Bajo la luz titilante, sus sonrisas eran lo bastante amplias como para eclipsar a la luna. Abrazó fuerte su gato marioneta.

¿él queria a los cinco?¿queria adoptarla... a ella?

Luz parpadeó y lo miró. Queria decir algo, lo que sea, para hacerlo cambiar de opinión y marcharse, pero la lengua le pesaba demasiado para moverla.

-¿estas... seguro?- chilló Bligth, su expresión era de perplejidad absoluta -¿quiere... a todos?

-oh, si, hablo en serio, matrona- confirmó Belos, ahora sin sonreir -esta niña me ha convencido completamente de que estos niños son perfectos. De hecho, todos me parecen adorables.

Dijo "adorable" de la misma forma que alguien describiria un mal olor. Luz decidió que él era un actor horrible, sin compromiso y arrogante.

Una mano de seis dedos la agarró el brazo y la sacudió despacio. Amity sonreia con alegria. Rodeó el torso de Luz con sus brazos.

-oh, Luz- susurro Amity -gracias.

Luz abrió la boca para responder, pero lo único que escapó de sus labios fue un grito ahogado.

-bueno- balbuceó Bligth, moviendo la boca -¡eso es maraviloso!

Belos aspiró otra calada larga de su pipa. En la nube que los rodeó, Luz observó como su propia sombra temblaba. Sus orejas no picaban, quemaban como el hielo. Luz sintió una oleada de pánico. Algo no hiba bien, todo aquello era muy raro.¿que habia hecho?

-¡Steve!- ladró Belos, chasqueando sus dedos enjoyados hacia el aprendiz -ve  preparar el carruaje mientras converso con la matrona sobre la transacción.

Luz se quitó de en medio al tiempo que Steve avanzaba rápido y en silencio por la habitación, las cicatrices de sus brazos estaban ocultas de nuevo.

-niños- dijo Bligth -guarden sus pertenencias. Esperen en el aula hasta que los llame. Señor Belos, tenemos mucho de qué hablar. Por favor, siguame a mi oficina.

Sin mirar atrás, Bligth y Belos salieron del comedor hacia la Sección Prohibida, dejando atrás un rastro de humo aceitoso y cinco huérfanos silenciosos. Al final del pasillo, el reloj de pie hizo dong una vez para marcar las y media.

-¡no puedo creerlo!- dijo Hunter, feliz.

-yo tampoco- King sonrió -¡viajaremos!

Amity esbozó una gran sonrisa y miró a Luz.

-¡somos libres y todo gracias a ti!

Vee emitió una risita baja, no más sonora que un bosteso. Pero Luz sacudió la cabeza de un lado a otro.

-no. No podemos ir con él. No le gustan los niños.

-¿de qué hablas?- Amity frunció el ceño -acaba de ofrecer adoptarnos a los cinco. Eso indica que le gustan mucho los niños. De hecho, cinco veces más que un adoptante promedio.

-él no es lo que parece- insistió Luz -algo no encaja. No estoy segura de qué es, pero sin duda no estaba diciendo la verdad. Tal vez es un pirata o un contrabandista. Podría ser aún peor que la matrona.

-basta de tus teorías- King suspiró -Luz, sé que pensabas que tus padres vendrían a buscarte si permanecias aqui lo suficiente, pero ya no tienes opción. Este es el único modo de que salgamos a salvo de aquí. No significa que debas rendirte. Tal vez el señor Belos pueda ayudarte a encontrarlos, al igual que me ayudaria a encontrar mi verdadero hogar. Parece un hombre agradable.

-no, no lo es- dijo Luz -creo que su aprendiz le teme. Steve apenas apartaba la vista del suelo.¿y vieron las cicatrices en sus brazos? Parecian heridas propias de una pelea de espadas. O de azotes.

los inadoptables {TOH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora