La cara de la matrona estaba pálida y enferma, pero su expresión era tan brutal como siempre. Su pecho subía y bajuba mientras fulminaba con la mirada a los huérfanos.
Luz sintió la bilis subiendo por por su garganta. Lo que veía no podía ser cierto; y, sin embargo... lo era. Bligth seguía viva y Luz se sintió morir en ese mismo instante, horrorizada al ver a aquella mujer.
-hola, niños.
Hunter sacudió la cabeza.
-estás muerta.
La matrona chasqueó la lengua.
-tendrían que haberlo comprobado con más atención. No estaba más muerta que vosotros ahora mismo.
-¿cómo?- preguntó Amity.
-estado catatónico inducido por un episodio de terror absoluto. Así lo llamaron los médicos del asilo. Pasé cuatro semanas en una cama incómoda, mirando una pared gris, incapaz de hablar o moverme. Sin embargo, tuve mucho tiernpo para pensar en cuánto me gustaría arrancaros las extremidades a cada uno de vosotros.
Sus amigos hicieron silencio Luz comenzaba a perder la sensibilidad de las piernas.
-dejando de lado el reencuentro agradable- dijo Belos, hablándole a la matrona -¿ella ya ha llegado?
¿Ella? ¿Quién más podía ser?
Bligth asintió.
-sujeta fuerte a esa niña- extendió la mano y tiró del pelo de Amity -yo llevaré a esta. Los otros tres pueden llevarse nuestro dinero.
Retorció los dedos y Amity gimió de dolor. Vee emitió un gruñido bajo que nació de su pecho.
Odalia se detuvo, inclinó la cabeza y luego rio. Vee saltó hacia Bligth, sujetó su brazo y la apartó de Amity.
Desde el techo del escenario, Owlbert emitió un chillido agudo y furioso. Blight miró a el búho y luego a Vee.
-estos niños no son muy inteligentes, ¿verdad? —gruñó Belos.
Presionó el cuchillo más cerca de la garganta de Luz y ella dio un grito ahogado cuando sintió una punzada afilada debajo del mentón.
-si no hacen lo que decimos, derramaré más que una gota de su sangre. Cuatro huérfanos bastarán para llevar a cabo el trabajo del barco. Solo los haré trabajar un poco más para compensar la pérdida del quinto.
Vee bajó la vista y se apartó de Odalia.
-terminemos con esto- dijo Belos, arrastrando a Luz hacia los escalones junto al escenario.
Ella bajó con torpeza junto a él, sus pies apenas tocaban el guelo. ¿A qué se refería con «terminemos con esto»? ¿Los mataría? ¿Cómo los habían encontrado?
Sintió el terrible aire gélido mientras caminaban hacia el molino. La multitud había desaparecido y Luz veía un sendero de lámparas movedizas serpenteando por la calle de regreso a la ciudad.
Cuando doblaron en una esquina, Luz vio un caballo y un carruaje aparcado frente a la puerta principal de donde bajó Lilith Truefall. Por supuesto, llevaba consigo el inmenso libro de registros del orfanato Exide entre los brazos y tenía el ceño fruncido con impaciencia. Sin embargo, la segunda silueta junto a la puerta fue la que hizo que Luz reprimiera un grito de furia.
Eda Clawthorne también estaba de pie allí, de brazos cruzados, con su uniforme de guardiana del pólder.
Los había traicionado.
-buenas noches- exclumó Belos con alegría. De pronto soltó el cabello de Luz y el cuchillo desapareció de su garganta. Belos depositó una mano pesada sobre su hombro -solo estaba buscando a los pequeñitos; siento haberla hecho esperar.
-aún no sé por qué me pidió que viniera- dijo Lilith -no entiendo por qué no podríamos haber tratado el asunto por la mañana.
-entremos, así se lo podremos explicar- dijo Bligth -los niños pueden traernos una rica taza de leche caliente mientras conversamos.
-mi padre aún no esta bien de salud- dijo Luz -se enfadará si lo molestarnos.
Lilith apoyó el libro de registros sobre el otro lado de su cadera.
-si- coincidió Eda, para sorpresa de Luz -quizas sea demasiado tarde...
-¡tonterías!- chilló Bligth, abriéndose paso hacia la Puerta -al señor Nocedanno le importará en absoluto.
Antes de que Luz pudiera pensar en algo para detener lo inevitable, Bligth abrió la puerta con un golpe de su hombro y todos entraron. Eda cerró al entrar.
-matrona Bligth- balbuceó Truefall -avanzando con dificultad detrásde ellos -es de buena educación llamar primero...
Bligth se dio la vuelta en medio de la cocina con una sosrisa placentera en la cara.
-señora Lilith- dijo -ya he hablado con Philip Noceda- señaló con la cabeza hacia la silla en un rincón donde estaba papá marioneta -y de verdad no le importa muestra interrupción. ¿No es asi, señor?
-¡detente!- gritó Luz, pero Odalia atravesó la sala haciendo clic clac y se detuvo junto a papá marioneta -dejalo estar, pos favor.
-¿por qué, Luz?- dijo la matrona, fingiendo inocencía.
Luz apretó los labios y frunció el ceño. Eso no deberís expr pasando. Habían sido libres pocos minutos atrás. Y abora Blight les quitaría todo, como siempre lo habia hecho.
Luz comprendió que no le quedaban fuerzas para luchar. A su lado, vio que sus amigos dejaban caer los hombros con resignación.
Su huida, el barco, el espectáculo. Todo había sido en vano. Eda Clawthorne había investigado el asunto. Y, además, sus padres no habían ido a buscarla.
-matrona Bligth- dijo Lilith Truefall, mirando a Luz y a la mujer con expresión confundida -¿qué sucede aquí?
-se lo enseñaré- respondió Odalia y tocó el hombro de papá marioneta -estos huerfanitos la han engañado y, sinceramente, es necesario demostrarlo.
Luego, con una sonrisa dirigida a Luz. Bligth separó la cabeza de papá marioneta de su cuerpo relleno de algodón.
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R.I.P papá marioneta.
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los inadoptables {TOH}
AdventureEn el orfanato Exide jamás se han infrigido las reglas de entrega de bebés. ni una sola vez. hasta el otoño de 1880, cuando 5 niños aparecen en orribles condiciones. esos bebés son Vee, Hunter, King, Amity y Luz. y aunque su cruel matrona pueda pens...