capítulo 14

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Luz corrió por el pasillo del teatro y subió de un salto al escenario.

Las cortinas desgastadas cayeron de sus rieles cuando tiró de ellas para abrirlas y cubrieron su cuerpo. Se desenredó de la tela frenéticamente.

Había una chica delante de ella: pies de punta, brazos extendidos en pose de bailarina.

Una chica con ojos grandes y quietos y labios delicados, rosados y brillantes...

Una chica hecha de algodón y sujetada de hilos.

Una marioneta.

Luz se reprendió a si misma en silencio. Era una tonta por haber pensado que sería otra cosa. O alguien más.

Las lágrimas saladas y cálidas llegaron a la comisura de su boca.

-¡Luz!- exclamó Amity detrás de ella -¿en que pensabas? Podrían haberte visto... ¡cielos!

La niña se limpió con rapidez las mejillas y se volvió hacia los demás. Todos miraban boquiabiertos el teatro.

-¡este lugar es maravilloso!- dijo King, girando despacio en círculos mientras avanzaba por el pasillo.

Hunter era el único que miraba a Luz.

-¿estás bien?

Él miró a la bailarina marioneta, su expresión preocupada cambió a una de lastima.

Luz se ruborizó, rodeó a la marioneta y caminó hacia la zona sombría del escenario. A un lado, había una pila de tablones de madera y decorados a medio terminar, todo apilado de malas formas. En el otro lado, había una gran escalera de madera que llevaba a una plataforma de titiritero sobre el escenario. Luz fue hacia allí y luego se detuvo, las orejas le cosquillearon.

Un montón de mantas yacían, arrugadas y cubiertas de escarcha en un extremo del escenario. Luz sintió un cosquilleo más intenso y el corazón le dio un vuelco. Empujó la pila con el pie y la volcó, pero debajo no había nada más que mantas. Luz se frotó las orejas. Su sexto sentido no parecía ayudarla mucho en ese momento.

-mira- dijo Hunter con voz tensa.

Apartó más las mantas y Luz dio un grito ahogado.

Marcas de cartas. Iguales a las de su cesta.

-¿y si he llegado tarde?- se preguntó Luz en voz baja - y si ellos están...

-si estuvieran muertos, habrían quitado sus cosas de aquí y las habrían vendido- explicó Hunter -y tampoco habrían dejado el reloj de bolsillo para que lo encontrarás.

Luz esperaba que tuviera razón.

-todo es tan... confuso- dijo -necesito descubrir que ocurrió.

-lo sé- Hunter le dio una palmadita reconfortante en el hombro.

-este lugar está lleno de posibilidades- dijo Amity, sentada en una de las varias sillas de terciopelo -es una pena que no podamos quedarnos. Estoy segura que podría hacer funcionar de nuevo el molino. Imagina todo lo que podrías hornear, Vee, si pudiéramos moler nuestro propio grano.

Vee sonrió con tristesa.

-me encantaría aprender a usar esa maquina de coser del taller- comentó Hunter -siempre he soñado con tener una.

-si hubiera encontrado antes el reloj de bolsillo...- dijo Luz con tristeza -tal vez mi padre aún estaría aquí. No es justo que ahora que por fin he encontrado mi hogar ni siquiera pueda quedarme en él.

Hicieron silencio, las motas de polvo bailaron, la marioneta cubierta de escarcha resplandecía.

-¿y si Philip Noceda estuviera aquí?- pregunto King, de pronto. Había subido el escenario y caminaba en círculos alrededor de la marioneta.

los inadoptables {TOH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora