capítulo 34

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Los niños Noceda espiaron a través de las cortinas cerradas mientras la multitud lentamente comenzaba salir del teatro, algunos aún aplaudían y muchos aún limpiaban las lágrimas en sus mejillas.

-¿Esos no son los Fortuyn? ¿los que adoptaron a la pequeña Viney ?- dijo King -Y ahí está el doctor que le curó el brazo roto a Hunter el año pasado.

-¿Dónde está Eda?- preguntó Amity -quiero preguntarle qué le ha parecido.

Luz también miraba a la multitud, todavía albergaba la imposible esperanza de ver a tres personas con el cabello castaño oscuro y los ojos chocolate.Pero no vio a nadie que concordara con la descripción.

La alegría que había sentido al actuar había desaparecido y había sido reemplazada por una desesperación abrumadora. Luz buscó a la silueta encapuchada que había visto antes, pero parecía que la persona se había marchado también hacía rato.

No quedaba nadie en el teatro. Nadie avanzaba hacia el escenario para buscarla. ¿Dónde estaba su familia?

-¿estás bien?- preguntó Hunter en voz baja.

Luz no podía hablar; ni siquiera podía sacudir la cabeza. Respiró hondo y cerró los ojos un instante.

No todo estaba perdido. Era solo un contratiempo.

Si no estaban allí, entonces obviamente no habían visto su anuncio. Luz solo tendría que esperar hasta el próximo espectáculo: enviaría anuncios a Francia, Bélgica y Alemania también.

-¿Luz?- repitió Hunter.

-estoy bien- respondió Luz, intentando creer sus propias palabras -vendrán algún día. Solo necesito esperar un poco más.

Oyó un tintineo detrás de ella; se giró y vio a Amity sentada en el escenario, deslizando los dedos a través de una cesta llena de monedas.

-¿Cómo nos ha ido?- preguntó King.

Los demás se reunieron alrededor de Amity, pero Luz no podía soltar el telón. Quizás, cuando mirara de nuevo, vería a su familia esperando.

Amity tomó un puñado de monedas plateadas.

-Llevará un rato contarlo todo para estar segura, pero...- permitió que el dinero se deslizara entre sus dedos y cayera de nuevo tintineando en la cesta -parece más del doble de lo que habíamos esperado.

Luz sonrió, y los pensamientos sobre su familia quedaron olvidados durante un momento debido a la profunda sensación de éxito que la recorrió.

-lo conseguimos- dijo ella sin aliento -somos li...

Sintió una punzada intensa en la oreja y oyó el chillido de los rieles del telón sobre su cabeza. Alguien arrancó la tela de los dedos de Luz y sujetó su pelo. La empujaron hacia adelante, con el cuello hacia atrás, y vio que alzaba la vista hacia una cara amargada con pelo rubio. Se le heló la sangre.

Belos.

Luz vio un destello metálico por el rabillo del ojo. Sintió una punta fría y afilada presionada contra su clavícula.

Hunter se incorporó hasta erguirse del todo, con las extremidades desgarbadas listas para moverse. Amity se puso de pie con torpeza y abrazó fuerte a Vee y a King en señal de protección.

A Luz le ardía el cuero cabelludo allí donde Belos le tiraba del pelo, y estaba convencida de que el hombre acabaría rompiéndole el cuello si seguía echándoselo hacia atrás.

-qué bonito espectáculo- gruñó Belos -parece que subestimé lo productivos que podíais ser- prosiguió, mirando la cesta con dinero -supongo que eso cubrirá parte del daño que le hicisteis a mi barco.

-¡váyanse!- le gritó Luz a los demás, luchando por liberarse. Si podía retener a Belos unos segundos más, los otros tendrían tiempo de huir -¡corran!

Los demás permanecieron quietos.

-¡váyanse!- repitió Luz.

Sem sacudió la cabeza de lado a lado -no.

King tosió, pálido. Él también sacudió la cabeza.

-No te dejaremos.

-qué dulces- gruñó Belos en el oído de Luz -tengo planeado algo precioso para ustedes cinco.

Hunter dio un paso hacia Luz, apretando los puños.

-¡ah, ah!- dijo Belos, acercando punta del cuchillo al cuello de la niña -no aceptaré tonterías. En especial cuando tengo una sorpresa encantadora para ustedes. Tengo muchas ganas de que vean de nuevo a alguien.

Luz pensó en Kikimora. La imagen de sus colmillos afilados y de la herida de Hunter, aún sin curar, afloraron en su mente. ¿Haría que aquella perra bestial se los comiera?

-debería llegar en cualquier momento- dijo Belos -comporténse o la pequeña Luz acabará con la cabeza separada del cuello.

Clic clac.

A Luz se le congeló la sangre.

Clic clac clic clac.

-imposible- dijo Amity, mirando el telón.

Belos sonrió con alegría.

-tenía muchas ganas de verlos de nuevo.

La mente de Luz invocó la imagen de esos ojos en blanco, mirándola.

-no- susurró King, sin aliento.

Clic clac clic clac.

Luz conocía aquel sonido tan bien como los rostros de los cuatro niños aterrados frente a ella, pero su mente aún se negaba a creerlo.

Clic.

Clac.

Clic.

Luz acababa de considerar la posibilidad de que Belos estuviera gastándoles una broma cruel cuando el telón se abrió.

Una silueta grande y redonda apareció de pie al borde del escenario, con la cara oculta entre las sombras. Los cinco niños la miraron.

Clac.

Clic.

Dos pasos, y la lámpara pequeña detrás del escenario iluminó el rostro similar a un halcón y sus ojos amenazantes y furiosos. Las piernas de Luz cedieron por completo y esta cayó contra Belos.

Bligth había regresado de entre los muertos.

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Hay maldad en mi ser, muajajja

los inadoptables {TOH}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora