Vivir en un edificio tiene algunas desventajas, como que las paredes sean de papel y escuches a las vecinos pelear o conversar.
Aveces es gracioso o algunas otras incómodo.
Aveces escuchas como cantan y otras dan golpes a la pared cuando no pueden d...
Capítulo extra, puedes tomarlo como canon de la habitación original, de ustedes depende si así lo quieren ver.
Debo decirte que en definitiva, la historia acabo pero ahora sí este es el último, no más alternos ni extras.
Y por último, tengo una nueva historia, se llama "Hasta la última gota" no a empezado de lo mejor pero intento llevarla bien ahora y tengo otro par como "Circus Dream" o al revés, es una historia corta dnf más tranquila que termine hace bastante, me gustaría que le dieran una oportunidad al menos a esa <3
Ya puedes continuar, perdón por el retraso.
Otro año más, cada vez su vida se le escapaba de entre los dedos, como arena en un reloj, contando cada segundo.
Sonando constantemente el sonido de los granos callendo sobre otros. El agua rompiendo contra la piscina, el silencio chocando contra su cabeza, las manos en el collar con el dije de la C.
Eran las 4 de la mañana y simplemente estaba ahí, pensando, sintiendo el frío recorrer cada fibra de su cuerpo, sinceramente, no tenía la intención de regresar dentro de esa casa ni de dormir o siquiera para quitarse el frío. Era como estar atrapado en un refrigerador.
—Deberías estar dentro– la voz de Bianca surgió de la nada, pero no lo asustó–¿te pasa algo?
– Solo... solo necesitaba relajarme– truena sus dedos, Bianca lo mira sin entender. Su espalda se desliza hacia el piso, con la mirada desenfocada sobre el suelo, sintiendo que lo que estaba haciendo ahora mismo, ya lo había visto en otra persona– Es que, vi a una persona que se parecía mucho a él el día de Navidad.- suelta un suspiro mientras cierra los ojos– últimamente e estado pensando demasiado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Red flag, George– se cubre la boca, gimiendo fuerte, apretando los ojos mientras se corría en su mano, digamos que,de ves en cuando, George solo quería imaginar que aún seguía ahí.
Suspiro profundo tratando de recuperarse de su orgasmo, sus ojos marrones se comienzan a empañar otra vez.– tengo que dejarte ir ya.
Se dijo a si mismo limpiando su mano con una toalla y acomodándose los pantalones. Se golpea la frente con la palma de su mano, cayendo hacia atrás entre las sábanas y almohadas, se muerde los labios con fuerza, aguantando las ganas de romper en llanto otra vez. No era la primera ni la última vez que le sucedía esto.
Abrió el cajón de la mesa de noche, sacando un bote con pastillas para dormir, a veces pensaba tomarse todo el bote y simplemente dormir por siempre.
Su celular comenzó a sonar. Eso lo alarma. Tomándolo enseguida, tratando de dejar atrás las ganas de llorar.
—Hola?– George se aclaró la garganta tratando de sonar lo mejor posible.
