4. Dificultades técnicas

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Ha pasado exactamente una semana desde que ocurrió el incidente del beso y la tensión entre Bucky y Steve puede cortarse con un cuchillo.

Natasha se enteró gracias a Steve, sobre lo que había ocurrido, y cuando se encontró a solas con Barnes no dudó en consolar a su amigo. Steve solo le había dicho de aquel beso, pero se negó a relatar su reacción o el cómo lo había tomado, por lo que Natasha no pudo hacer nada más por Bucky.

James sin embargo, ha seguido el consejo de Steve y ha renunciado a su horrible empleo. Por lo que se despidieron de los pequeños lujos que empezaban a darse y pospusieron la compra de cosas para su apartamento hasta que Bucky consiguiera un nuevo trabajo.

La semana ha sido difícil para ambos. Bucky ahora le prepara el almuerzo a Steve con su poco conocimiento en la cocina antes de irse a trabajar y cuando le entrega la comida, únicamente se despiden con un simple adiós, dejando atrás las divertidas frases que solían compartir antes de irse. Al regresar, Steve trae la comida, se sientan en el comedor e intercambian unas cuantas palabras antes de caer de nuevo en un silencio incómodo que los acompaña toda la tarde. Ni siquiera Steve se ha atrevido a usar el tocadiscos.

Bucky el día siguiente de lo sucedido, prácticamente había suplicado de rodillas en frente de la puerta de su habitación por el perdón de Steve.

–Steve, te lo juro soy un idiota, por favor perdóname. –le dijo Bucky arrodillado con los ojos brillosos por las lágrimas que amenazaban con salir.

–Ya te dije que no tienes nada por que disculparte Buck, ¿podemos solo ya no hablar de esto por favor? Levántate, no hiciste nada malo, solo no lo menciones.- aseguró el rubio en un tono cansado.

Y eso había sido todo, fue la última gran conversación que mantuvieron antes de que la incomodidad los rodeara, pero no podían culpar a Steve Rogers, después de todo son los años 40. Es más que anormal que exista este tipo de muestras de afecto entre dos personas del mismo sexo. Desde niños, ambos habían crecido con la idea de que eso era lo más antinatural y extraño del mundo, por lo que decían los encargados de la iglesia, las personas de su viejo vecindario en Brooklyn, e incluso algunos programas de televisión o radio.

Los padres de ambos les habían dicho que ese tipo de cosas terminaban por acabar con la vida de quienes cometían estos actos, lo cual no es descabellado para la época, pero sus madres solo les repetían que el amor es algo que no todas las personas pueden apreciar de una manera diferente a la que están acostumbrados. Que ese tipo de amor es diseñado para quedarse tras cuatro paredes y bajo llave, pero que no debe de ser algo prohibido. Winnifred Barnes y Sarah Rogers nunca les condicionaron a sus hijos a quien amar, el mundo ya es bastante cruel para que otro castigo más se les fuera otorgado, solo querían el bienestar y la felicidad de sus hijos ante cualquier cosa y aunque jamás lo dijeron, en el fondo desearon hasta su último día que sus hijos encontraran la felicidad en el otro.

Rogers y Barnes son vecinos de una pareja extranjera que suelen saludar cada que se topan con ellos al salir. Wanda Maximoff es una repostera que trabaja en una panadería de la calle en la que viven y su esposo Visión, es trabajador en una compañía telefónica.

Wanda es una de las mujeres más hermosas del vecindario al igual que Natasha. Su cabello es color castaño oscuro, aunque se lo ha teñido de pelirrojo para cambiar un poco su aspecto. El color de sus ojos se asemeja al del verde de un bosque en la primavera, y la sonrisa y hospitalidad que posee, hacen que ilumine la vida de las personas y les transmita una sensación de confianza instantánea al conocerla.

Visión es un hombre de estatura alta, rubio, de ojos azules grisaceos y una personalidad que enamora a cualquier mujer que cruza palabra con él. Es generoso sin importar quién sea la persona que necesite de su ayuda, es algo serio pero hace reír a los demás con sus ocurrencias aunque no lo hace a propósito. Muchos vecinos acuden con él cuando tienen problemas amorosos con sus esposas o tan solo necesitan ser aconsejados en alguna otra cosa, pues sus consejos son muy sabios y sinceros, sin embargo, su popularidad se debe a que se esfuerza mucho en hacer feliz a su esposa a toda costa. Haciendo que los matrimonios que los ven sientan envidia.

Cornelia Street | StuckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora