Cornelia Street | Stucky

28. Worries and a gorgeous prince

Steve sigue aferrandose a la cintura de Bucky como si su vida dependiera de ello. Bucky continúa acariciando el suave cabello rubio, pero ya no presta atención al metro ochenta de estatura o a los grandes músculos. Únicamente puede ver al pequeño niño que necesitó de él en su precaria infancia, y aunque la borrosa mente de Bucky solo logra memorizar aquel momento, percibe que ese hombre sigue necesitando de él.

Bucky carraspea llamando su atención y Steve se aleja con las mejillas sonrojadas, avergonzado.

—Lo siento, Buck. No fue mi intención. -farfulla Rogers.

—Está bien. -atina a decir el castaño con simplicidad.

—Natasha y tu hermana están afuera preocupadas por ti, necesitan saber que estás bien.

— ¿Salieron? -pregunta Barnes mientras frunce el ceño confundido. La saliva de Steve se queda atrapada en su garganta ante aquel gesto que siempre le ha parecido tierno.

—Yo les pedí que salieran.

— ¿Por qué?

—Supongo que quería tener tu atención solo para mí un momento . -murmura Steve, mirándolo fijamente.

Bucky no dice nada y se detiene a observarlo en silencio, ¿por qué ese hombre le habla tan intensamente si no recuerda más que una anécdota con él?

—Haz que vuelvan. -ordena Bucky algo molesto.

—S-Sí, lo lamento, y-yo no quise-

— ¿Quién crees que eres para hacer algo así? -reclama el castaño levantándose del colchón.

Steve continúa hincado en el suelo y al notar la reacción de Bucky, solo se echa para atrás cuidadosamente. La mano metálica de James se empuña y camina lentamente hacia él con una expresión seria.

—Bucky, p-por favor. No fue mi intención. -dice Steve chocando su espalda con la puerta del ropero de la habitación.

—Apenas te conozco, ¿por qué carajos querría solo estar contigo?

El corazón de Steve arde al oír sus palabras, pero lo comprende. Sabe que está enojado y que quizás lo golpeé, pero no lucha por tratar de defenderse, no lo haría porque en el fondo sabe que lo merece.

— ¡Respóndeme! -ordena Bucky gritando a centímetros de su rostro, tomándolo del cuello de la camisa.

—Porque tú me...

— ¡James! ¡Suéltalo! -exclama Rebecca asustada, tocando el hombro de su hermano para separarlo del rubio.

—Becky. -musita James aliviado, soltando al rubio y se apresura a abrazar a su hermana, reconfortándose.

—Estoy bien, James. Todo está bien, no hay porque alterarse. -susurra en su oído mientras pasa una mano por la cabeza de su hermano.

Bucky rompe el abrazo y vuelve a mirar al rubio que solo observa en silencio desde el suelo.

— ¿Él te hizo daño? ¿Le hizo daño a Natasha? -le cuestiona a su hermana con preocupación, revisando su rostro en busca de alguna herida.

—No, James. Él solo quería verte, es todo. No nos hará daño. -le explica Rebecca con una sonrisa comprensiva- Él cuidó de mi junto contigo cuando éramos niños, Steve nunca me ha lastimado. Siempre me ha protegido, igual que tú.

Steve continúa llorando en silencio con una sonrisa débil en el rostro tras oír a Rebecca. Bucky voltea a mirarlo y se acerca a él de nuevo pero esta vez, le tiende una mano para ayudarlo a levantarse.