Al día siguiente, Steve regresó con Peggy a su departamento que la agente había rentado en Brooklyn. Tuvo que decirle que había discutido con Bucky para que no hiciera más preguntas sobre lo que había pasado y el porqué no había llegado a dormir esa noche.
La palabras de Natasha continuaban sonando en su cabeza una y otra vez como tambores, pero el sentimiento de angustia por el bienestar de Bucky era algo mucho más preocupante para él. Necesitaba hablar con él urgentemente, volver a perderlo sería algo que no estaría dispuesto a pasar de nuevo. Si, quizás Bucky podría negarle su amor y él tendría que vivir con ello, pero al menos necesita su amistad.
Steve Rogers no es nada sin Bucky Barnes.
Por otro lado mientras Steve estaba lamentándose por Bucky, Peggy se dedicó a leer cada una de las cartas que Bucky le había mandado a Steve con espanto.
Cuando ordenó que la correspondencia y mensajes de Rogers pasaran a ser manejados por ella, las cartas de Bucky las consideraba una distracción para él, así que fue guardándolas una por una para evitar que Steve se desviara de sus deberes y pensando que quizás algún día Barnes se cansaría de hacerlo eventualmente al no recibir respuesta.
Pero no paró hasta el día de su captura.
La muerte de Bucky había afectado gravemente a Steve y al Capitán América. Durante las misiones contra HYDRA la violencia y la ira se desataban al momento de atacar, a veces dejando escenarios sangrientos a su paso. Sin embargo, también había días en los que la tristeza era tanta para Steve que su rendimiento no era el mismo, esto hizo que Peggy empezara a sentirse aún más culpable por esconder aquellos mensajes.
Recuerda haberlo escuchado gritar y llorar dentro de su habitación y también esa imagen de Bucky plasmada en su cuaderno de dibujo creyendo que solo era la melancolía y su manera de lidiar con el dolor.
Estaba en un error.
Mientras más leía, más se hacía presente el desagrado y la confusión en sus facciones. Le resultaba difícil ver a Steve de la manera en la que estaba descrito en aquellas palabras pero después todo empezó a cobrar sentido.
La homosexualidad es un delito grave en Estados Unidos, si el ejército se enterara de esos mensajes, la vida de Steve y de Bucky se iría al diablo.
Pero una mujer enamorada muchas veces no es capaz de ver los defectos de quien suele amar, así que solo decide callar, callar y quedarse con la imagen que tiene de Steve antes de leer las cartas. Así que cuando lo escucha llegar, guarda las cartas bajo la cama, lo recibe con un abrazo y sonríe forzadamente cuando escucha el nombre de Bucky salir de sus labios.
La mañana siguiente la actitud de Steve no cambia, tampoco la siguiente semana ni mucho menos al concluir el mes. Solo hay resignación en su corazón al no recibir ayuda de sus amigos para encontrar a Bucky, al darse cuenta de que esos amigos ya no lo ven de la misma manera, a que Bucky jamás vuelva a hablarle y a vivir una vida basada en un amor que encontró solo por desesperación y que es la expectativa que todos tienen de él.
Lo que las personas esperan que sea.
Su trabajo en la SSR no es lo que imaginaba. La mayoría del tiempo está tras un escritorio recibiendo órdenes e interrogando crimínales y se vuelve peor cuando Peggy entra a su oficina a saludarlo.
—Voy a pasar al supermercado para comprar todo para la cena de hoy, nos vemos en casa. -avisa Peggy dándole un beso en la mejilla al rubio antes de irse.
El personal los mira con una sonrisa y él solo atina a sonreír forzadamente de vuelta. Todo de siente demasiado falso.
Al regresar a casa, Peggy lo recibe con un beso en los labios mientras lo abraza por el cuello y la imagen de la cena que preparó junto a unas velas y jazz proveniente de la radio.
Ambos hablan sobre asuntos de trabajo, el inicio del fin de la guerra, la idea de comprar una casa en otro lugar, cuentas y se van a dormir sin antes despedirse con un beso que Carter siempre empieza.
Después de 2 meses nada cambia y la rutina se hace presente finalmente.
Un sábado, cansado de la monotonía de "su nuevo hogar", Steve toma su chaqueta dispuesto a salir a tomar aire fresco que lo distraiga de sus penas por un rato.
—Peg, voy a ver a Howard. Llegaré tarde para la cena. -dice tomando el casco de su nueva motocicleta que está cerca de la puerta.
—Está bien, yo tengo que pasar a la oficina para ver los documentos de un caso.
—De acuerdo, adiós Peg.
—Ten cuidado Steve, nos vemos más tarde.
Con eso, Steve sale de la casa de Peggy y se dirige a una de las mansiones de Stark al Este de Brooklyn. Al llegar, su mayordomo, Jarvis se encarga de llevarlo al salón de juegos donde Howard suele pasar el rato.
—Gracias Jarvis.
—Es un placer, capitán.
— ¡Steve! -exclama Howard con una sonrisa dirigiéndose a él- Pensé que no llegarías e ignorarías la invitación.
—Bueno, creo que si necesito una distracción después de todo.
Howard estrecha su mano y le extiende el taco de billar para jugar con él.
—Y sobre lo que pasó el otro día con tu vecina, ¿pudiste arreglarlo?
Steve se abstiene de hacer un movimiento y suspira pesadamente.
—No, es más complicado de lo que parece en realidad.
—¿Y que dijo Peggy sobre eso?
—Nada, ella solo comprendió que hay cosas que solo me corresponde a mi resolver.
—Cielos. Pensé que terminaría involucrándose por lo histérica que se puso ese día con ayudarte. Todavía recuerdo cómo se puso la vez que le conté de los helicópteros para la misión de los Alpes.
Steve frunce el ceño y voltea a ver al millonario.
— ¿Cuál misión de los Alpes?
—La del rescate del Sargento Barnes, ¿tu mejor amigo?
— ¿Tú sabías que Bucky estaba vivo?
—Si, pensé que tú ya lo sabías. El Oficial Dugan y los Comandos Aulladores pidieron mi ayuda para una misión de rescate pero nunca especificaron de quién en ese momento, yo la acepté y envié un helicóptero y algunas armas. Cuando la misión finalizó, el Oficial me mandó un reporte con los detalles y ahí venía el nombre de Barnes y se lo envié a Carter para que te lo entregara a ti mientras estabas combatiendo a HYDRA y yo fuera a Los Ángeles sin pendientes, ¿qué acaso no te lo dio?
—No.
El silencio se apodera de la habitación y el juego se detiene. Steve aprieta el taco de billar con fuerza hasta que sus nudillos lucen blancos por la ira.
— ¿Qué fue lo que te dijo a ti?
—Yo le dije que iba a mandarte el reporte de la misión y ella insistió en que se lo diera a ella y que te lo entregaría después porque tenías muchas cosas que hacer, y simplemente lo hice.
—Dios... ella me lo estuvo ocultando todo este tiempo. Ella manejaba mis llamadas y correos durante la guerra. Becky me dijo que llamaba como loca y nunca le contestaban...
La realización lo golpea en la cara y lo deja estático. Pone el taco de billar de Howard sobre la mesa y se despide de él para volver a Brooklyn.
Steve acelera en su motocicleta y solo puede cuestionarse a sí mismo en qué momento el mundo empezó a traicionarlo y cuándo fue que su vida se transformó en una completa mentira.
¡Primer capítulo del 2023!
Se siente tan raro esto de poner el 23 jajajaja, pero quería empezar bien con ustedes <3
Espero y les haya gustado el capítulo. No se olviden de comentar y votar.Nos leemos luego c:
—stuckyftlarry ✪
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Cornelia Street | Stucky
FanficDesde que tiene memoria, Bucky sabe en dónde está su hogar. Aún si Steve parece perderse en el camino que lo conduce al suyo. [02/03/2022 -> #3 stucky] . . . . En esta historia algunos personajes de Marvel viven en los 40 y Bucky no se convierte en...