Cornelia Street | Stucky

32. Card sharks playing games

Después de aquella noche en el departamento, Steve ya no soporta estar lejos de Bucky pero sobretodo, ya no soporta vivir al lado de Peggy Carter.

No es que Margaret sea una mala persona con él, pero despertar con ella todos los días le ha empezado a generar incomodidad y por consecuente, la culpa es algo que ha incrementado también.

Por otro lado, Peggy se ha encaprichado más con Steve.

Desde que se enteró que Bucky estaba vivo, hace todo lo posible por mantener la calma y no hablar demás sobre todo lo que ella ya sabía del asunto, pues sabe que si Steve se entera que fue ella la que lo mantuvo incomunicado con los Barnes durante meses, Steve por lógicas razones no volvería a hablarle en lo que le resta de vida.

No es como que sospeche -aún- de la situación, sin embargo ha comenzado a sentir celos de Rebecca, pues Steve siempre le dice que tiene que ir a ayudarla a ciertas cosas cuando en realidad solo son excusas para encontrarse con James.

Lo que ha llevado a que Peggy se vuelva más "territorial" con él. Dejándole marcas de labial más notorias en la camisa o en las mejillas, el olor de su perfume cada vez más presente en su saco o incluso trata de acompañarlo más seguido a donde sea que vaya.

Steve lo ha notado y por precaución, siempre cambia su camisa antes de llegar al departamento, pero cuando Bucky lo saluda con una sonrisa en los labios y lo invita a pasar, el remordimiento le taladra el cerebro.

Rebecca ha regresado a vivir a Indiana junto con su padre, pero eso no significa que Bucky esté solo la mayor parte del tiempo, ya que Natasha, Wanda y obviamente Steve, se han encargado de acompañarlo el tiempo que les es posible.

Es por eso cuando en uno de esos miércoles que Wanda cierra temprano la panadería, se dirige a casa de Bucky junto con los gemelos para conversar con él.

—Wow. Veo que Becky te enseñó a mejorar tus habilidades en la cocina -comenta la pelirroja mientras come otro bocado del pastel de chocolate que Barnes horneó para ella- está delicioso Bucky.

—Gracias -dice sonrojándose ligeramente- mi hermana me dijo que en el pasado mi comida solía ser algo "no muy agradable al paladar" y es por eso que le pedí que me ayudara a mejorar en esto.

Wanda suelta una carcajada al escucharlo y continúa probando el postre con placer.

—Pues vaya que te ayudó a mejorar bastante. Esto sería increíble para los clientes si regresaras a trabajar conmigo.

Bucky cambia su expresión a una seria y voltea a mirar su creación.

— ¿Crees que sirva para eso aún?

— ¿Bromeas? Podría darte un ascenso solo con esto. Podrías ayudarme más en la cocina y harías los postres que quisieras. -responde emocionada.

—No sé. Siento que debo pensarlo. Hay tantas cosas que necesito saber aún, cosas por resolver y todo eso.

—Lo entiendo -sonríe comprensiva- sabes que si cambias de opinión el trabajo es tuyo. Nadie nunca podría ocupar el lugar de Bucky Barnes.

—Steve se estaría riendo si supiera de esto. -niega divertido- Siempre me ha dicho que soy pésimo cocinando, a excepción de hot cakes claro.

Wanda lo observa sonreír al pronunciar su nombre y la curiosidad finalmente la alcanza.

—Aún lo amas, ¿cierto?

La sonrisa de Bucky desaparece y una expresión de miedo aparece en su rostro haciéndole respirar con dificultad.

—No, Bucky. Tranquilo. Lo sé todo, tú fuiste el primero en contármelo hace mucho. No voy a hacer nada, jamás los lastimaría. -aclara tomando las manos de Barnes entre las suyas para tranquilizarlo.