Cornelia Street | Stucky

30. ¿Steve Rogers?

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Los siguientes tres meses la mente de Bucky no ha dejado girar en torno a Steve. El rubio no ha dejado de venir a su apartamento desde aquella reunión y James no puede evitar sentirse nervioso cada vez que Steve le sonríe en medio de una conversación.

Becky puede notar en el rostro de su hermano esa felicidad que no veía desde hace mucho tiempo y se cuestiona si Steve sabe el poder que ejerce sobre su hermano.

Ha empezado a sospechar.

Steve siempre suele irse antes de las ocho buscando una excusa para huir y la castaña se cuestiona si hay alguien más en su vida que Steve no quiere que conozcan.

Rogers es el hombre ideal de América en estos momentos, ¿qué persona no se fijaría en él? Becky lo conoce lo suficiente para saber que hay algo que le impide volver a acercarse a su hermano como antes, así que aprovecha que irá a Indiana a visitar a su padre para comprobar sus sospechas.

—James, me iré tan solo una semana, luego volveré a estar contigo aquí, ¿de acuerdo?

—Si, es solo que jamás te habías ido y... estaré solo. -dice Bucky con cierta angustia.

—De hecho... iba a preguntarle a Steve si podría quedarse contigo en lo que estoy fuera, ¿estarías bien con eso si llegara a aceptar?

Las mejillas de Bucky se colorean de rojo y baja la mirada para no toparse con la expresión burlona de Becky.

—S-Sí, supongo que no habrá problema.

—Bien, iré a ver a los gemelos. Steve llegará en una hora, ¿vienes?

—No, creo que me quedaré a esperarlo. Ve con ellos. -asegura Bucky con una pequeña sonrisa.

Rebecca sonríe ante el nerviosismo de su hermano y besa su frente antes de salir del departamento.

Ya solo, Bucky comienza a arreglarse antes de la llegada del rubio, porque aunque sabe que es algo patético, le agrada la sensación cálida que se forma en su pecho cuando Steve le sonríe nerviosamente al abrir la puerta.

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—Steve, necesito que llames si surge algo, por favor. No quiero encontrar malas sorpresas cuando regrese, ¿si? -cuestiona Becky mirando a Rogers con seriedad.

Steve asiente y la castaña le da un abrazo corto a ambos hombres para después salir del departamento con prisa y no perder el taxi que la espera para llevarla al aeropuerto, dejándolos solos.

—Bueno Buck, creo que seremos solo tú y yo esta semana. ¿Tienes hambre?

Bucky le da una mirada a su estómago mientras frota su abdomen con su mano izquierda y cuando tiene la respuesta, se sonroja al ver la tierna sonrisa que el rubio le ha regalado.

—Ehh... creo que si. Un poco.

—Entonces vamos a cocinar algo. Como en los viejos tiempos, ¿quieres?

—Si, me gustaría recordar eso. -dice Bucky con una pequeña sonrisa pero se borra al ver que la expresión de Steve se ha vuelto triste.

Steve se acerca al castaño y lo abraza cortamente para luego dirigirse a la cocina. Bucky lo observa irse y se queda estático unos segundos antes de seguirlo también.

—Estaba pensando en hot cakes. De hecho, tú sabías hacerlos. Jamás he probado unos mejores que los tuyos Buck.

— ¿En serio? -cuestiona el ojigris y Rogers asiente con una sonrisa- Entonces quiero hacerlos de nuevo.